El problema con las masculinidades
La mayoría de las intervenciones sobre la violencia íntima de pareja abordan formas de responder a la violencia y apoyar a las víctimas después de que la violencia ocurrió; con menos énfasis en la prevención. Sin embargo, para reducir a la violencia de pareja íntima, hay que focalizar esfuerzos en quienes la perpetran mayoritariamente: los hombres. ¿Cómo? Hay varias formas de hacerlo:
- Una es a través de programas de prevención primaria que intentan prevenir la violencia basada en género antes que esta suceda. Un ejemplo innovador en la región es la Línea Calma, impulsada por la alcaldía de Bogotá.
- Otra es la prevención secundaria, que trabajan con hombres especialmente propensos a ejercer dicha violencia por sus antecedentes y que han sido referidos por las cortes a programas de reeducación.
- Y una tercera opción es a través de programas de prevención terciaria que actúan después que la violencia se ha desatado, como son los programas que impulsan a testigos a intervenir (bystander programs).
La mayoría de los programas existentes son de prevención primaria y promueven una reflexión crítica entre los mismos hombres sobre normas de género, al mismo tiempo que desarrollan habilidades para cuestionar normas dañinas e interrumpir comportamientos nocivos. Aunque han mostrado ser eficaces, los programas que apuntan a promover masculinidades sanas y transformar los roles de género (“Gender-Transformative”) tienen cuatro características en común que los hacen poco atractivos: son presenciales, basados en pequeños grupos, de larga duración, e implementados por ONGs. Estos elementos hacen que sean programas costosos, con pocos beneficiarios y difíciles de escalar.
Innovar en la promoción de masculinidades sanas
Trabajando de la mano con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú, International Rescue Committee e Innovations for Poverty Action, desde el BID nos propusimos hacer algo muy distinto: desarrollar un programa virtual para la promoción de masculinidades sanas de bajo costo y alta escalabilidad. Así nació Hablemos Entre Patas, que también respondió a la necesidad de ofrecer programas de masculinidad en momentos de pandemia cuando los programas presenciales habían sido suspendidos.
Pero además de estos elementos la virtualidad de Hablemos Entre Patas tiene otras virtudes: se adapta a la disponibilidad de tiempo y ubicación de los usuarios, y quizás lo menos obvio, permite a los hombres involucrarse en conversaciones sobre temas difíciles en los que no se animarían a hacerlo en forma presencial. Por último, un tema no menor, el programa ofrece una propuesta de valor, tener relaciones de pareja más sanas, que despierta el interés de los hombres en participar.
La experiencia original: un proyecto sobre masculinidades en Uganda
El programa Hablemos Entre Patas fue inspirado en una experiencia exitosa del International Rescue Committee y de Innovations for Poverty Action en Uganda llamada Real Man Challenge. La iniciativa busca producir pequeños cambios en las actitudes y comportamientos de los hombres a través de contenidos diarios, ejercicios para realizar en pareja y conversaciones grupales gestionadas por un facilitador.
El diseño contemplaba formar grupos de hombres en WhatsApp, que recibirían durante treinta días consejos y herramientas, fáciles de implementar, sobre cómo resolver las fuentes de los conflictos de pareja. El contenido incluía ejercicios en forma de desafíos para mejorar la comunicación y la regulación emocional con sus parejas, mejorar su vida en el hogar, disfrutar de una vida sexual saludable y tener mejores finanzas conjuntas. En un principio, se pensaba identificar un número de hombres dispuestos a entregar el contenido y facilitar las discusiones del grupo. Se les capacitaría y entregaría el material que utilizarían en el programa. A su vez, cada uno de ellos debía invitar a un grupo de doce amigos o conocidos a formar parte de su grupo.
Un proceso de diseño ágil para adaptarse a Perú
Sin embargo, durante la adaptación del programa al contexto local nos dimos cuenta rápidamente que había aspectos fundamentales del diseño original que no funcionaban en Perú. Primero, los hombres no tenían un círculo de doce amigos cercanos con los que se sintieran cómodos hablando de temas íntimos. Segundo, ellos querían participar en el programa, pero no querían moderar las interacciones con sus compañeros o responsabilizarse de compartir el contenido. Tercero, les interesaba recibir información de expertos en la materia, no de cualquier otro hombre.
La metodología de diseño ágil nos permitió ir probando y ajustando el diseño inicial en varios aspectos clave: cambiamos la estrategia de reclutamiento de hombres incorporando el uso de publicidad pagada en Facebook y de “influencers”, pasamos de moderadores voluntarios a facilitadores capacitados y remunerados, incorporamos las voces de expertos y simplificamos el estilo de comunicación para hacerla más cercana y accesible. La flexibilidad fue fundamental para incorporar los aprendizajes de forma iterativa hasta tener una propuesta con la cual nos sentíamos cómodos, sin perder de vista el objetivo inicial de desarrollar una intervención que fuera costo-efectiva y escalable.
¿Cuál fue el impacto en los hombres y sus parejas?
Como este proyecto pretende producir una innovación importante en la forma de promover masculinidades sanas, es esencial medir cuidadosamente los impactos producidos, tanto en los hombres participantes como en la vida de sus parejas.
Entre marzo y junio de 2022 implementamos un piloto con 1355 hombres en 555 distritos de Perú. El 67% de los hombres concluyeron el programa y el estudio cualitativo detectó resultados prometedores:
- 87% de hombres reportó haber mejorado la comunicación con sus parejas.
- 60% reportó una distribución más equitativa de las tareas del hogar.
- 60% indicó que hubo un incremento en el manejo conjunto del presupuesto familiar.
- Aunque el porcentaje de mujeres que identificó cambios en estas áreas es menor (60%, 47% y 33%, respectivamente), los cambios percibidos por las mujeres también son importantes.
El estudio cualitativo también detectó que los hombres participantes hicieron esfuerzos para evitar ser violentos en el hogar.
Una mujer indicó:
“(Mi pareja) tiene una nueva técnica. Ahora respira profundo tres veces antes de reaccionar…estamos hablando con mucho más calma ahora, ya no alzamos nuestras voces.”
Los siguientes pasos
Un estudio cualitativo no puede detectar impactos causales, es decir, no puede decir al 100% que los resultados observados son consecuencia del programa. Para medir estos impactos causales, investigadores de Duke University, Harvard University, Innovations for Poverty Action y el BID están implementado un ensayo de control aleatorio que captará con precisión los impactos producidos en la comunicación y autoregulación emocional, la forma de manejar las finanzas del hogar, la vida íntima de pareja y, finalmente, la prevalencia de la violencia íntima de pareja. En este momento el equipo está levantando la encuesta de línea final y se espera tener resultados preliminares dentro de seis meses.
Los resultados iniciales del estudio cualitativo son una fuente de optimismo. Hablemos Entre Patas es una apuesta audaz de transformar la forma que se promueven las masculinidades sanas, con el potencial de hacerlo a bajo costo y llegar a muchos más hombres que los programas tradicionales.
Héctor Muskus Dice
Hola Claudia, que maravilla. Me gustó mucho la cita de la educación psicoemocional que refiere la pareja de uno de los hombres que estuvo en el programa. En lo personal comprendía muchas cosas cuando otras personas me hablaban de masculinidades, pero pocos programas que había en México hace algunos años tenían el componente de educación psicoemocional.
Hemos impartido algunos talleres a ONG’s, a grupos de hombres y a empresas sobre masculinidades. Nos encantaría ampliar el impacto y sumarnos al esfuerzo de masculinidades a través de WhatsApp ¿hay alguna forma en que nos puedan capacitar-enseñar sobre su intervención?
Saludos!
Claudia Piras Dice
Hola Héctor, muchas gracias por escribirnos y por el interés en el programa. Estamos ahora en la fase de evaluación para conocer los resultados e impactos de la intervención. Si me contactas en unos meses a claudiapi@iadb.org tendré más información que pueda compartir.
Christopher Laguna Dice
Hola lectores, me encantó el artículo explica muy bien y me llamó la atención sobre el proyecyo en Uganda, aquí les dejo un articulo el cual escribi sobre “Las nuevas formas de masculinidad en la sociedad actual”. En el blog de mi profesor de la universidad
Espero les guste, les conparto el link:
https://fervilela.com/nuevas-formas-de-masculinidad-en-la-sociedad-actual.html
Gracias por su tiempo.