Increíble, pero cierto. En el siglo XXI todavía existe exclusión en el mundo. En algunos casos y ámbitos es más palpable que en otros, lo cierto es que puede afectar no solamente la vida social de las personas, sino otras áreas en las que nos desenvolvemos. Uno de los ámbitos en los que puede haber exclusión es el laboral. En esta nota te explicamos cómo encararla a través de la inclusión laboral.
No siempre nos enteramos cuando ocurre la exclusión, pero no es poco común escuchar casos en los que candidatos a puestos de trabajo se ven forzados a ocultar su orientación sexual por temor a ser descalificados. “Revisa bien el texto para que no parezca que no puedes hacer el trabajo siendo mujer”, fue el consejo -bien intencionado- de un amigo en 2021 después de leer mi aplicación a un empleo que implicaba largas horas de trabajo y mucha interacción con hombres.
Para erradicar la discriminación necesitamos entender qué es, crear conciencia y estar alertas para defender a quienes la padecen.
También es fundamental promover proactivamente la igualdad en el trabajo, pero ¿en qué consiste la inclusión laboral? ¿Qué importancia tiene para empresas y trabajadores? Y, ¿cómo podemos promoverla?
Veamos.
¿Qué es la diversidad y la inclusión en el trabajo?
Si bien no existe una definición universal de qué es inclusión, y los conceptos varían entre distintos autores, la definición de inclusión parte de la existencia de la diversidad en un determinado entorno. En el caso de la inclusión en el trabajo, también requiere que todos los trabajadores de una empresa tengan “la capacidad de prosperar y contribuir plenamente en el trabajo en un entorno libre de discriminación,” según describe un estudio reciente de la OIT.
La inclusión tiene por fin que todos los individuos o grupos sociales gocen de las mismas oportunidades y los mismos derechos, sin importar sus características, su origen, su género, su cultura y o sus necesidades. En este contexto, la inclusión laboral es solo un tipo de inclusión. Están también la inclusión social, la inclusión educativa, la inclusión de género, la inclusión de personas con discapacidad, y la inclusión digital, entre otras.
Para que haya inclusión en el trabajo se necesitan unas condiciones previas que van más allá del entorno laboral: debe haber respeto por todos los miembros de la sociedad, un trato justo, igualdad de oportunidades, acceso a educación de calidad y formación de habilidades para todos, inserción de todas las personas en el ámbito educativo y social, y la erradicación de estereotipos.
Dimensiones de la inclusión laboral
Ante la exclusión, inclusión
La exclusión laboral en cualquiera de sus manifestaciones se trata de la violación del derecho humano al trabajo, y como toda violación de derechos humanos es injustificable. Sin embargo, como veremos a continuación, sigue siendo una barrera para el acceso de muchos a medios para ganarse la vida. La manera de hacerle frente es con más y más inclusión.
La diversidad e inclusión laboral, además, representan un potencial de desarrollo y productividad indiscutible para los mercados laborales.
Estas son apenas algunas de las dimensiones en las que la inclusión laboral es urgente:
Inclusión laboral de personas con discapacidad
Entre las barreras que deben enfrentar las personas con discapacidad están la limitada oferta de empleo, y la desventajas en el acceso a capacitación y formación de habilidades. Esto último está estrechamente relacionado con la necesidad de una educación inclusiva.
Hasta septiembre de 2021, había una brecha de 10 puntos porcentuales en el acceso a la escuela secundaria entre las personas con discapacidad y el resto de los estudiantes. Y de 13 puntos porcentuales en cuanto a graduación de los sistemas educativos.
Las personas con discapacidad enfrentan otros factores limitantes para ingresar al mercado laboral, como poca preparación de las empresas para recibirlas, y la falta de información sobre cómo deben ser sus espacios de trabajo. La inclusión laboral de las personas con discapacidad es fundamental y exige la coordinación de esfuerzos de varios actores, y no solo de una parte de la sociedad. Gobiernos, servicios públicos de empleo, sector privado, y sector educativo deben hacer un trabajo conjunto de promoción, diseño e implementación de políticas públicas, campañas de concientización, alianzas estratégicas y formación en las empresas.
Inclusión laboral de personas personas LGBTQ+
La comunidad LGBTQ+ también enfrenta dificultades para insertarse en el mercado laboral. Según informes de derechos humanos, la discriminación en los centros educativos en América Latina y el Caribe, tanto de parte de los profesores como de los compañeros de clase, es una barrera para desarrollo de su potencial.
En el mercado de trabajo, las personas LGBTQ+ sufren discriminaciones como maltrato por parte de los reclutadores (sobre todo si estos son hombres heterosexuales), menores remuneraciones y acoso. Lo cierto es que, más allá de estas inaceptables agresiones, cuando la comunidad LGBTQ+ no puede tener una participación igualitaria en la sociedad, existen consecuencias negativas sobre el nivel de desarrollo económico de los países, como se explica en esta nota.
Inclusión laboral femenina
El hecho de que las mujeres no participen plenamente en el mercado laboral representa una pérdida para la sociedad y afecta la productividad de los países.
La brecha laboral entre hombres y mujeres en la región nos está costando 22,5% del PIB, de acuerdo con estimaciones del FMI. La realidad es que con una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral ganamos todos, pues tendríamos una región más productiva, innovadora, con mejor manejo del riesgo y mayor rendimiento.
De hecho, en el marco de la recuperación de los mercados laborales y la economía después de la crisis provocada por el COVID-19 -en la que se perdieron más de 31 millones de empleos, la mayoría empleos femeninos- uno de los factores que está permitiendo a la región alcanzar sus niveles de empleo previos a la pandemia, es la reintegración paulatina de las mujeres a la fuerza de trabajo. El Observatorio Laboral del BID registró este avance en su más reciente informe sobre el estado de los mercados laborales, no sin hacer una aclaratoria importante:
“Aún cuando se observó una recuperación del empleo femenino entre marzo y junio de 2022 que llegó a superar el nivel de recuperación del empleo de los hombres, solo se cerró el porcentaje de la brecha que profundizó y amplió la pandemia. La brecha de género en el mercado laboral de la región se mantiene.
Algunas medidas para impulsar con fuerza la inclusión laboral y productiva de las mujeres, y cerrar las brechas pueden ser:
- Dedicar esfuerzos e inversión a la construcción y fortalecimiento de habilidades para el trabajo de las mujeres, y a iniciativas que ayuden a conducirlas hacia los sectores de mayor valor y mejores salarios como tecnología, ingeniería, y ciencias;
- Facilitar y estimular el emprendimiento y el liderazgo empresarial en las mujeres. Tal y como se explica en esta nota, las mujeres tienen mayor rentabilidad para los servicios financieros, y generan más ingresos que sus pares hombres;
- Modernizar las regulaciones para contar con legislación que promueva el empleo femenino.
¿Cuál es la importancia de la inclusión?
La inclusión ayuda a romper el círculo de la pobreza en las sociedades, fomenta el crecimiento profesional, el bienestar emocional, el bienestar social, y mejora la calidad de vida de los individuos.
Es un derecho humano y una preocupación para organismos internacionales, como la Organización de Naciones Unidas (ONU), que trabajan para integrar a los grupos históricamente excluidos y vulnerables ante conductas discriminatorias. La inclusión permite un acceso equitativo y respetuoso al mundo laboral, a pesar de las diferencias, y una valoración del aporte de cada persona a la sociedad.
¿Cómo promover la inclusión en el trabajo?
La inclusión laboral no se trata simplemente de “ayudar” a quienes son víctimas de la exclusión, sino también de pensar en grande con una perspectiva de innovación y productividad en la que se valoren los aportes de todos individuos y grupos.
A continuación, algunas de los beneficios de promover y tener mercados de trabajo más inclusivos:
- Contribuye a eliminar estereotipos y a re educarnos acerca de cómo convivir respetando nuestras diferencias.
- Ayuda a lograr cambios culturales que a la larga propiciarán mayor inclusión social y en otros ámbitos de la vida en sociedad.
- Eleva la calidad del liderazgo organizacional: los líderes inclusivos que se comprometen con la diversidad y la equidad son capaces de identificar las fortalezas de los miembros de sus equipos y potenciarlas para la productividad y el desarrollo.
La flexibilidad laboral, ¿es una herramienta de inclusión al mercado de trabajo para grupos con dificultades para acceder a empleos de calidad? Entérate en esta conversación entre Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales del BID, y Eliana Bracciaforte, cofundadora de la plataforma de trabajo freelance Workana, sobre el futuro de la oficina como la conocemos.
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