Tenía siete años apenas, apenas siete años,
¡Qué siete años! ¡No llegaba a cinco siquiera! De pronto unas voces en la calle me gritaron “¡Negra!” ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! “¿Soy acaso negra?”- me dije ¡Si! “¿Qué cosa es ser negra?” …
…Y pasaba el tiempo, Y siempre amargada. Seguía llevando a mi espalda. ¡Mi pesada carga… Y cómo pesaba!…
Me alacié el cabello, Me polveé la cara Y entre mis entrañas siempre resonaba la misma palabra.
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! Victoria Santa Cruz
Es común escuchar frases como “ella es una negra bonita” o “negra con rasgos finos”, las cuales están lejos de ser elogios. Estas acarrean una connotación negativa: indican de forma implícita que las facciones afrodescendientes aceptadas o deseables. Además, son frecuentes las referencias en diminutivo como “la negrita”; o alusiones al cabello afro como “pelo malo”. También la creencia de que este tipo de cabello no es presentable en escenarios formales, y que una mujer negra que tuvo hijos con un hombre blanco “arregló la raza”.
La idea de que “lo negro” es lo imperfecto y defectuoso
Todos estos dichos y creencias denotan un lenguaje discriminatorio, pero también la carga de los comentarios sobre el físico en las mujeres afrolatinas y afrocaribeñas, más allá de la presión a la que ya se enfrentan como mujeres.
En el mes que conmemoramos el día internacional de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora es una buena oportunidad para preguntarnos cuáles son las primeras impresiones que nos genera una mujer negra. Y, ¿cuáles son las ideas preconcebidas que tenemos sobre su inteligencia, nivel educativo, su tipo de trabajo, sus habilidades o su estatus socioeconómico?
- El rechazo por los rasgos afrodescendientes se manifiesta desde la etapa escolar. El estudio de Convivencia y discriminación en Educación Media de Uruguay muestra que el 34% de estudiantes de educación media presenciaron comentarios negativos o insultos por parte de otros estudiantes por su color de piel o tipo de pelo. El 8% manifestaron que estos comentarios provenían de personas adultas. Más aún, el color de piel y el tipo de pelo son el motivo más común por el cual los estudiantes viven agresiones en los centros educativos. En Perú el 13.3% de las niñas y niños ha sufrido burlas por parte de sus compañeros debido a sus características físicas y en particular por su color de piel. Por su parte, en Brasil muestran que, de las prácticas de la intimidación en las escuelas, el número más alto fueron registradas hacia los estudiantes negros.
- La textura del cabello es una característica muy susceptible a burlas y rechazo desde las edades tempranas, especialmente en las mujeres. Como reinvindicación, en Panamá desde 2012 se conmemora el día de la trenza, después de constantes denuncias por la prohibición a las niñas de usar estos peinados en los colegios. Asimismo, estudios han identificado que desde los 5 años las niñas negras enfrentan discriminación hacia su cabello.
El bullying racista no se limita solamente a una problemática escolar
En Perú se ha encontrado que las mujeres afroperuanas enfrentan insultos relacionados con la negación de su belleza y la mención de sus rasgos físicos como el cabello, los peinados, la nariz y la boca de manera peyorativa.
Esta realidad se traslada al contexto laboral. Evidencia internacional revela el sesgo de los empleadores contra las mujeres negras con peinados naturales en la contratación laboral. Estas son percibidas como menos profesionales, menos competentes y propensas a ser recomendadas para una entrevista de trabajo en comparación con mujeres negras con el pelo alisado y blancas con peinados rizados o lisos.
¿Cómo impacta esto a las mujeres y niñas afrodescendientes?
Si bien el impacto de la discriminación racial en el desarrollo de las personas ha sido un tema poco estudiado, no es difícil pensar que afecta distintas dimensiones. Entre ellas la psicológica y socio-emocional.
El Center on the Developing Child de la Universidad de Harvard logra explicar los efectos del racismo sobre el desarrollo infantil. Uno de los hallazgos es que lidiar constantemente con el racismo activa los sistemas de respuesta al estrés, lo cual desgasta significativamente el cerebro y otros sistemas biológicos. Lo anterior puede tener efectos de por vida en el aprendizaje, el comportamiento y la salud física y mental.
De igual forma, otros análisis han encontrado problemas de identidad, autoestima y autoaceptación en mujeres negras encuestadas a causa de experiencias de discriminación.
Por ejemplo, una investigación en Colombia concluye que todas las mujeres participantes tienen en común que en alguna etapa de su vida quisieron someterse a procesos de alisado, por la creencia de que así se verían “más bonitas”. Incluso en la adultez estas mujeres presentan diferentes incomodidades al mantener su cabello natural.
La baja autoestima de jóvenes puede predecir su futuro nivel salarial y su probabilidad de adquirir empleo. En ese sentido, los factores psicosociales alrededor de la discriminación racial podrían estar generando, entre otras cosas, una limitación en el desarrollo profesional de las mujeres afrodescendientes.
¿Cómo mitigar la carga estética en las niñas y mujeres afrodescendientes?
1. Crear currículos escolares y componentes inclusivos y antirracistas
La incorporación de un currículo racialmente incluyente no debería limitarse a la conmemoración de los días afrodescendientes o a incluir la esclavitud y la diáspora africana en las clases de historia. También debería desarrollar acciones integrales para promover la igualdad y el respeto por la diversidad, así como atacar los sesgos raciales conscientes e inconscientes.
Algunas acciones podrían incluir:
- Revisión del currículo actual con un enfoque en los elementos que invisibilizan o visibilizan de manera estereotipada a la población afrodescendiente.
- Generación de programas de sensibilización sobre el racismo y los sesgos inconscientes en los que participen diferentes los actores de la comunidad educativa.
- Revisión y reformulación de los libros de texto escolares con miras a un uso inclusivo de las imágenes y el lenguaje.
- Contratación de profesores afrodescendientes para lograr una mayor diversificación de los espacios escolares e incorporar sus perspectivas en los temas relacionados con inclusión racial.
2. Visibilizar mujeres negras que se destacan en diversos ámbitos de la sociedad
Los prejuicios sobre las mujeres afrodescendientes, y aquella asociación de “lo negro” con lo defectuoso, se da en parte por el papel que se cree que juega este grupo étnico en la sociedad. Un estereotipo común es el de la mujer afrodescendiente siendo empleada doméstica o cocinera, pero no siendo gerente de una empresa, representante de altos cargos, ni presidenta de un país.
Tener como modelos a seguir a mujeres negras que ocupan cargos tradicionalmente ocupados por hombres blancos impacta positivamente la perspectiva de lo que es alcanzable por otras personas de este mismo grupo. Así, la imagen y los discursos que se reproducen y difunden en espacios escolares, en los medios de comunicación, en el marketing empresarial, entre otros, son fundamentales para transformar esas nociones de en qué espacios encaja una mujer negra con cabello afro y en qué espacios no.
Aunque hay mucho camino por recorrer en términos de equidad racial, en América Latina cada vez son más las referentes afrodescendientes en espacios políticos, empresariales, académicos, entre otros, que hay que seguir visibilizando, no solo como casos atípicos y momentáneos, sino como la inclusión progresiva y permanente de personas negras en todas las esferas de la sociedad.
3. Promover políticas de respeto a la diversidad en entornos laborales
Los lugares de trabajo son uno de los espacios en donde más se presentan situaciones de discriminación racial. Una de las formas más frecuentes, es a través de la prohibición o el rechazo hacia los peinados afrodescendientes y el cabello natural afro. Si bien, ha habido diversas denuncias en diferentes países de la región, se cree que hay un amplio subregistro de casos, debido a que se ha normalizado y ocultado la discriminación racial bajo los códigos de vestimenta de las empresas y organizaciones. A raíz de esto, algunos países han creado herramientas de denuncias, por ejemplo, el Ministerio de Cultura de Perú creó Alerta contra el Racismo con el fin de educar sobre derechos, visibilizar la problemática y facilitar el reporte de casos.
No obstante, estas medidas reactivas se pueden complementar con medidas preventivas, mediante la capacitación en antirracismo para empresas y organizaciones, así como con la creación de programas de contratación que atraigan diversidad a los lugares de trabajo.
El BID en contra de la discriminación racial
Desde el BID impulsamos iniciativas que buscan apoyar la igualdad de oportunidades para mujeres y niñas afrodescendientes. A través de préstamos se ha promovido la adaptación cultural de currículos y materiales didácticos para grupos étnicos, y la promoción del desarrollo del turismo para aumentar los ingresos y el empleo formal de las mujeres afrodescendientes. Además, el BID ha desarrollado plataformas y contribuido a la creación de coaliciones y colaboraciones que buscan fomentar el diálogo regional y fortalecer las políticas de inclusión afrodescendiente en América Latina y el Caribe.
Debemos seguir trabajando para eliminar la discriminación racial hacia las mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y afrodescendientes, si queremos alcanzar un desarrollo verdaderamente inclusivo y sostenible.
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