Desde la Segunda Guerra Mundial, las mujeres han aumentado su participación en el mercado laboral hasta casi igualar a la de los hombres. Sin embargo, aunque la evolución ha sido enorme, todavía existen brechas de género en términos de salarios y oportunidades profesionales. El siglo XXI agrega una complejidad adicional al mercado laboral: el avance imparable de la tecnología. Nuevos procesos productivos cambiarán enormemente la naturaleza de los trabajos y muchas ocupaciones se transformarán o desaparecerán. A menudo vemos que los medios comparan a los hombres con los robots, pero ¿qué pasa con las mujeres? ¿Ganarán o perderán en el futuro del trabajo?
Por tipo de actividad
Si observamos el impacto de la tecnología por tipo de actividad o tarea, aquellas con mayor riesgo de automatización son las rutinarias y predecibles. En el otro extremo se encuentran las tareas que requieren habilidades socioemocionales y cognitivas más avanzadas, competencias que difícilmente puedan ser reemplazadas por tecnología. Como consecuencia, un trabajador que desarrolle este tipo de habilidades se posicionará exitosamente en el mercado laboral del futuro. En este contexto, puede ser que las mujeres salgan favorecidas, ya que hay evidencia de que aventajan a los hombres en habilidades como la empatía, el asesoramiento, la influencia, el liderazgo inspirador, el manejo de conflictos, la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la orientación hacia los logros. Estas habilidades -tan específicas al ser humano- pueden ser un activo invaluable para las mujeres en el mercado laboral del siglo XXI.
Si observamos el impacto de la tecnología por tipo de actividad o tarea, aquellas con mayor riesgo de automatización son las rutinarias y predecibles.
Por área ocupacional
Otra forma de contestar estas preguntas tiene que ver con las áreas ocupacionales que pierden o ganan importancia a raíz de la automatización. Por una parte, son malas noticias para las mujeres, ya que el empleo femenino está concentrado en áreas con alto potencial de automatización como lo son ventas, operaciones financieras y administrativas (en Estados Unidos, por ejemplo, se calcula que las mujeres representan un 73% del 97% de los cajeros que perderán sus trabajos en los años venideros debido a la automatización). Por otra parte, la economía digital requerirá trabajadores con conocimientos y experiencia en campos relacionados a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), donde la participación femenina es muy baja (solo el 32% de las personas que se gradúan en las áreas de CTIM son mujeres, según datos de la UNESCO). De hecho, el Foro Económico Mundial estima que si la brecha de género actual no se logra reducir en los próximos años, solo se generaría un trabajo en las áreas CTIM por cada 20 trabajos perdidos por las mujeres, comparado a un trabajo por cada 4 perdidos por hombres.
El empleo femenino está concentrado en áreas con alto potencial de automatización como lo son ventas, operaciones financieras y administrativas
Por ola tecnológica
Por último, podemos responder estas preguntas haciendo referencia a las tres olas de automatización que afectarán al mercado laboral según Price WaterHouse Coopers. La primera llega aproximadamente hasta el año 2020 y es la ola de los algoritmos, que implican la automatización del análisis de datos y actividades digitales simples (como servicios financieros, profesionales y técnicos y los sectores de información y comunicaciones). En esta etapa las mujeres se verán más afectadas, debido a su alta representación en estos sectores. La ola de aumento, que se dará alrededor del año 2030, implicará la automatización de actividades rutinarias e intercambios de información, así como desarrollos con drones, robots en los almacenes y vehículos semi-autónomos. Durante este período se espera que los efectos sean sentidos en todos los sectores (aunque se espera que el sector financiero sea el más afectado), también impactando en mayor medida a las mujeres. Finalmente, alrededor del año 2035 se dará la ola de autonomía, donde se espera que la inteligencia artificial realice tareas que impliquen toma decisiones complejas y acciones físicas con poca interacción humana. Es aquí donde se estima que sectores como transporte, manufactura y venta al por mayor recibirán el mayor impacto, y, por ende, los hombres serán los más afectados.
No todo está dicho
Como se explica en esta publicación interactiva del BID, el futuro del trabajo trae desafíos y oportunidades tanto para el hombre como para la mujer. Pensar en las oportunidades que se abren para las mujeres ante las tendencias del futuro es fundamental para cerrar las brechas que existen en el mercado laboral del presente. Si bien hay evidencia de que las mujeres cuentan con ventajas en lo que respecta a habilidades socioemocionales, su inserción en carreras con potencial para crecer a futuro y recibir mejores salarios (como las CTIM) será fundamental para tener éxito en el mercado laboral del siglo XXI. También, tendencias como la economía gig ofrecen alternativas de trabajo más flexibles que pueden resultar más atractivas para las mujeres -sobre todo las madres- y quizás ayudar a cerrar la brecha de género (de hecho, un reporte reciente muestra que el número de mujeres trabajando en la economía gig ha venido superando al número de hombres, aunque aún no está claro si persistirán las brechas salariales). En el contexto de la cuarta revolución industrial, proponemos seguir preguntando no solo si el hombre le ganará al robot, sino también cómo se posiciona la mujer frente a la automatización y otras tendencias del futuro del trabajo.
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