¿Cuál es el alcance y el costo real de la violencia basada en género en América Latina y el Caribe? ¿Cómo podemos innovar en políticas públicas destinadas a su prevención y atención? Estas son preguntas para las que aún faltan respuestas. En una nueva convocatoria de GDLab, el BID invita a la academia, investigadoras(es) y equipos de investigación de la región a encontrarlas.
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El GDLab lanza una nueva convocatoria de propuestas con el objetivo de financiar investigaciones que contribuyan a guiar el diseño de políticas para prevenir y responder a la violencia basada en género contra las mujeres, niños, niñas y adolescentes Esta convocatoria busca estudios cuantitativos rigurosos y con implicaciones de política que:
- Documenten el alcance, los factores de riesgo y los costos de la violencia basada en género
- Evalúen la efectividad de soluciones innovadoras para prevenirla y responder a ella
- Documenten la capacidad del Estado y los desafíos institucionales para la prevención, la respuesta, la atención y la erradicación de la misma.
El llamado está dirigido a investigadores independientes o equipos de investigación conformados por entidades del sector público o privado, universidades o centros de investigación, así como especialistas del BID asociados a equipos externos.
Los equipos participantes podrán presentar una propuesta que analice uno o más de los cuatro temas prioritarios de la convocatoria o que se enfoque en el diseño de evaluación de uno de los proyectos de la cartera del BID. Conoce más sobre los temas prioritarios y sobre los proyectos del Banco disponibles para una evaluación rigurosa en el folleto informativo de la convocatoria.

Más información sobre la convocatoria y el proceso de aplicación se encuentra disponible en el folleto informativo de la convocatoria. La fecha límite para enviar una propuesta es el 7 de octubre de 2022.
¿Más evidencia para erradicar la violencia?
La elevada prevalencia de la violencia basada en género contra las mujeres, niños, niñas y adolescentes, impone un desafío clave para las políticas públicas en la región. En los últimos años, el estudio y la comprensión de esta pandemia ha aumentado considerablemente. No obstante, aún hace falta la generación de investigaciones rigurosas para dimensionar mejor este fenómeno y guiar el diseño de intervenciones de prevención, atención, respuesta y erradicación de este tipo de violencia.
Lo que no se mide no existe: la medición de la violencia basada en género como un gran pendiente en esta agenda
La disponibilidad de estadísticas de calidad sobre la prevalencia de la violencia basada en género es esencial para guiar los esfuerzos de prevención y atención. No obstante, los métodos tradicionales de recolección de información auto-reportada están lejos de capturar los niveles reales de prevalencia de este fenómeno debido al sub-reporte de casos de violencia.
La evidencia es aún más escasa cuando se trata de dimensionar este problema en la vida de mujeres que pertenecen a grupos diversos de la población — para quienes de por sí, no existen muchos datos. Aún más limitada es la información sobre formas cada vez más comunes de violencia contra mujeres y niñas, como la violencia digital o el ciberacoso.
¿Qué funciona (y qué no) para abordar la violencia basada en género?
Un tema pendiente en la agenda es la generación de evidencia rigurosa para informar las políticas y programas de prevención, respuesta y atención contra la violencia basada en género.
Hace falta evidencia rigurosa sobre factores de riesgo y de prevalencia asociados a la violencia contra mujeres y niños. A pesar de recientes avances en el tema, aún son encasas las intervenciones orientadas a cambiar las normas sociales y que actúan sobre las competencias parentales para quebrar el ciclo de la violencia intergeneracional. Asimismo, nos falta entender más sobre programas o intervenciones que fortalecen la capacidad de instituciones y sectores, así como de su personal, o reforman la provisión de servicios para mejorar su calidad, eficiencia y adecuación cultural.
En general, hace falta evidencia rigurosa sobre intervenciones destinadas a prevenir y a apoyar a las víctimas de violencia. La evidencia es aún más limitada sobre las intervenciones que incorporan un enfoque interseccional. Así, pocas evaluaciones miden los impactos diferenciados según la edad, raza, etnia, orientación sexual, nivel de pobreza, estado de migración o situación de discapacidad.
Datos para iluminar el camino
La convocatoria del GDLab busca cerrar estas brechas de información mediante un apoyo técnico y económico significativo. Con el apoyo del BID, Global Affairs Canada y la Agencia Francesa de Desarrollo, los equipos seleccionados podrán recibir un financiamiento de hasta 100 000 dólares americanos para conducir sus estudios. Además, las propuestas serán evaluadas por el Comité Científico conformado por especialistas del Grupo BID, especialistas de la Agencia Francesa de Desarrollo y por los asesores externos invitados, Amber Peterman (University of North Carolina) y Andrés Moya (Universidad de los Andes).
En el BID, sabemos que contar con evidencia robusta y de calidad es el primer paso para iluminar el camino hacia una recuperación económica equitativa e inclusiva. Con esta nueva convocatoria, invitamos a investigadores e investigadores a sumarse a la meta por alcanzar la equidad de género en nuestra región.
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