La llegada de las nuevas tecnologías genera oportunidades para incrementar la productividad y beneficios de las empresas, pero también amenaza con reemplazar a los trabajadores (principalmente a aquellos de menor nivel de habilidades o que realizan tareas rutinarias). Sin embargo, más allá de pronósticos alarmistas, no existe mucha evidencia sobre los efectos de los avances tecnológicos sobre el empleo. Esto se debe, en gran medida, a la falta de información para estimar esta relación (que es incluso mayor en América Latina y el Caribe, donde la información a nivel de empresas es escasa).
Más allá de pronósticos alarmistas, no existe mucha evidencia sobre los efectos de los avances tecnológicos sobre el empleo.
En Perú, la Encuesta de Habilidades al Trabajo (ENHAT) llena este vacío de información y permite identificar el grado de adopción y los efectos sobre el empleo del uso de nuevas tecnologías entre las empresas. Dada las varias similitudes de la economía peruana con el resto de las economías de la región (como la baja productividad, gran proporción de microempresas y pequeñas empresas, y elevada informalidad empresarial y laboral) los resultados de este análisis aportan a la generación de evidencia regional sobre el tema. Así, la ENHAT permite observar un bajo nivel de adopción de nuevas tecnologías por parte del sector privado, lo cual es preocupante. Solo el 27% de las empresas usa al menos una nueva tecnología. Y, si excluimos las tecnologías de los servicios avanzados en redes (computación en la nube, datos masivos, etc.), el porcentaje disminuye a solo el 7% de las empresas. En este sentido, las empresas en Perú no están aprovechando la oportunidad que les ofrecen las nuevas tecnologías para ser más productivas y competitivas en un mercado globalizado.
Las empresas en Perú no están aprovechando la oportunidad que les ofrecen las nuevas tecnologías para ser más productivas y competitivas en un mercado globalizado.
Por otra parte, en la ENHAT no se observa una verdadera amenaza en el empleo. Un estudio reciente que hemos realizado en el BID muestra que las pocas empresas en Perú que adoptan nuevas tecnologías incrementan su demanda de personal calificado y no modifican su demanda de trabajadores menos calificados. Esto sugiere que, actualmente, el sector privado peruano implementa las nuevas tecnologías para complementar la labor de sus trabajadores calificados y no para sustituirlos. Sin embargo, un análisis en mayor profundidad permite identificar que sí se genera una menor demanda de trabajadores en ocupaciones que implican principalmente tareas rutinarias y manuales que son fácilmente automatizadas por la inteligencia artificial, robótica avanzada y transporte autónomo. Por ejemplo, las empresas que usan almacenes automatizados están demandando menos trabajadores para hacer transporte de mercadería dentro de la planta (una tarea que podría considerarse rutinaria).
Las pocas empresas en Perú que adoptan nuevas tecnologías incrementan su demanda de personal calificado y no modifican su demanda de trabajadores menos calificados.
La ENHAT ofrece evidencia adicional que va en la misma línea de los resultados de este estudio. Específicamente, la encuesta contiene información sobre cuál será, según las empresas, el impacto futuro que las nuevas tecnologías tendrán sobre su demanda de empleo. Como se aprecia en el siguiente gráfico, la mayoría de las empresas peruanas esperan que este impacto sobre el empleo sea positivo.
De la investigación a la política pública
El estudio sobre adopción de tecnología y demanda laboral en Perú sugiere tres principales implicancias de política para el país y la región. En primer lugar, dada la baja adopción tecnológica, es necesario promover el uso de las nuevas tecnologías en las empresas para aumentar la productividad y competitividad del sector productivo. Esto pudiera hacerse, por ejemplo, a través de incentivos financieros, asistencia técnica y capacitación. En segundo lugar, se requiere reforzar las políticas de desarrollo de habilidades en el sistema educativo y en el trabajo, para dotar a los trabajadores actuales y futuros con las competencias requeridas por las empresas (en particular, aquellas necesarias para un aprendizaje a lo largo de la vida, que facilitan la adaptación continua a los nuevos requerimientos de la demanda laboral; y aquellas difíciles de automatizar, como lo son las habilidades socioemocionales). Esto aumentará las posibilidades de los trabajadores de encontrar un empleo y reducirá la desigualdad en el acceso a trabajos de calidad. Por último, el estudio resalta que es indispensable invertir en el levantamiento periódico de información de calidad sobre las habilidades de los trabajadores y las características de las empresas, para así poder tomar decisiones de política basadas en evidencia.
*Este artículo cuenta con la coautoría de Rafael Novella y David Rosas, del BID, y del autor invitado Alfredo Alvarado.
![]() Alfredo Alvarado es asistente de investigación en la División de Mercados Laborales del BID. Cuenta con una licenciatura en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Sus temas de interés académico son economía del desarrollo, economía laboral, productividad, innovación, informalidad y habilidades. Anteriormente, ha trabajado en la PUCP, en el Ministerio de la Educación y en el Ministerio de la Producción de Perú. Alfredo tiene experiencia en investigaciones orientadas a políticas públicas, diseño e implementación de encuestas, coordinación y supervisión del trabajo de campo, y análisis de datos a gran escala. |
Leave a Reply