Si hay algo que nos ha demostrado la pandemia del COVID-19 es que “seguir como de costumbre” no será suficiente. El virus ha expuesto profundas desigualdades que se han gestado durante décadas en los países en desarrollo. Sólo nuevos enfoques, y más importante aún, las soluciones que unan a los sectores público y privado, nos mostrarán el camino a seguir. Los expertos estiman que ALC podría perder hasta un 14,4% del PIB en los próximos tres años. ¿Cómo se protegen los empleos, se protege a las personas del COVID-19 y se protege la estabilidad macroeconómica al mismo tiempo? El gobierno no puede hacerlo solo. Tampoco el sector privado. En este blog, compartimos cómo las Iniciativas de Paridad de Género (IPG) impulsan un nuevo tipo de acción público-privada orientada a la equidad.
Una crisis multifacética
Enfrentamos una crisis multifacética. No existe una solución que pueda empujar un sólo actor que permita cambiar el rumbo. Por ejemplo, el COVID-19 ha obligado a los gobiernos a cerrar ciertos sectores de sus economías para salvar vidas. Al mismo tiempo, las empresas de esos sectores han sufrido pérdidas sin precedentes y se ven obligadas a despedir a los trabajadores. Algunos sectores emplean a miles de personas que ya se enfrentaban a desafíos para llegar a fin de mes. Los gobiernos se encuentran equilibrando la necesidad de salvar vidas y la necesidad de proteger a las personas del desempleo.
La pandemia ha tenido un impacto agudo en las mujeres. Son el 70% de los trabajadores sanitarios de todo el mundo, por lo que han tenido una mayor exposición al virus. También se han enfrentado a un mayor riesgo de violencia doméstica ya que muchas de ellas se encuentran confinadas en sus casas con sus agresores. Por último, han sufrido un mayor desempleo y pérdida de ingresos que los hombres, soportando la mayor parte del trabajo no remunerado debido al cierre de escuelas y centros de atención de personas dependientes.
Avances en nuestra región
Se ha hablado mucho sobre las medidas de emergencia que los gobiernos de todo el mundo deben implementar para mitigar estos efectos adversos, pero se ha prestado mucha menos atención al papel de las empresas del sector privado para ayudar a aliviarlos. En América Latina y el Caribe (ALC), se destacan algunos esfuerzos:
- En Costa Rica, la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil (REDCUDI) está trabajando en conjunto con el sector privado para encontrar esquemas de copago donde las empresas puedan contribuir a financiar las necesidades de atención de sus trabajadores.
- En Colombia, el Ministerio de Minas y Energía trabaja actualmente con más de 70 empresas del sector para medir sus brechas internas económicas de género con la Herramienta de Análisis de Brechas de los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (Herramienta Empresarial de Género WEP) y priorizar acciones específicas para incrementar el número de mujeres que trabajan en el sector.
- En República Dominicana, BHD León está dando prioridad a las mujeres como un nicho de clientes clave para asegurarse de que las empresas dirigidas por mujeres, así como las empresas que crean empleos para mujeres, sigan teniendo acceso al capital durante la crisis.
- En Chile, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género anunció una alianza con Telefónica Movistar para garantizar que las mujeres puedan acceder a la formación en habilidades digitales.
Las Iniciativas de Paridad de Género
Durante las crisis, es fundamental ser pragmático y flexible. Todos estos esfuerzos se han dado en el marco de las Iniciativas de Paridad de Género (IPG) en cada país, alianzas público-privadas apoyadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID Invest, el Foro Económico Mundial y la Agencia Francesa para el Desarrollo en ALC desde 2016. Uno de los avances más recientes ha sido el anuncio de una IPG en México y Honduras, sumando así 9 países donde este modelo está siendo aplicado en América Latina y el Caribe. Estas plataformas han permitido continuar el diálogo y la coordinación público-privada durante la crisis actual. Pero es necesario hacer más.
El Grupo BID tiene un papel fundamental que desempeñar para ayudar a los países y las empresas a encontrar soluciones conjuntas e innovadoras en tres áreas: apoyar a las empresas y promover el emprendimiento femenino, desarrollar las habilidades de los trabajadores de la región y promover regulaciones que nos permitan mejorar el funcionamiento de nuestros mercados laborales. La recuperación económica de la región dependerá de la firmeza con la que podamos crear y recuperar puestos de trabajo para mujeres y esto solo será posible si adoptamos un enfoque integral.
*Durante el mes de marzo estaremos hablando sobre el empleo femenino en la región. Te invitamos a suscribirte a nuestro blog y seguir la conversación sobre la recuperación económica de la región con enfoque de género.
Flavia Dice
Estamos recuperando la economía de a poquito y de diferentes manera, es real y lo más acertado es ser prágmatico como dice la nota, por la crísis cree un taller en donde damos ideas y técnicas para descubrir nuestro talento y transformarlo en producto o servicio y lo doy a las personas de manera gratuita.
Los sigo nos ayuda mucho su trabajo.
Flavia Miranda