En la era digital, las oportunidades para el progreso social y económico en América Latina son enormes. Sin embargo, para garantizar un avance equitativo, es crucial abordar una brecha persistente: la brecha de género en el acceso y uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Más mujeres deben participar activamente en el sector tecnológico, y aquí es donde el programa Emprender Conectadas entra en juego.
Emprender Conectadas: un piloto que deja huella en Chile
Por un lado, solo el 28% de las personas graduadas en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM) en Chile son mujeres. En el caso del mundo empresarial, el 38,6% de las pequeñas empresas están dirigidas por mujeres, pero la falta de formación en herramientas digitales llega a limitar su competitividad. Ante este escenario, surgió el piloto Emprender Conectadas, un programa que buscó fortalecer las habilidades digitales de las microempresarias en Chile. Más allá de su impacto local, este programa nos ha dejado lecciones valiosas para el diseño e implementación de iniciativas similares en toda la región.
¿Qué aprendimos sobre el diseño de programas para microempresarias?
En cuanto al diseño, Emprender Conectadas nos ha enseñado tres lecciones importantes.
1.En primer lugar, es esencial adaptar la formación a las necesidades específicas de las microempresarias.
No se trata solo de enseñar cómo usar una herramienta digital específica, sino de ayudarlas a entender cómo la digitalización puede mejorar la eficiencia operativa, permitir una mejor comprensión del mercado y abrir nuevas oportunidades de negocio.
2.En segundo lugar, hemos aprendido que es crucial fomentar un ambiente de aprendizaje seguro y acogedor.
Las mujeres deben sentirse cómodas haciendo preguntas y explorando nuevas ideas. Para combatir la alta tasa de deserción, hemos implementado diferentes mecanismos de seguimiento. Los más efectivos han sido compuestos por plataformas que permiten enviar mensajes personalizados y automatizados. Un ejemplo es WhatsApp. La comunicación clara y motivadora es vital para mantener el ánimo de las emprendedoras y reducir las deserciones.
3.En tercer lugar, es necesario pensar una malla curricular con contenidos útiles y fáciles de implementar en el negocio.
Hemos planificado talleres que cubren áreas clave de los negocios. Algunos ejemplos son la mercadotecnia, finanzas, ventas y logística. Es necesario mostrar a las participantes que el uso de la tecnología no solo se limita a vender por redes sociales, sino que puede aplicarse a otras tareas importantes. Los temas deben ser aplicables y solucionar problemas reales. Adicionalmente, es importante que el contenido contemple el desarrollo de habilidades blandas que ayuden a fortalecer su autoconfianza.
¿Cuáles lecciones son clave en la ejecución de programas para microemprendedoras?
Así como el diseño de los programas guía la estructura del programa, la ejecución es esencial para que el proceso cale de manera significativa en las participantes. La ejecución de Emprender Conectadas también nos dejó tres importantes lecciones aprendidas.
1.En primer lugar, observamos que es fundamental priorizar talleres prácticos en vivo.
Es esencial que los mismos formen parte de un camino de aprendizaje y muestren cómo la tecnología puede potenciar el negocio. Las participantes necesitan asesoramiento para superar inseguridades relacionadas con las herramientas digitales. Una experiencia de aprendizaje dirigida a este público debe contar con una persona facilitadora que guíe paso a paso el uso de la tecnología y destaque el impacto que pueden lograr en su negocio a través de su implementación.
2.En segundo lugar, es útil crear una comunidad de aprendizaje atractiva al finalizar el programa.
Se sugiere crear una plataforma intuitiva y familiar para facilitar la permanencia activa de las participantes. Se recomienda el uso de herramientas ya conocidas, como Facebook o grupos de WhatsApp.
3.Finalmente, la optimización de recursos y la eficacia de las alianzas estratégicas han emergido como un aspecto clave para la escalabilidad del programa.
El programa pudo reclutar, seleccionar y hacer seguimiento a las participantes de manera efectiva al apalancar alianzas con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, y con socios públicos y privados en contacto directo con las microempresarias. Este enfoque no solo optimizó los recursos, sino que además permitió llegar de manera más efectiva a las participantes.
Formación integral para elevar el talento empresarial femenino
Estas lecciones aprendidas son vitales para diseñar e implementar iniciativas similares en la región, y esperamos que sirvan de guía para futuros esfuerzos en este sentido. A medida que avanzamos en la era digital, la importancia de capacitar a las microempresarias en competencias digitales se vuelve cada vez más relevante. En conclusión, los programas de aprendizaje deben ser flexibles y adaptativos, diseñados para satisfacer las necesidades únicas de este grupo y superar los obstáculos específicos que enfrentan.
Al proporcionar una formación integral y adaptada a sus realidades, podemos contribuir significativamente a empoderar a estas mujeres, ayudándolas a abordar los desafíos del mercado laboral, aprovechar nuevas oportunidades y convertirse en líderes en sus comunidades. Invertir en el fortalecimiento de las habilidades digitales de las microempresarias no es solo una estrategia de desarrollo económico, sino también un compromiso ineludible con la igualdad de género y la inclusión social en la era digital.
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