Cuando hablamos del futuro de las mujeres en el mercado laboral en América Latina y el Caribe (ALC), vivimos una encrucijada de lo más importante. La región enfrenta la peor recesión en 120 años, con la mayor caída del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo y un tercio de todas las muertes por coronavirus. Sabemos que la pandemia ha impactado a las mujeres con consecuencias devastadoras a corto, mediano y largo plazo. Estas han sido ampliamente analizadas, comentadas desde diferentes enfoques y con gran valor agregado.
Frente a esta situación, tenemos dos opciones. Tenemos la oportunidad de impulsar reformas transformadoras para abordar los problemas estructurales tradicionales que han obstaculizado el desarrollo pleno de las mujeres y su progreso en el ámbito laboral. O bien, podemos descartar esta oportunidad, seguir implementado medidas cortoplacistas sin lente de género y correr el riesgo de perder los logros que las mujeres han alcanzado en el ámbito laboral de los últimos dos siglos.
Bajo este paraguas, la nueva publicación del BID, Hacia una nueva realidad laboral para las mujeres, delinea en detalle soluciones prácticas para recuperar el empleo femenino en América Latina y el Caribe en tres ámbitos de oportunidad. El estudio aborda las interrogantes con datos, recomendaciones de política y ejemplos de intervenciones que ya se están desarrollando en algunos países, e ilustra caminos posibles a mediano y largo plazo para abordar las brechas estructurales de género en el mercado laboral.
Tres ámbitos de oportunidad
Generar más y mejores oportunidades laborales para las mujeres implica una transición gradual que permita pasar de políticas de emergencia o mitigación, promovidas al inicio de la crisis, hacia iniciativas que nivelen las posibilidades de trayectorias laborales prósperas y sostenibles atendiendo las brechas de género en el mercado laboral. Como trasfondo transversal operan las normas sociales de género, que también deben ser reconocidas para generar soluciones que progresivamente remuevan sus condicionantes.
¿Cuáles son tres ámbitos de oportunidad para soluciones innovadoras?
¿Cuáles son las soluciones prácticas?
1.En las firmas: para acercar la oportunidad de emprender e impulsar trayectorias de empleo ascendentes
Los programas que apoyan emprendimientos de mujeres en sectores promisorios y con inversiones de mayor escala generan oportunidades de retornos más altos. Esto requiere sumarse al círculo virtuoso de la digitalización para el desarrollo de negocios, el acceso al financiamiento, el acceso a s mercados globales y cambios en la cultura empresarial.
2. En la promoción de habilidades: impulsando el talento femenino
La inserción de mujeres en empleos productivos requiere que las políticas de formación estén enfocadas en acciones innovadoras que desarrollen habilidades críticas para la inserción y retención de las mujeres en sectores de oportunidad y en un contexto globalizado. La adquisición de estas habilidades incluye incentivar el desarrollo de habilidades avanzadas CTIM para hacer que más mujeres se beneficien de los trabajos de rápido crecimiento y altamente remunerados que la tecnología impulsa en estas áreas, e incentivar el desarrollo de capacidades digitales como consecuencia de la brecha que ya existe en el uso de tecnologías TIC.
3.En las regulaciones: cambios normativos bien diseñados
Diseñar regulaciones que nivelen las oportunidades de desarrollo laboral para las mujeres requiere un análisis riguroso acerca de sus potenciales efectos a partir de la evidencia disponible. Más protección no significa necesariamente más oportunidades si su implicancia en términos de incentivos no es debidamente sopesada. Por ejemplo, el futuro del trabajo equitativo requiere fortalecer el apoyo a las trabajadoras de la economía gig. Pero para que estas medidas funcionen de verdad, estos apoyos deben incluir lentes de género y cerrar las brechas ya existentes en el mercado laboral brindando soluciones para la conciliación de trabajo y cuidado en el hogar. Además, las regulaciones actuales únicamente contemplan a quienes se encuentran dentro del empleo formal y esto hace que la efectividad en la reducción de brechas de género sea limitada. Esto hace muy necesario repensar las infraestructuras de seguridad social para ayudar a proteger a todas las trabajadoras.
¡Inspírate!
La nueva publicación del BID te ofrece ejemplos concretos de acciones e iniciativas que se están implementando en la región como el Bono social de género para apoyar al integración financiera, la Plataforma WeXChange para promover negocios con innovación, WeForLAC como apoyo a la ampliación de mercados globales, Certificación o sello en igualdad de género para apoyar cambios en la cultura empresarial, programas como She works! o Emprender Conectadas para promover la participación de mujeres en sectores dinámicos, las Iniciativas de Paridad de Género (IPGs) como agentes de cambios de la cultura laboral, la iniciativa GDLab para promover soluciones intensivas en la generación y el uso de la información, entre otros.
Nunca en la historia de la inclusión laboral femenina ha habido un momento más importante que el ahora. Tomemos entonces el camino correcto en la encrucijada que esta crisis presenta.
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