Violencia basada en género interseccional
La violencia sexual y basada en género (VSBG) afecta a mujeres de todos los ámbitos de la vida, pero a algunas las afecta más. Cuando el género se junta con otras identidades como orientación sexual, raza, estatus migratorio, y discapacidad, la violencia se ve agravada por otros tipos de discriminación.
En Uruguay, el 77% de mujeres mayores de 15 años declaró haber sufrido algún tipo de VSBG a lo largo de la vida de acuerdo a datos de la Segunda Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia basada en Género y Generaciones (SENPVGG). Esta tasa de prevalencia es tan alta porque la encuesta en Uruguay incluye muchos tipos de violencia. La encuesta toma en cuenta la violencia física, sexual, psicológica, patrimonial, mediática, laboral, obstétrica, institucional, en el ámbito educativo y acoso sexual callejero.
¿Qué dicen los datos de Uruguay?
- La violencia sexual y de género es interseccional. Mujeres afrodescendientes, migrantes, y lesbianas, bisexuales y transgénero son más proclives a sufrir VSBG.
- El tipo de violencia más común, como en la mayoría de los países, es la violencia de pareja. El 47% de mujeres de 15 años o más declaró haber sufrido violencia de pareja (VP) a lo largo de la vida. La VP impacta más a mujeres afrodescendientes, con discapacidad y migrantes en una mayor proporción (60,5%, 55,4% y 48%, respectivamente).
- Las mujeres migrantes ante un doble riesgo. La VSBG suele ser un motivo para la migración de muchas mujeres. Pero estas situaciones pueden continuar o empeorar durante el trayecto migratorio y en el lugar de destino, muchas veces llevando a otro tipo de violencia de género como la trata de personas por explotación sexual. El 60% de las mujeres víctimas de la trata atendidas por los servicios del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en Uruguay son migrantes.
- Al igual que en el resto de la región, la VSBG ha empeorado durante la pandemia. La demanda de servicios de atención por parte de mujeres en situación de violencia se vio intensificada con el COVID-19 puesto que los pedidos de ayuda a través de servicios telefónicos aumentaron en 80% y el número de consultas en 43% en comparación con 2019.
¿Cómo responder a la violencia?
Los factores que contribuyen al riesgo de ser víctima de violencia de pareja íntima son variados y multidimensionales: exposición a maltrato infantil, haber presenciado violencia intrafamiliar o tener actitudes de aprobación a la violencia. Esto hace que la respuesta a la misma requiera de una acción coordinada e interdisciplinaria. Para esto, experiencias pasadas nos dan información acerca de cuál es el mejor abordaje.
Mecanismos para una intervención efectiva
- Servicios de atención: Los servicios de atención psicosocial a mujeres sobrevivientes de violencia son críticos para aumentar conductas seguras y reducir la probabilidad de revictimización. Existe evidencia de que estas intervenciones son más efectivas si se utiliza una combinación de estrategias, incluida el apoyo psicosocial para dar recursos a las mujeres que les permitan reducir su riesgo futuro de violencia, así como para mejorar su estado de salud, incluyendo el trabajo sobre evaluaciones de peligros, planificación de seguridad y derivaciones a servicios especializados.
- Respuestas rápidas: Cuanto más rápida sea la intervención en casos de violencia existen mayores posibilidades de reducir la violencia y de aumentar el bienestar psicológico de las mujeres. Esto pudo verse en una evaluación a la línea 123 de emergencia ante casos de VSBG en Medellín, Colombia, en donde las mujeres que recibieron atención inmediata experimentaron una reducción de 37% en la violencia física y sexual y de 16% en la violencia psicológica.
- Prevención: Otro punto importante es el trabajo en la prevención de la violencia. Las intervenciones preventivas de VBG dirigidas a niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo pueden disminuir los daños a lo largo de la vida e interrumpir posibles efectos de transmisión intergeneracional de la violencia.
- Más y mejores estadísticas: Por último, la disponibilidad de estadísticas de calidad sobre la prevalencia de la VSBG es fundamental para guiar los esfuerzos de focalización para la atención y prevención de la violencia.
Uruguay redobla sus esfuerzos
El Gobierno de Uruguay ya cuenta con un marco político robusto para responder a la violencia basada en género respaldado por la Ley de Violencia hacia las mujeres basada en género (Ley 19.580), los Planes por una Vida Libre de Violencia, y el Observatorio de la Violencia basada en Género hacia las Mujeres). Sin embargo, reconoce la necesidad de fortalecer su respuesta, particularmente en vista a los aumentos en la demanda para servicios de atención en casos de la violencia doméstica y de pareja durante la pandemia.
Programa Promujeres
En noviembre de este año el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito de US$4,1 millones y un financiamiento no reembolsable de US$1 millón de la Facilidad No Reembolsable del BID para Apoyar a Países que Reciben Flujos Migratorios Repentinos y de Gran Magnitud para colaborar con el Estado Uruguayo en sus esfuerzos para promover de una vida libre de violencia basada en género y contribuir al logro de la igualdad de género en el país.
El Programa para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (Promujeres) prevé incrementar la capacidad de los servicios de atención del Sistema de Respuesta a la Violencia Basada en Género (SRVBG) del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para mujeres adultas. Asimismo, promoverá la igualdad de género y la prevención de la violencia basada en género en jóvenes uruguayos y migrantes fortaleciendo el trabajo del Inmujeres en el ámbito educativo, e impulsará el uso de la información sobre violencia basada en género de migrantes y grupos diversos de la población, mejorando su calidad y cantidad.
Un abordaje interseccional
Uno de los aspectos innovadores del programa es el nivel de énfasis que pone en atender a la interseccionalidad de género y diversidad, para promover la inclusión de mujeres de poblaciones diversas en sus servicios de atención, las iniciativas de prevención, los esfuerzos de recolectar y hacer uso datos más precisos sobre la VBG – incluyendo a mujeres con discapacidad, afrodescendientes, migrantes, lesbianas, bisexuales, mujeres trans, y mujeres en situación de trata.
La violencia sexual y basada en género es un problema crítico, que afecta a diversos grupos de la población de forma distinta. Buscar formas efectivas e innovadoras de hacer frente a la misma es crucial a la hora de construir una sociedad libre de violencias para todos y todas. Para seguir en esta misión se requieren más respuestas marcadas por la colaboración, la cooperación y la innovación entre los gobiernos, las instituciones, las escuelas y la ciudadanía.
Puedes leer más sobre violencia sexual y basada en género en otros de nuestros blogs, o descarga la guía que hicimos sobre el tema aquí.
David Moore Dice
Esta iniciativas son excelentes y muy necesarias para Uruguay y especialmente en otros países tales como Paraguay, Peru, Colombia, y Honduras.
Me parece necesario también trabajar con los niños / jóvenes en los centros educativos, y con los hombres en los centros laborales (los perpetradores poténciales de mañana) sobre sus actitudes y percepciones de las mujeres, y sobre sus ideas sobre las masculinidades.