Iniciamos el 2021 con las redes sociales alertándonos que la crisis de empleo estaba afectando principalmente a las mujeres. Por ejemplo, una noticia de los Estados Unidos indicaba que todos los 140 mil empleos perdidos durante el mes de diciembre de 2020 fueron de mujeres. Más aún, la noticia reportaba que los únicos que habían recuperado empleos durante ese mes habían sido los hombres. De igual manera, la recién electa primera mujer vicepresidenta en la historia de los EEUU, Kamala Harris, declaraba como emergencia nacional el éxodo masivo de las mujeres de la fuerza laboral.
En América Latina y el Caribe, datos recabados por el Observatorio Laboral COVID-19 del BID indican que se llegaron a perder más de 30 millones de empleos durante la pandemia y que, al igual que en los EEUU, las mujeres han perdido más empleos que los hombres y están tardando más tiempo en recuperarlos. Hay varias razones detrás de esta dura realidad. En primer lugar, las mujeres están sobrerrepresentadas en los sectores de servicios que requieren alta proximidad física. En segundo lugar, las mujeres en la región dedican diariamente al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados el triple del tiempo que dedican los hombres a las mismas tareas. Con anterioridad a la crisis sanitaria del COVID-19, en los países de la región sobre los que se dispone de datos, las mujeres destinaban a las actividades de trabajo doméstico y de cuidados entre 22 y 42 horas semanales (CEPAL, 2020). En tercer lugar, las mujeres enfrentan mayores brechas en habilidades digitales y uso de la tecnología, ambas condiciones críticas para recuperar y mejorar la calidad del empleo.
Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, publicó recientemente el libro COVID-19: The Great Reset. En esta publicación afirma que la pandemia es un eje de inflexión, y nos invita a utilizar esta crisis como una oportunidad de crear un mundo más resiliente, estable y equitativo. Es importante que trabajemos para transformar esta crisis en una oportunidad para articular las herramientas necesarias para mejorar y transformar el empleo de las mujeres.
¿Cómo lo podemos hacer?
Mejorar la situación de las mujeres en el mercado laboral solo será posible si tomamos un enfoque integral. En el corto plazo, hay que invertir tiempo y recursos en reabrir los centros de cuidado infantil y las escuelas de manera segura. Igualmente, es necesario asegurar que las vacunas estén disponibles y sean accesibles para toda la población. Estas acciones deben combinarse con cambios que impactarán la situación laboral de las mujeres en el presente y en el futuro. Desde el BID estamos enfocando nuestra labor en tres áreas:
- Crear incentivos para las empresas que estén comprometidas en incrementar y mejorar la empleabilidad y el empleo de las mujeres.
- Cerrar las brechas de género en el desarrollo de habilidades digitales y otras competencias clave para acceder a los empleos del futuro, en áreas como energía sostenible, economía digital, empleos verdes y economía plateada.
- Implementar regulaciones que mejoren el funcionamiento del mercado laboral, incluyendo acuerdos de trabajo flexible (como el teletrabajo y el trabajo remoto), licencias parentales para hombres y mujeres, y un mayor y mejor acceso a servicios de cuidado de calidad. Sin estos últimos, las madres seguirán siendo forzadas a hacer elecciones injustas entre trabajar y quedarse en casa al cuidado de niños y adultos mayores.
Las mujeres y la recuperación económica
Terminamos con un llamado a la acción, urgente e impostergable, para los gobiernos y las empresas de América Latina y el Caribe. Previo a la pandemia, se estimaba que la región tardaría 59 años para alcanzar la igualdad de género en el ámbito laboral. Con la lenta recuperación del empleo de las mujeres tras el COVID-19, es previsible que tardaremos un período de tiempo aún mayor para cerrar las brechas económicas de género. Necesitamos actuar ya. Mientras más esperemos, será mucho más difícil que las mujeres puedan reincorporarse a la fuerza de trabajo, y nuestras economías no podrán recuperarse totalmente sin la participación, en igualdad de condiciones, de las mujeres y los hombres.
*Durante el mes de marzo estaremos hablando sobre el empleo femenino en la región. Te invitamos a suscribirte a nuestro blog y seguir la conversación sobre la recuperación económica de la región con enfoque de género.
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