¿Sabías que en América Latina y el Caribe viven 100 millones de personas de entre 15 y 24 años? Se trata de una fuerza demográfica imparable que pronto tendrá en sus manos el futuro de la región, un futuro marcado por la gran ola tecnológica, el advenimiento de la robótica y la inteligencia artificial. Ahora bien, estas nuevas generaciones desarrollarán su vida laboral en un contexto muy diferente al de las generaciones que les precedieron. ¿Cómo son estos jóvenes? ¿Qué habilidades necesitan para triunfar en el futuro del trabajo? Nuestra nueva publicación sobre las habilidades del siglo XXI explora estas y otras interrogantes.
¿Qué mercado laboral enfrentan los jóvenes de hoy?
Los datos indican algunas tendencias importantes en cuanto a las habilidades que el nuevo mercado laboral va a demandar. Para empezar, las nuevas tecnologías están impulsando una creciente demanda de habilidades digitales avanzadas. Así, según datos de LinkedIn, entre las 20 habilidades con más crecimiento en Argentina, Brasil, Chile y México la mitad están directamente relacionadas con el desarrollo y el manejo de tecnologías (como herramientas de diseño web y tecnologías de almacenamiento de datos). La tendencia también resalta la aparición de ocupaciones que requieren un alto grado de inteligencia social y habilidades creativas, como especialista en redes sociales, reclutador especialista en marketing o estratega de negocios. También se observa, producto del cambio demográfico en la región, una creciente demanda de ocupaciones vinculadas a los sectores de salud y educación, y más específicamente de aquellas que tienen que ver con el cuidado de niños, adultos mayores y pacientes médicos. Estas ocupaciones requieren no solo de habilidades técnicas, sino también de un alto nivel de habilidades socioemocionales.
Las nuevas tecnologías están impulsando una creciente demanda de habilidades digitales avanzadas.
La importancia creciente de las habilidades socioemocionales no se limita únicamente a las ocupaciones centradas en las personas. Cada vez más, las ocupaciones más técnicas (como científico o ingeniero) están requiriendo un mayor nivel de habilidades socioemocionales para potenciar la adopción de nuevas tecnologías. A medida que cambian las tareas que debe desarrollar un profesional en su trabajo, cambia también la combinación de habilidades que demandan los empleadores. De hecho, un estudio muestra que los salarios han crecido para quienes tienen un alto nivel de habilidades tanto técnicas como socioemocionales.
Radiografía de los jóvenes de América Latina y el Caribe
Estas tendencias dejan a los jóvenes de América Latina y el Caribe frente a una encrucijada. Aunque tienen más educación y habilidades digitales que las generaciones precedentes, no están preparados para un mercado laboral que los recibe con nuevas demandas de habilidades, altas tasas de rotación y una gran informalidad. Además, se encuentran con la emergencia de nuevas plataformas digitales, una mayor exigencia de experiencia y formas diversas de trabajar. Sin embargo, a pesar de estos retos, los jóvenes muestran optimismo y tienen aspiraciones que pueden ser una base importante para poder responder a un contexto cambiante y cada vez más tecnológico (por ejemplo, nuestro estudio sobre los millennials destaca que 85% de los jóvenes aspira a graduarse en educación superior, aunque actualmente ese porcentaje apenas alcanza el 40%). Además, los jóvenes muestran indicadores elevados de autoestima, autoeficacia, perseverancia y determinación, lo que se traduce en más confianza y motivación para desempeñarse exitosamente en el lugar de trabajo.
A pesar de los retos, los jóvenes muestran optimismo y tienen aspiraciones que pueden ser una base importante para poder responder a un contexto cambiante y cada vez más tecnológico.
Políticas públicas para los jóvenes del siglo XXI
En un mundo del trabajo que está en constante transformación, es imprescindible generar políticas públicas que garanticen a los jóvenes trayectorias exitosas de aprendizaje laboral. Como destacamos en nuestra publicación sobre las habilidades del siglo XXI, se requieren sistemas que aseguren la inclusión y que permitan aprender a aprender, desaprender, emprender y actualizarse continuamente, combinados con programas de acompañamiento y apoyo a los jóvenes en su proceso formativo y en su transición al mercado laboral. En este sentido, la digitalización y la automatización imponen retos, pero también ofrecen oportunidades. Es necesario, igualmente, promover más y mejores experiencias laborales para los jóvenes, reconociendo el papel protagónico del sector productivo en la definición de contenidos, la provisión y la evaluación de la formación. Invertir en el desarrollo de sistemas de información y orientación es también un imperativo, ya que muchos jóvenes toman decisiones educativas o laborales con datos escasos o erróneos.
El futuro del trabajo ha llegado y nos pide cambios importantes. En pocos años hemos pasado de un contexto en el que estudiábamos para trabajar toda la vida en la misma ocupación, a un escenario en el que el aprendizaje y el trabajo ocurren de manera continua, de formas diversas. Nos hemos convertido en consumidores y productores de conocimiento. Cuanto antes procesemos este cambio de mentalidad, antes podremos adaptarnos a lo que viene y aprovechar todas las oportunidades que el futuro nos brinda. Para saber más sobre este tema, descarga El futuro ya está aquí: Habilidades transversales de América Latina y el Caribe en el siglo XXI.
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