A nivel global, y especialmente en América Latina y el Caribe, la pandemia del COVID-19 ha impactado con más fuerza a las mujeres y ha dejado en evidencia la fragilidad del empleo femenino. Por ejemplo, en Chile, en el período más complejo de la crisis sanitaria, salieron de la fuerza laboral alrededor de 900 mil mujeres. Al día de hoy muchas de ellas aún no han vuelto a sus puestos de trabajo, y algunas no podrían volver, aunque quisieran hacerlo.
Hay muchas razones que explican esta realidad. La brecha salarial, por ejemplo, y la mayor carga de cuidados y tareas domésticas explican el efecto diferencial de la pandemia sobre las mujeres. Los factores culturales, aquellos que hacen que las mujeres sean las que se hacen cargo de las tareas de cuidado y domésticas, han sido cruciales en esto, especialmente si consideramos el escenario excepcional que ha provocado el cierre de los colegios y los servicios de cuidado infantil. Se suman las brechas salariales y la concentración de empleo femenino en sectores más afectados por las medidas sanitarias (cierres de comercios, servicios), provocando que sean mayormente las mujeres las que se han quedado en casa para cuidar de sus hijos, saliendo por tanto del mercado laboral.
La generación de ingresos para ellas y sus familias es una necesidad urgente, para alcanzar o volver a obtener autonomía económica e independencia. Para que las mujeres puedan desarrollarse de manera integral, sin tener que elegir entre el trabajo y las responsabilidades de cuidados, las políticas públicas juegan un rol crucial. La pandemia ha puesto en evidencia la oportunidad y la necesidad de trabajar en soluciones innovadoras con el establecimiento de alianzas entre los actores del sector público y privado para acelerar el cierre de estas brechas de género. El programa Emprender Conectadas, en Chile, es un ejemplo de ello.
Fortaleciendo a las emprendedoras en Chile
Emprender Conectadas, una iniciativa conjunta del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, el Banco Interamericano de Desarrollo y la empresa Laboratoria, ofrece una capacitación de alta calidad para aquellas mujeres emprendedoras que deseen mejorar sus habilidades y fortalecer sus negocios en la era digital.
A través de una computadora, tableta o celular, las emprendedoras realizan un diagnóstico que les permite recibir entrenamiento en aquellas áreas en las cuales se identifican más susceptibles. A través de diferentes cursos en una misma plataforma, pueden capacitarse con la ayuda de facilitadores, el apoyo de empresas aliadas y, por supuesto, con el ánimo del resto de las integrantes de la comunidad. Al formar parte de una gran comunidad de mujeres emprendedoras y organizaciones civiles, públicas y privadas, las participantes cuentan no sólo con una red de apoyo junto a otras mujeres de todo Chile, sino que además tienen acceso a información constante de oportunidades de apoyo y financiamiento para su negocio.
Los países de América Latina y el Caribe deben no solo aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología para la recuperación económica post-COVID-19, sino también crear oportunidades para que las mujeres no queden rezagadas. Con estas habilidades se fortalecen ideas y negocios y, más importante aún, se dota de mejores herramientas a estas integrantes del mercado laboral, para hacerlas más competitivas.
¿Resides en Chile y te gustaría ser una de las 1.500 beneficiarias del programa Emprender Conectadas? Regístrate ya en la web de la iniciativa.
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