Teniendo en cuenta que para el 2050 el porcentaje de la población total de personas con discapacidad en América Latina y el Caribe llegará a 20,3%, y se espera que en el mundo el 15% de las personas que vivan en centros urbanos tengan alguna discapacidad es importante que los procesos de urbanización sean accesibles e inclusivos.
El crecimiento acelerado de las ciudades es considerado uno de los principales desafíos para el desarrollo de espacios sostenibles e inclusivos. Los centros urbanos encargados de atender las necesidades básicas de más del 80% de la población mundial, aún cuentan con numerosas barreras para la inclusión de las personas con discapacidad y una proporción alta viviendo en situación de pobreza. Adicionalmente, la falta de información sobre la accesibilidad de los centros de salud, escuelas, bibliotecas, museos, y otras instalaciones, reduce las posibilidades del uso de los servicios de la ciudad por parte de personas con discapacidad.
Nada sobre nosotros sin nosotros
Que las ciudades empiecen a pensar en acciones innovadoras y costo-efectivas donde personas con discapacidad participen en su diseño y desarrollo, es una de las estrategias para lograr crear espacios para todos, avanzar en derribar las barreras de la inclusión urbana y social y conseguir que las soluciones lleguen a todos.
El año pasado se llevó a cabo el seminario virtual “Hackeando Barreras: Tecnologías para ciudades inclusivas y accesibles” en donde ciudades desde Toronto hasta Santiago de Chile mostraron como a través del uso de tecnologías innovadoras y costo efectivas, diseñadas en colaboración con personas con discapacidad, han logrado mejoran la accesibilidad y cambiar la inclusión de la discapacidad en las ciudades.
Más allá del GPS: conectando voces que orientan.
Todos sabemos que aplicaciones como GoogleMaps y Waze han logrado facilitar la navegación al aire libre mediante el sistema de GPS. Sin embargo, para lograr espacios más accesibles para las personas con discapacidad visual, las ciudades desde Toronto hasta Busan están implementando señales Bluetooth que emiten mensajes de voz en tiempo real. De esta manera movilizarse por el metro, por el centro de salud o el museo se convierte en una experiencia completamente diferente con la ayuda de mensajes de audio detallados que describen los alrededores.
- CNIB Frontier Accessibility Toronto presentó cómo la ciudad adopto tecnologías Bluetooth que no requieren datos ni conectividad wi-fi. Este es el caso Shop talk Toronto, programa que ayuda a las personas con baja visión a navegar con seguridad y confianza mediante el uso de beacons que se conectan con la aplicación de teléfono inteligente y proporcionar a los usuarios una descripción verbal del espacio interior y exterior, además de información relevante que los locales quieran ofrecer: productos a la venta, cajas registradoras, ubicación de mesas, escaleras, entre otros. Esta iniciativa se lanzó en el 2017 en Toronto y se ha expandido a ciudades en todo Canadá.
- Desde 2016 en Chile y actualmente funcionando en todo el mundo y en más de 25 idiomas, la App Lazarillo fue creada por René Espinoza, diseñada e implementada con la participación de personas con discapacidad visual, tiene el objetivo de brindar un servicio a los ciudadanos con discapacidad visual a navegar la ciudad y participar activamente en la sociedad. La aplicación está disponible para Android & iOS, y cuenta con más de 220,000 usuarios en el mundo que son guiados a través de mensajes de voz y notificaciones sobre su entorno. Las personas pueden buscar destinos específicos, determinar su ruta, y tener también información y accesibilidad a edificios, tiendas, bancos, hospitales y museos, gracias a su sistema de navegación en interiores.
Aprovechando “maker space” para idear ciudades accesibles
Tikkun Olam Makers (TOM) es un movimiento global de 70 comunidades que conecta a ingenieros y diseñadores con las personas con discapacidades, para desarrollar soluciones tecnológicas de código abierto asequibles y que sean soluciones a los desafíos cotidianos. Esta iniciativa que nace en el 2014 en Israel y significa en hebreo “reparar al mundo”, busca no solo hacer uso de herramientas tecnológicas sino también unir la creatividad y diversos perfiles y habilidades de profesionales y estudiantes para encontrar una respuesta a una necesidad a través del siguiente proceso:
- Identificar los desafíos que son desatendidos;
- Creación de prototipos funcionales a través de una solución asequible;
- Desarrollo de prototipos;
- Difusión de los diseños de productos a otras comunidades TOM para que puedan beneficiar a otras personas con las mismas necesidades.
Algunas soluciones anteriores incluyen una silla de ruedas todoterreno diseñada para que un niño pueda ir de excursión con su familia o un sensor agregado a un andador para brindar información adicional a una persona con baja visión. En el 2017 TOM llegó a México y también se encuentra en Chile, Argentina, Colombia, Brasil, Uruguay y Perú como parte de las más de 70 comunidades que se han formado en el Mundo y en América Latina.
Los datos son poder
En una encuesta que realizó el BID para un proyecto en desarrollo sobre el mapeo de accesibilidad de infraestructura social en las ciudades, el 64% de las personas encuestadas con discapacidad, señalaron que buscan información sobre accesibilidad, pero a menudo no la encuentran fácilmente. Y es que los datos son poder; y la tecnología es la herramienta para llegar a tener ese poder.
Es acá donde queremos destacar la iniciativa de Vision Zero San Francisco creada en el 2014 con el objetivo de poner fin a todos los accidentes de tráfico graves y fatales para el año 2024. En ese entonces la Ciudad de San Francisco se convirtió en la primera ciudad en Estados Unidos en utilizar datos desglosados por estado de discapacidad, a través del mapeo de los corredores de alto nivel de accidentes de tráfico, y los lugares donde se concentran las lesiones graves de las personas con discapacidades y personas mayores. Estos mapas, así como otras tecnologías como los cubos de flujo en las esquinas de algunas vías, están generando datos relevantes que han ayudado a mejorar las políticas públicas relacionadas a movilidad y accesibilidad.
Apps que potencian la autonomía aún en tiempos de COVID
Hemos visto como el uso de aplicaciones tecnológicas han demostrado ser particularmente transformadoras en el contexto de COVID-19 para que las personas con discapacidad tengan mayor accesibilidad. De igual forma, hemos visto cómo estas iniciativas tienen un mayor alcance al cubrir las necesidades reales de las personas con discapacidad, cuando son ellas mismas quienes participan en su diseño y desarrollo, siguiendo con el “Nada sobre nosotros sin nosotros” de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
- En Guayaquil, Ecuador, la Dirección de Inclusión Social de la ciudad, ante la alerta que representaba la pandemia para las personas con discapacidad auditiva desarrollo con la colaboración de personas sordas y otros actores de la ciudad, la iniciativa COSORI que buscaba a través del servicio de Skype ofrecer interpretación de señas 24/7 a los ciudadanos. A través de la línea COSORI las personas podían solicitar apoyo de interpretación en las citas médicas, durante las pruebas de COVID-19, en los servicios de atención al público, y en otras actividades sencillas como comida rápida o farmacia a domicilio. Hoy en día, este sistema de mediación comunicativa es usado en otras ciudades del país, y es un ejemplo de una solución tecnológica costo-efectiva que mejora la calidad de vida, accesibilidad y autonomía de más de más de 70.000 personas con discapacidad auditiva en Ecuador.
- En Colombia, hace 20 años nació el Centro de Relevo. Actualmente, uno de sus programas insignias es SIEL, una aplicación tecnológica que permite que a través del celular las personas con discapacidad auditiva puedan solicitar gratuitamente interpretación cuando requieran apoyo para comunicarse con una persona oyente. SIEL se convirtió en una herramienta indispensable para que la comunidad sorda pudiera mantener cierta autonomía a la hora de enfrentarse a la realidad creada por la pandemia. Situaciones como el teletrabajo y las clases virtuales dejaron de ser una barrera para que las personas pudieran comunicarse con sus compañeros y el Centro de Relevo pudo dar apoyo interpretando reuniones de trabajo, sesiones de estudio, e incluso desarrolló un servicio de interpretación de las notas de voz de WhatsApp.
En resumen, las tecnologías de mapeo de accesibilidad y la recolección de datos se ha convertido en una solución para todos. A través de aplicaciones participativas de mapeo y el uso de teléfonos móviles, las personas con discapacidad pueden mejorar su autonomía a través del conocimiento de la información en tiempo real y la mayor flexibilidad para movilizarse y obtener acceso a los servicios de la ciudad.
Maria del Rosario Rojas Dice
Interesante publicación. Muchas gracias!