A menudo, cuando veo las cifras de desempleo juvenil o recuerdo que en la región hay millones de NiNis, me pregunto qué más se puede hacer desde los Servicios Públicos de Empleo (SEP) para ayudarlos. Hay muchas experiencias útiles en la región, pero sospecho que, en ocasiones, sigue faltando una respuesta más integral.
Algunos SEP ofrecen servicios de “orientación laboral”, que en muchos casos se limitan a recabar la historia laboral de la persona y a preguntar “¿dónde quiere trabajar?” o “¿en qué se quiere capacitar?” Para la mayoría de buscadores de empleo, ésta es una pregunta difícil, para la que no tienen una respuesta adecuada.
Otros Servicios de Empleo dan un paso más e incorporan un psicólogo laboral. Pero en muchos casos no pueden realizar una tarea sistemática e integral, y se limitan a dar sesiones de información sobre cómo presentarse a una entrevista, cómo vestirse, etc. Pueden ser consejos útiles, pero para muchos desempleados no basta. Con tres o cuatro trucos sueltos no se resuelve el problema.
Por eso, otros SEP están avanzando en sistemas que les permita conocer mejor el perfil de los buscadores de empleo. El objetivo es aumentar la probabilidad de éxito para que el trabajador consiga un trabajo o complete un curso de capacitación que luego le permita acceder a un empleo. Por ejemplo, el SEP de Honduras, EMPLEATE, incluye en su cuestionario preguntas como “¿qué sabes hacer? (habilidades y competencias)” y ofrece un menú de opciones tales como “capacidad para trabajar en base a metas”, “extrovertido/a”, “trabajo bajo presión”, entre otras. Esto representa un avance concreto hacia una mejor orientación laboral.
En esta misma línea, entre febrero y marzo de 2013, Paraguay realizó un programa piloto con un paquete de herramientas (un “toolkit”) para diagnosticar las habilidades de los buscadores de empleo. Ese paquete permite medir ciertas habilidades cognitivas (fluidez verbal, razonamiento numérico y razonamiento verbal) y no cognitivas (competencias para la empleabilidad, es decir, para desempeñarse en una organización) de cada candidato. El piloto, tal como explicamos en un post anterior, permitió identificar que muchos buscadores de empleo no estaban preparados para los trabajos a los que aspiraban.
Mejorar el diagnóstico de habilidades de las personas es una parte fundamental para el éxito de la inserción laboral. Pero también hay que mejorar la relación del SEP con las empresas, que son las que ofrecen los puestos de trabajo. Conocer las necesidades actuales y futuras de los empleadores y conocer qué perfiles de trabajadores han sido más exitosos en conseguir y mantener un trabajo son también pistas importantes para dar a los trabajadores una orientación laboral más práctica y efectiva.
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