Los sistemas de pensiones de América Latina y el Caribe enfrentan desafíos muy serios para lograr que la mayoría de adultos mayores cuenten con una pensión (cobertura), que las pensiones provean los suficientes recursos a los beneficiarios (suficiencia) y, sobre todo, que los gobiernos puedan pagarlas (viabilidad fiscal). Estos retos serán cada vez de mayor envergadura en la región, pues la transición demográfica está generando un rápido envejecimiento de la población, cuya expectativa de vida continúa aumentando. Esto hace imprescindible ajustar los sistemas de pensiones a la nueva realidad. En definitiva, la pregunta no es si los sistemas se tendrán que ajustar en sus parámetros fundamentales (nivel de pensiones, edad de jubilación y tasa de contribuciones), sino cuándo deberá producirse ese ajuste.
La pregunta no es si los sistemas se tendrán que ajustar en sus parámetros fundamentales, sino cuándo deberá producirse ese ajuste.
Un ejemplo de lo anterior es el caso de Argentina. El Congreso de ese país aprobó recientemente una ley de reforma previsional que busca resguardar la sostenibilidad financiera y reducir las contingencias fiscales de su sistema previsional, que cuenta con una de las tasas más altas de cobertura a nivel regional y se financia mediante los aportes de los trabajadores, empleadores y el Estado. Entre las principales modificaciones que introduce la reforma están la modificación de la fórmula de cálculo para las actualizaciones de las pensiones, jubilaciones y programas de asistencia social, y la elevación de la edad de jubilación de manera optativa: de los 65 a 70 años para los hombres y de los 60 a los 63 años para las mujeres.
Más países de la región estudian ajustes
Otros países de la región se encuentran discutiendo ajustes mayores en sus sistemas de pensiones. El Congreso de Brasil está analizando una reforma que busca reducir el creciente déficit previsional resultante de un sistema con beneficios generosos y una cobertura superior al 80% para los mayores de 60 años.
Otros países eventualmente tendrán que llevar a cabo cambios en sus sistemas para lograr su viabilidad. Por ejemplo, Uruguay y Costa Rica gastan un alto porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) en pensiones, como reflejamos en Ahorrar para Desarrollarse. Según nuestras proyecciones, esta presión fiscal irá en aumento para casi todos los países. Se calcula que el gasto público en jubilaciones, si no se aplican reformas, sería cercano al 50% del PIB en Brasil y sobrepasaría los 30 puntos porcentuales en Bolivia y 20 en Panamá en 2100.
¿Cómo evitar que las pensiones se conviertan en un problema social?
La viabilidad de los sistemas de pensiones depende de la coherencia que exista entre las contribuciones durante la vida laboral, los beneficios que se otorgan, la edad de jubilación y la expectativa de vida. Los sistemas en el siglo XXI deberán irse ajustando para que puedan mantenerse y poder otorgar beneficios a sus retirados. De hecho, Argentina está recorriendo un camino por el que ya pasaron otros países, como Chile, donde se creó el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) para financiar pensiones para los trabajadores de menores ingresos -Pilar Solidario- y que se implementó con una reforma previsional en 2008. En España, el Gobierno decidió en 2013 implantar las primeras medidas para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Una de estas medidas fue el diseño de un “factor de sostenibilidad” que permite garantizar el equilibrio entre los gastos e ingresos del sistema público de pensiones. Reglas similares a esta ya están poniéndose en práctica en otros países europeos, como Portugal, Grecia, Alemania y Austria.
Los sistemas en el siglo XXI deberán irse ajustando para que puedan mantenerse y poder otorgar beneficios a sus retirados. De hecho, Argentina está recorriendo un camino por el que ya pasaron otros países, como Chile.
El gran reto de informar, explicar y convencer
Ajustar los sistemas de pensiones es una tarea ardua y difícil. Convencer sobre la necesidad de las reformas puede tornarse muy complicado en una era donde las comunicaciones son oblicuas y la velocidad de la información es casi instantánea. Por ello, las autoridades tienen la gran tarea de concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de llevar a cabo estos cambios.
Las reformas a los sistemas de pensiones constituyen un tema de gran complejidad, que afecta a un grupo vulnerable de la población como son los adultos mayores, y deben por tanto abordarse con diálogo e inclusión social para que la sociedad entienda y aproveche los beneficios de asegurar su sostenibilidad. Conseguir más y mejores pensiones para toda la población es una tarea ardua en la que todos deben involucrarse.
Eduardo Melinsky dice
Sin entrar en detalles sobre cada país en particular, cabe señalar que el proceso de maduración de los programas de seguridad social, con el avance natural de las curvas de beneficio junto con las características del envejecimiento poblacional ( producto de las mejoras en la expectativa de vida y la sustancial baja en la natalidad), lleva a un problema de gobernabilidad, puesto que los presupuestos públicos (o presión tributaria y/o endeudamiento) se resienten ante los requerimientos crecientes de recursos financieros para mantener los sistemas de reparto
Así es necesario agregar a este interesante artículo la necesidad de contar con procesos de difusión de la situación presente de los programas de seguridad social (tanto en materia financiera como demográfica) junto con procesos de realización y difusión de valuaciones actuariales, con la determinación de Balances Actuariales, Flujos de Fondos Proyectados y Evolución de los Fondos de Garantía, identificando los aspectos críticos de la evolución de los programas, junto con un análisis de sensibilidad de los efectos de las variaciones de los parámetros de los sistemas (edad de jubilación, niveles de aportaciones, etc).
Guillermo dice
2 de cada 3 argentinos rechazan la medida recientemente aprobada por el parlmento ya que recorta las jubilaciones. Es mentira que el sistema previsional argentino está al borde del colapso. Este gobierno está sacando el dinero de esa partida para gastos corrientes y para cumplir con las condiciones de los prestamistas internacionales para generar más deuda. Para que un sistema previsional sea sostenible no hay que recortar, sino generar crecimiento económico y salarios dignos, para que los trabajadores activos puedan hacer un aporte interesante a la rueda de recursos. Las malas decisiones económicas de esta gestión supuestamente liberal reduce el estado y empobrece a las personas, lo cual reduce su poder adquisitivo y achica la economía. Señores, ustedes que son defensores de la “sustentabilidad” y la “rentabilidad”, que clase de gobierno con miras al crecimiento destruye la economía interna del país?
Antes de preocuparse por el desafío de “explicar” deben someterse a un debate con economistas no ortodoxos. Las medidas sugeridas en este artículo no tienen nada de nuevo y menos para un mundo cambiante con riqueza cada vez más concentrada. Medidas no ortodoxas que alienten al consumo interno y generen desarrollo local son las salidas contracíclicas acertadas. Ya probamos miles de veces con ajustar en los sectores más vulnerables. Nunca funcionó.
Raul Orellano dice
Excelente apreciación sobre la Argentina. Lo que se quiere hacer figurar como Solidario e Igualitario bajando las Jubilaciones y Pensiones es un ignominia que no tiene ningún sentido, más que el recaudatorio para seguir dilapidando los Fondos de la ANSES mediante préstamos que toma el gobierno a tasa irrisorias y que gneralmente nunca devuelva al patrimonio que han generao los jubilados. Es cierto que hay jubilaciones muy reducidas con las cuales no se puede vivir, pero también es injusto hacer igualitario el sistema para gente que nunca aportó y para otros que hemos aportado a las Cajas de Jubilaciones en foma legal y contínua por más de 45 años de trabajo y ahora pretenden hacernos “iguales” a los que nunca aportaron.. Por optra parte quieren bajar las jubilaciones pero no el Gasto del Estado que día a día se incrementa. Necesitamos inversiones que generen trabajo y un Política de Estado que respete las Normas a Largo Plazo (25 años) para que los inversores quierean invertir. De esta manera con más trabajo habrá aportes reales a las Cajas de Jubilaciones y el sistema será sostenible con menos Impuestos a pagar. El Sistema debe ser Equitativo.