La transición hacia economías sostenibles y bajas en carbono requiere de ambiciosas políticas ambientales y de cambios profundos en los procesos de producción. Estos cambios, por supuesto, afectan e impactan directamente al mundo del trabajo, ya sea destruyendo o creando nuevos empleos y ocupaciones. Este proceso también viene de la mano de una transformación de la oferta y demanda de habilidades para los puestos de trabajo en toda la economía, por lo que políticas dirigidas a apoyar el ajuste del mercado laboral son fundamentales para que el paso a la economía sostenible sea inclusivo y equitativo.
Aprovechando la oportunidad en América Latina y el Caribe
En el caso de América Latina y el Caribe, se estima que las transformaciones que facilitan la descarbonización de la economía en sectores económicos como agricultura, silvicultura, energías renovables, transporte, turismo, construcción y gestión de residuos, pueden crear hasta 15 millones de empleos verdes netos para 2030. Sin embargo, la experiencia internacional indica que, para beneficiarse de esta oportunidad, es necesario desarrollar una institucionalidad para favorecer el empleo verde, un proceso que Ecuador ya ha iniciado.
Contar con un enfoque integral que coordine las políticas tanto medioambientales, como económicas y laborales es uno de los factores claves para maximizar las oportunidades de creación de empleos verdes de manera justa. Este enfoque integral requiere la inclusión y el diálogo de varios actores. Por un lado, deben estar presentes actores con injerencia en temas ambientales, por ejemplo: ministerios sectoriales, mesas redondas sobre medioambiente, impacto ambiental, desarrollo sostenible, y organizaciones de la sociedad civil involucradas con la sustentabilidad y los empleos verdes.
Por otro lado, es importante la participación de actores que tradicionalmente se ocupan de asuntos laborales como ministerios de trabajo, servicios públicos de empleo, agencias privadas de colocación laboral, institutos de seguridad social. También, se debe contar con un rol activo de instituciones que participan en el desarrollo de habilidades (institutos nacionales de formación, centros de certificación de competencias y consejos sectoriales de competencias). De igual manera, se requiere la participación activa de los gobiernos en distintos niveles; del sector productivo; de los gremios, y de otros organismos interesados en el diseño y ejecución de proyectos de desarrollo verde.
Para garantizar que los países maximicen el potencial de generación de empleo, al tiempo que minimicen los costos de ajuste durante la transición verde, es esencial que las instituciones y mecanismos de toma de decisiones funcionen bien y que integren a una amplia gama de agendas públicas como el crecimiento económico, las finanzas, la inclusión social, la educación y el empleo.
Comité de Coordinación de Empleos Verdes de Ecuador
A nivel mundial, Francia y Filipinas son ejemplos de países que han adoptado políticas integrales para apoyar la transición a una economía verde. En este ámbito, Ecuador es el primer país en América Latina y El Caribe en avanzar en esta dirección, fortaleciendo su capacidad institucional para la promoción de los empleos verdes (green jobs).
El país es pionero en la región en crear una instancia de coordinación multisectorial para definir metas y prioridades para la promoción de empleos verdes, y para dirigir el desarrollo de habilidades y medidas complementarias de apoyo a la transición hacia una economía con cero emisiones netas.
Esta instancia cuenta con liderazgos claramente identificados para facilitar que los objetivos ambientales se traduzcan en promoción del empleo y desarrollo de habilidades a nivel nacional, regional y local. La coordinación multisectorial también asegura la participación de todos los otros actores relevantes, garantizando así que sus interacciones también estén alineadas con estos objetivos.
El Comité de Coordinación del Empleos Verdes (CCEV) se creó en mayo de 2022 con la firma de un Convenio de Cooperación Interinstitucional para el fomento de la bioeconomía sostenible entre los Ministerios del Trabajo; Ambiente, Agua y Transición Ecológica; Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca; Agricultura y Ganadería; y la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.
El CCEV es pieza clave de los arreglos institucionales que el Ecuador requiere para coordinar los objetivos económicos, ambientales y laborales con el propósito de convertirlos en políticas públicas. El CCEV también será fundamental para identificar sectores y subsectores estratégicos, demanda de habilidades, perfiles ocupacionales, paquetes de formación y medidas complementarias necesarias para asegurar el proceso de transición justa.
En definitiva, todo esto contribuirá a potenciar el rol que puede jugar el empleo en los sectores verdes en la recuperación de la economía, maximizando los beneficios que trae la transición hacia una economía de cero emisiones de carbono y minimizando los potenciales impactos negativos de la transición. De esta forma se asegura que más trabajadores tengan acceso a un trabajo de calidad en este camino inevitable hacia la sustentabilidad.
Este esfuerzo del gobierno del Ecuador, con la asesoría y acompañamiento técnico del BID para la promoción de empleos verdes, es un ejemplo de cómo integrar la acción frente al cambio climático en la recuperación, el desarrollo económico, y el crecimiento sostenible e inclusivo de la región.
¿Te interesa saber más sobre los empleos verdes y cómo están transformando los mercados laborales? Déjanos tu comentario abajo contándonos qué más te gustaría saber sobre estos temas.
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