Así como muchos términos relacionados con los grupos diversos, la definición de discapacidad ha cambiado en las últimas décadas. Esto ocurre pues los avances en torno a derechos humanos, reformas sociales y reconocimiento identitario requieren cada vez más formas de expresar acertadamente las realidades que atravesamos.
El lenguaje es una herramienta para definir cómo vemos al mundo, pero también tiene el poder de reproducir estereotipos y sesgos. Por eso, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, dedicamos este blog para volver a las bases. A continuación, abarcaremos algunos conceptos básicos relacionados con la discapacidad, la accesibilidad y la inclusión social.
Empecemos con algunos puntos básicos.
¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad es el resultado de la interacción entre las deficiencias físicas de una persona y diversas barreras del entorno que limitan sus actividades y restringen su participación plena. Por muchos años, el concepto de discapacidad se refería a un defecto, falta o anomalía propia de alguien en contraste con las características más comunes presentes en la mayoría de las personas. Esta visión se refiere al modelo médico hegemónico, cuyo enfoque buscaba curar o eliminar las deficiencias, principalmente físicas.
Sin embargo, esta definición fue reemplazada por una que separa a las discapacidades de la persona. A esta nueva visión se le conoce como el modelo social con enfoque en derechos humanos, reconocida por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (ONU).
Limitaciones y restricciones que enfrentan las personas con discapacidad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se definen de la siguiente manera.
- Limitaciones en la actividad: son dificultades que puede enfrentar un ser humano para desempeñar tareas o ejecutar acciones.
- Restricciones en la participación plena: son problemas que puede experimentar una persona al relacionarse con otras o involucrarse en situaciones vitales.
En resumen, el concepto de discapacidad actualmente es comprendido como una interacción dinámica entre las deficiencias físicas y las diversas barreras externas que rodean a una persona. De esta manera, el foco está en las mejoras que podemos implementar en múltiples áreas para eliminar las diversas barreras que enfrentan las personas con discapacidad y garantizar una igualdad de condiciones. Este cambio conceptual reconoce a las personas con discapacidad como individuos con autonomía y agencia, con derecho a tomar sus propias decisiones. Por ello también se evitan términos como “minusválido” o “discapacitado” ya que resultan discriminatorios.
Tipos de discapacidad
Existen distintos tipos de discapacidad, que pueden afectar una o varias esferas de la vida de un ser humano. Por esa razón, a pesar de pertenecer a un mismo grupo poblacional, cada persona con discapacidad vive una experiencia distinta. Estas diferencias se agudizan según la identidad de género, orientación sexual, origen étnico, estatus migratorio, rango etario, entre otros factores. A esta combinación de elementos se le conoce como interseccionalidad.
Según la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud (CIF), hay al menos seis tipos de discapacidad.
Discapacidad sensorial visual
Esta definición incluye a personas ciegas y personas con visión reducida. Algunas barreras comunes que enfrentan son la ausencia de materiales en braille, lectores de pantalla, alertas sonoras y software integrado que permita la accesibilidad.
Discapacidad sensorial auditiva
Se refiere a las personas sordas y personas con una audición reducida. En el día a día, algunos de los obstáculos que enfrentan son la ausencia de intérpretes a lenguaje de señas, materiales audiovisuales o digitales sin subtítulos, y la falta de alertas visuales.
Discapacidad motriz o física
Aquí se toma en cuenta la discapacidad motriz funcional, que se refiere a la dificultad para movilizarse, caminar, manipular objetivos y coordinar movimientos. Las principales barreras que enfrenta este grupo están relacionadas con una infraestructura no accesible en el transporte, los edificios y espacios públicos. Además, es común la ausencia de sillas de ruedas, bastones, o espacio para auxiliares y asistentes.
Discapacidad intelectual
Este término engloba limitaciones en la funcionalidad cognitiva. Un ejemplo conocido es el Síndrome de Down, pero la realidad es que la discapacidad no se basa exclusivamente en diagnósticos médicos. Algunas barreras que enfrentan las personas con discapacidad intelectual se dan en los espacios laborales y educativos ya que muchos materiales no están diferenciados en función de las necesidades de cada persona. Además, un problema común es la infantilización de las personas adultas con discapacidad intelectual.
Discapacidad psicosocial
Las discapacidades psicosociales suelen surgir de las barreras a las que se enfrentan las personas con una enfermedad mental. Sin embargo, pueden desarrollarse por diversas razones, como factores bioquímicos o genéticos. Las personas con discapacidades psicosociales a menudo se enfrentan a altos niveles de discriminación basada en el estigma asociado a su salud mental. Esto genera una resistencia a revelar su discapacidad, que a menudo es invisible para otras personas. Las escuelas y las empresas pueden ofrecer ajustes razonables para facilitar las condiciones que enfrentan las personas con discapacidad psicosocial a corto y largo plazo, pero el miedo a declarar la discapacidad puede impedir que se utilicen estos servicios.
Igualmente existen formas de discapacidad múltiple. Esta se refiere a la presencia de dos o más tipos de discapacidad. Algunos ejemplos comunes incluyen la espina bífida, la parálisis cerebral, la sordoceguera, entre muchos otros.
Tres espacios inesperados donde podemos promover la inclusión de las personas con discapacidad
En América Latina y el Caribe, las personas con discapacidad representan alrededor del 14% de la población. Se espera que, en aproximadamente 30 años, esta cifra ascienda al 20%, es decir, ¡150 millones de personas!
Por esta razón, las organizaciones multilaterales, los gobiernos y la sociedad civil se han enfocado en promover la inclusión de las personas con discapacidad a través de políticas públicas y transformaciones estructurales e institucionales. Por ejemplo, mejorando el acceso a la salud pública y la educación, generando infraestructura accesible y potenciando la autonomía jurídica y económica.
Sin embargo, existen otros espacios alternativos en los cuales también es posible promover un entorno social que contribuya a la plena inclusión de las personas con discapacidad. Algunos ejemplos son:
1. El deporte
Proyectos como “En sus marcas, listos, inclusión” tienen un impacto directo en la vida de jóvenes con discapacidad. A través del deporte adaptado, esta iniciativa genera transformaciones en las personas, sus familias y sus comunidades.
2. El arte y la cultura
Cuando se habla de una función hecha para “todo público”, no siempre se contempla verdaderamente a todos los públicos. La tecnología y la información disponibles en la actualidad nos permiten generar experiencias artísticas accesibles para toda la población. Además, cada vez es más viable experimentar el arte creado por artistas con discapacidad. Así, es posible fomentar una industria de arte sin barreras.
3. Las redes sociales y el entorno digital
Los avances tecnológicos han hecho que gran parte de nuestro día sea dedicado al uso de dispositivos y plataformas digitales. Todos los días, generamos gran cantidad de contenido. Pero ¿estamos pensando en qué tan accesible es? Algunos lineamientos sencillos pueden ser aplicados para garantizar la accesibilidad de lo que compartimos. ¡Recordemos que la accesibilidad es un deber, no un extra!
Buenas prácticas para promover la inclusión en el día a día
Además de estos ambientes, nuestro día a día presenta infinitas oportunidades para contribuir a la reducción de la discriminación y la desigualdad. Algunas buenas prácticas son:
- El uso de un lenguaje apropiado. Utilizar términos correctos y no condescendientes cuando nos referimos o dirigimos a personas con discapacidad, es una forma de respetar su identidad y autonomía.
- Aprendizaje básico de lengua de señas. El conocimiento de señas de uso común puede facilitar ampliamente la comunicación con personas sordas en lo cotidiano.
- Escucha activa de las personas con discapacidad que nos rodean. De esta manera, podemos incorporar actitudes, ajustes y apoyos que se acomoden a sus necesidades específicas en vez de asumir cuáles son.
- Diseminación de información rigurosa sobre discapacidad. Analizando y compartiendo los datos disponibles, podemos derribar nuestros propios prejuicios y estigmas. Este paso es clave para generar transformaciones en nuestras familias, círculos sociales y comunidades.
Y tú, ¿qué otras acciones recomiendas para construir una región más accesible e inclusiva hacia las personas con discapacidad? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Héctor Lamas Rojas Dice
La discapacidad es una condición relacional, un producto en el cual una limitación funcional, en cualquier área del funcionamiento humano, queda sancionada por la sociedad. Para que una sociedad sancione como discapacidad a una limitación funcional, esta tiene que ser minoritaria y presentarse en un área valorada dentro de la cultura donde el individuo viva.
Por consiguiente, en la determinación de la discapacidad, no solamente debemos considerar las necesidades médicas o educativas especiales de estas personas, sino el conjunto de elementos sociales que condicionan su calidad de vida. La discapacidad se plantea, en este sentido, como una cuestión social que compromete a toda la sociedad. Ello porque el no vivenciar la integración de la diversidad, es recibir un trato de un modo meramente asistencial, paliativo y, si se quiere, paternalista. Con este proceder del sistema educativo formal queda en evidencia que se ignoran ciertos logros que, si bien se hacen esperar, tarde o temprano llegan
María Esther Mogollón Chapilliquén Dice
Saludo el excelente abordaje de la temática de la discapacidad, describe, explica y propone soluciones.
Una de las carencias es la falta de data confiable sobre nosotras.
Ojalá sigan escribiendo sobre los aportes que hacemos las personas con discapacidad a nuestras sociedades.
Atentamente
María Esther Mogollón, mujer peruana, con discapacidad física motora. Directora del Observatorio de los derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, ODISEX PERU
Angel Gabriel Tomay Aguas Dice
Buenos días, que tal.
Mi nombre es Angel Gabriel Tomay, gracias, ya leí su articulo sobre la discapacidad y espero que en el futuro puedan hacer un articulo sobre como ayudar a las personas con discapacidad, ya que yo estoy muy interesado en este tema, pues lo que yo hago es ayudar a las personas con discapacidad a que tengan una mejor calidad de vida y que sigan adelante, en la medida de lo posible.
Estaría padre que anexaran un articulo que hable sobre como ayudar a las personas con discapacidad y como podrían tener una mejor calidad de vida, ya que esa es mi especialidad.
Gracias.
Saludos.