¿Sabías que apenas el 42% de los alrededor de 260 millones de trabajadores en América Latina y el Caribe son mujeres? Es probable que en una fecha como hoy, en la que se conmemora el Día de la Mujer, encuentres referencias a la denominada brecha de género, que no solo nos habla de diferencias en participación laboral, sino también en salarios. ¿Qué explica estas brechas? ¿Por qué las mujeres tienen menores tasas de participación en todos los grupos de edades? ¿Cuál ha sido la evolución de la participación laboral femenina en la región? ¿Están avanzando los países de América Latina y el Caribe en la buena dirección? En este 8 de marzo, les compartimos algunas reflexiones al respecto.
Evolución de la brecha de género
La brecha de género en participación laboral se ha ido reduciendo de manera constante en la región, incluso en años recientes. Esta disminución se ha dado fundamentalmente por el incremento de la tasa de participación laboral de las mujeres, tal como se muestra en la siguiente gráfica. Sobre este aspecto, destacamos tres hechos. El primero es que para las edades de mayor productividad en la vida laboral (de 25 a 54 años) se dieron incrementos en la participación muy similares. Segundo, en los primeros años de la vida activa (15-18 años) se dio una caída importante de la participación laboral de ambos géneros, lo cual sugiere que el sistema educativo se ha ido expandiendo de manera efectiva para esas edades con mayor igualdad de oportunidades. Finalmente, la mayoría de los países de la región muestran reducciones importantes en las brechas en años recientes, especialmente en el caso de Chile y de varios países centroamericanos.
La realidad varía notablemente para cada subregión. Los países de América Latina y el Caribe cuentan con tasas de participación laboral femenina para toda la población económicamente activa muy diferentes, y ninguno muestra niveles superiores al 80%. Sólo Barbados y Bahamas cuentan con una tasa de participación laboral femenina superior al 70%. De hecho, en algunos países la mayoría de las mujeres es ajena al mercado de trabajo, por lo que muestran niveles de participación laboral femenina inferiores al 50% (El Salvador, Guatemala, Guyana y Honduras). Además, la participación laboral es menor para mujeres jóvenes, habitantes de zonas rurales y casadas con hijos pequeños. Esto explicaría por qué las menores tasas de participación laboral femenina se observan en Centroamérica, pues se trata de países que son, a su vez, más jóvenes, más rurales y de familias más numerosas.
Los países de América Latina y el Caribe cuentan con tasas de participación laboral femenina para toda la población económicamente activa muy diferentes, y ninguno muestra niveles superiores al 80%.
¿Por qué es importante que las mujeres participen en el mercado laboral?
La participación femenina en el mercado laboral es importante por múltiples razones. Una de ellas se refiere a la pérdida de bienestar que significa para la sociedad en su conjunto el hecho de que las mujeres no participen del mercado laboral, lo que además se refleja en pérdidas tanto de productividad como de producción. Se estima que el costo de la brecha laboral existente se encuentra entre el 10 y el 20% del PIB per cápita para la mayoría de países de la región. Es decir, si se lograse reducir la brecha laboral, la riqueza generada podría coadyuvar a los esfuerzos de reducción de pobreza, con mayores efectos potenciales en los hogares más pobres.
Si se lograse reducir la brecha laboral, la riqueza generada podría coadyuvar a los esfuerzos de reducción de pobreza.
Otra razón, tal vez más valiosa, es la revaloración del papel de la mujer en nuestras sociedades y su trabajo remunerado en las actividades económicas. Las sociedades de nuestra región comienzan a reconocer la corresponsabilidad masculina en el trabajo doméstico no remunerado. En el estudio Participación laboral femenina: ¿qué explica las brechas entre países?, de reciente publicación, se sugiere que los estereotipos de género crean una base de discriminación social que evita que los nexos laborales de las mujeres sean fuertes.
Pese al aumento en la corresponsabilidad masculina en el hogar, todavía estamos lejos de llegar a la paridad, lo que impide el desarrollo profesional de las mujeres. Las mujeres interrumpen una vida laboral remunerada para asumir roles tradicionales en el trabajo doméstico y la crianza de los hijos desproporcionadamente más que los hombres. Esto se refleja en que las mujeres tienen una mayor participación en los denominados “trabajos parciales”. Asimismo, el entorno institucional y la falta de apoyo impiden que esta intermitencia sea menor y dejan como única alternativa ocupacional el empleo informal. Es decir, pese a que muchas mujeres desean incorporarse al trabajo, su restricción de tiempo y falta de apoyo social las obligan a hacerlo como asalariadas sin derecho a jubilación (en este artículo hablamos justamente de las diferencias de género en las pensiones), como cuentapropistas no profesionales o trabajadoras sin remuneración.
Pese al aumento en la corresponsabilidad masculina en el hogar, todavía estamos lejos de llegar a la paridad, lo que impide el desarrollo profesional de las mujeres.
Políticas para cerrar la brecha de género
Algunas alternativas de política pública que facilitarían la reducción de las brechas de género en el mercado laboral pueden ser las enfocadas en el cuidado infantil y en aumentar la jornada escolar. Siguiendo las guías del Consenso de Montevideo, es necesario implementar políticas públicas de igualdad laboral que eliminen la discriminación y las asimetrías de género en materia de acceso a empleos decentes y permanencia en ellos. Una alternativa es mejorar tanto la oferta de educación preescolar pública como extender las jornadas escolares ‑que generalmente son muy cortas‑, que permitiría que las mujeres puedan encontrar ocupaciones con mayores ingresos para su hogar. Con ello, las sociedades latinoamericanas y caribeñas conseguirían mejorar.
Yessenia dice
Estimados señores, en Perú en agosto se realizará ña Primera Expo Ciudades Sotenibles.
Abordaremos los 17ODS, y el ODS 5 Igualdad de género tendrá un papel predominante.
¿Con quién puedo coordinar una reunión (en Lima) a fin de invitarlos como ponentes?
Este evento tiene en el Comité Organizador a: Universidad San Cristobal de Huamanga, Gobierno Regional de Ayacucho, Municipalidad de Huamanga, Centro de Competencias del Agua, Patronato Pikimachay, y Centro de Desarrollo Agropecuario..
Gabriela Aguerrevere dice
Estimada Yessenia, muchas gracias por contactarnos. Teniendo en cuenta el tema del evento, te invitamos a escribirle directamente a nuestros colegas de la División de Desarrollo Urbano y Vivienda del BID a través del correo CSD-HUD@iadb.org. Saludos.