La sociedad no está acostumbrada a ver mujeres negras como CEOs; en parte, porque no hay muchas. En Brasil, las mujeres representan tan solo el 11% de directoras ejecutivas de las empresas más grandes, de esas el 0.4% son mujeres negras. Yo formo parte de esa minoría. La discriminación es algo con lo que aprendemos a lidiar día a día. Cuando asistí a una cena de ejecutivos y directores, uno de los organizadores me dijo que me sentara en otra mesa que no fuese la principal. La historia cambió cuando un alto ejecutivo llegó, se detuvo a hablar conmigo y me saludó por mi nombre. Experiencias como esas hay muchas, lamentablemente.
Poco a poco, tuve que adaptarme a un entorno que no estaba preparado para mi presencia. Aprendí a controlar mi tono de voz, mirar siempre a los ojos, y revitalizar la forma en la que pienso y participo. Comprendí que los líderes efectivos son intencionales, atentos y conscientes. Por eso me gusta estar siempre presente, y enfocarme en lo que estoy haciendo.
No es fácil balancear el ser ejecutiva, mentora, madre soltera y mujer. A veces incluso a mí me cuesta creer que es posible.
Cuando me llamaron para entrevistarme como directora de contabilidad y finanzas en Tiffany & Co., una de las joyerías más grandes del mundo, sentí que era solamente porque necesitaban más diversidad en su grupo de solicitantes. Por un momento ignoré mi trayectoria, y todo lo que me había preparado. Fui la primera del grupo en entrevistarse. También fui la última: me ofrecieron el trabajo ahí mismo. Esta experiencia me dejó claro que necesitaba un cambio de mentalidad.
Cuando asumí la dirección de Pandora en Brasil, sabía que estaba ahí por mérito propio, y lo demuestro cada día al frente de la compañía. Cuando llegué en 2009 Pandora tenía solo dos tiendas en Brasil y 13 empleados. Hoy tenemos 98 tiendas y 509 trabajadores. Las mujeres representan el 75% de la junta directiva. Las acciones para promover la igualdad de género en el espacio laboral demuestran nuestro compromiso con la diversidad y la inclusión.
Siempre he tenido claro que la educación es la herramienta más importante para alcanzar nuestras metas. Invertir en uno mismo y aprovechar todas las oportunidades para crecer como profesional y como persona es necesario para alcanzar puestos de liderazgo. Pero solo la educación no te prepara para ser la única mujer negra en la sala. Esta es la razón por la cual el patrocinio, el trabajo en red y la apertura de espacios son vitales para impulsar la diversidad y la inclusión. Como CEOs es nuestra responsabilidad integrar estas prácticas en el ADN y la cultura del sector privado, así como buscar alianzas que nos permitan avanzar de la mano con el sector público y el país en su conjunto.
No podemos liderar hacia donde no vayamos. Sé que el conocimiento es una forma de empoderamiento y siento que tengo la responsabilidad de patrocinar a las nuevas generaciones, e influir un cambio en la mentalidad de nuestra sociedad. Mi compromiso personal con la igualdad lo realizo a través del proyecto “Capacítame”, una iniciativa de los sectores público y privado, que se enfoca en preparar a personas en situación de vulnerabilidad, invirtiendo en su desarrollo humano y creando las oportunidades para su inserción laboral.
El principio fue difícil. Pero ahora, sé que estoy donde estoy por mi esfuerzo y no tengo miedo de ir por más. Soy una mujer negra, y soy una líder.
Tania Calle Dice
Me encantó el artículo, muy inspirador para seguir adelante personalmente y en la lucha por los derechos de las mujeres.
Tania Calle Dice
Me encantó el artículo, muy inspirador para seguir adelante personalmente y en la lucha por los derechos de las mujeres. Muchas gracias!!!
Edwin Joyo Dice
Felicitaciones, querida Rachel Maia, eres una fuente de inspiración tanto para mujeres y hombres, para afrodescendientes e indígenas, inspiradora para todas y todos.
Yeannys Parada Dice
Excelente me ha levantado el autoestima. Gracias