Mientras Paraguay transita la etapa de flexibilización gradual del confinamiento por el COVID-19, el país ya está diseñando un plan de recuperación económica con fuerte foco en la formalización de la economía. ¿Cómo promover el crecimiento pospandemia? ¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta en las áreas macrofiscal, productiva y social? Para contribuir a este debate, compartimos los mensajes principales de nuestro en el reporte ALC Post COVID-19: Retos y oportunidades.
La informalidad en Paraguay
Paraguay se encuentra entre los países con mayores niveles de informalidad de América Latina y el Caribe. La alta informalidad afecta no solo la respuesta a choques en el corto plazo como el que estamos viviendo a raíz del coronavirus, sino que también limita la capacidad de expandir el crecimiento potencial de Paraguay en el largo plazo de manera inclusiva. Esto es así porque la informalidad incrementa la fragilidad de los sectores más vulnerables de la población, al mismo tiempo que limita el crecimiento de la productividad de la economía en su conjunto.
La alta informalidad de la economía paraguaya es el reflejo de otros obstáculos subyacentes al crecimiento que ya se manifestaban con anterioridad a la crisis del COVID-19. Los mismos están relacionados a los esquemas de incentivos a la acumulación de capital, tanto físico como humano, que están a su vez condicionados por factores institucionales, productivos y sociales.
El impacto del COVID-19
La pandemia ha expuesto de manera más notoria el alto costo que la informalidad tiene para la economía y la población paraguaya, tanto en el sector formal como informal. Si bien es cierto que avanzar en la formalización de la economía por sí sola no conllevará necesariamente a un mayor crecimiento, la crisis del COVID-19 ha revelado que el crecimiento pospandemia en Paraguay requerirá abordar la informalidad de modo integral. La formalización de la economía paraguaya puede actuar como un elemento catalizador de la agenda de transformaciones productivas, sociales e institucionales de cara a la recuperación económica.
La pandemia ha expuesto de manera más notoria el alto costo que la informalidad tiene para la economía y la población paraguaya, tanto en el sector formal como informal.
Por un lado, hay una correlación estrecha y directa entre mayor informalidad y menor protección social. Los trabajadores informales no solo están expuestos a peores condiciones laborales, sino que también son más vulnerables a choques. Como resultado, la volatilidad de sus ingresos es mayor, particularmente ante la falta de una red de contención social adecuada. Un contexto de mayor incertidumbre atenta contra la inversión en educación y capacitación, dificultando la transición hacia puestos de trabajo de mayor calidad. Asimismo, las limitaciones del sistema de protección social existente afectan los incentivos a la formalización del empleo.
Por otro lado, la falta de formalidad representa un obstáculo para el crecimiento del sector productivo y la diversificación de la economía, afectando tanto a los trabajadores informales como a los formales. La informalidad es un síntoma de que funcionar bajo un esquema regulatorio no es lo suficientemente valioso, aunque eso signifique la falta de acceso o el encarecimiento de recursos productivos de distinto tipo (ya sea financiamiento a largo plazo o capital humano, o incluso programas de beneficios e incentivos a la producción e innovación). La informalidad también implica que se encarece el cumplimiento y se deteriora la competitividad de aquellos que funcionan dentro del marco normativo, desincentivando la inversión y la creación de puestos de trabajo de calidad.
La falta de formalidad representa un obstáculo para el crecimiento del sector productivo y la diversificación de la economía.
Formalización para retomar la consolidación fiscal
Finalmente, la crisis del COVID-19 convoca a retomar un sendero de consolidación fiscal para resguardar la estabilidad macroeconómica que caracteriza a Paraguay. Por lo tanto, la articulación de una agenda de reformas en torno a la formalización de la economía contribuiría a un mejor manejo de los recursos fiscales al mismo tiempo que permitiría incrementar la eficiencia y eficacia de las políticas públicas. Estos elementos son claves para mejorar la provisión de bienes y servicios públicos y aumentar la disponibilidad de recursos para programas de asistencia social y promoción a la inversión. En consecuencia, es necesario hacer a la formalización más atractiva para alinear los incentivos de los distintos sectores bajo un marco claro y equitativo en miras a la transformación empresarial y laboral que Paraguay está buscando, y a cerrar las mayores brechas sociales que la crisis del COVID-19 dejará como resultado.
Para saber más sobre este tema, te invitamos a descargar nuestro reporte ALC Post COVID-19: Retos y oportunidades
Necesito ayuda para una investigación sobre la economía del Paraguay 2020 durante la pandemia, sería usted tan amable de brindarme información me sería de muchísima ayuda. Por favor