Eliza Reid, emprendedora, autora, oradora y primera dama de Islandia, el país con más igualdad de género del mundo, quiere que pasemos de discutir “¿por qué necesitamos igualdad?” a “¿cómo la alcanzamos?”. Esta es una pregunta que los islandeses han integrado en su vida diaria.
Durante los últimos 13 años, Islandia ha estado primera en la lista de países que están cerrando su brecha de género según el Foro Económico Mundial. Para llegar a este punto, durante las últimas décadas, Islandia se ha enfocado en llevar adelante leyes y políticas orientadas a cerrar estas desigualdades entre hombres y mujeres. Estas medidas son excelentes estudios de caso y ejemplos que otros países pueden utilizar para promover la igualdad de género. Sin embargo, en su libro Secrets of Sprakkar (Los Secretos de Sprakkar), Eliza va más allá de estas políticas y explora a la equidad de género desde el ángulo de las mujeres que rompen barreras y son modelos a seguir para otros en Islandia y en todo el mundo. “Sprakkar” es una palabra islandesa antigua que significa “mujeres extraordinarias”.
En Voces en Acción de BID Academy, una conversación en vivo con Eliza exploró que consejos tenía para dar a los países de Latinoamérica y el Caribe, y algunas transformaciones a las que podemos aspirar.

Unos días luego del evento, la División de Género y Diversidad del BID tuvo la oportunidad de entrevistar a Eliza sobre cómo se ve la equidad en Islandia, cómo las personas pueden ser mejores modelos a seguir, e incluso cómo promover la masculinidad positiva.
BID: “De acuerdo al Global Gender Gap Report, mientras Islandia se encuentra primero en igualdad de género en el mundo, Latinoamérica y el Caribe aún necesitará 67 años para cerrar sus brechas entre hombres y mujeres. Esto es, al menos que empecemos a hacer más. Eliza, ¿podrías contarnos cómo se ve en la vida real vivir en un país con más equidad de género?”
Eliza: “En términos de ejemplos tangibles, quiero mencionar algo del principio de mi libro. Ahí, recuerdo este momento donde estaba trabajando en una industria dominada por hombres, y la presidenta de la junta directiva de la empresa donde estaba trabajando estaba amamantando a su bebé mientras lideraba una reunión. Y a nadie le importó. Eso fue hace veinte años, pero se ha quedado grabado en mi mente. Es el tipo de cosa que ves todo el tiempo en Islandia. En los parques, por ejemplo, hay muchos hombres con sus hijos. También son padres dedicados y hacen actividades con sus hijos bastante seguido”.
BID: “En una entrevista previa mencionaste cómo aumentar el liderazgo femenino puede tener efectos positivos en el cierre de brechas en otros países del mundo. ¿Puedes darnos un ejemplo de cómo las mujeres en espacios de toma de decisiones pueden crear un impacto positivo?”
Eliza: “Creo que las negociaciones de paz son un gran ejemplo. Hay estudios que demuestran que cuando hay mujeres en la mesa de negociación, los acuerdos duran más tiempo y son más efectivos. En los espacios laborales, los efectos positivos de las mujeres liderando compañías son también un gran argumento a favor de la diversidad. Está en nuestra naturaleza elegir equipos con visiones que ya conocemos – entonces, si nos sentamos en una mesa con gente que es igual a nosotros, nos sentimos cómodos. Pero cuando trabajas en una industria que depende del cambio, del progreso y de la creación de nuevas ideas, necesitas tener diversidad. Esto es tanto en términos de nuevos enfoques como de resolución de problemas. Es sano para toda la organización, nos ayuda a crecer.
BID: “¿Podrías profundizar en cómo la diversidad es clave para alcanzar la igualdad de género? ¿Cómo integraste voces diversas a Secrets of Sprakkar?”
Eliza: “La diversidad estaba muy engranada en lo que quería hacer desde el principio, no fue algo que agregué al final. En algún sentido, creo que también siempre se puede ser más diverso. Yo, como una mujer de origen extranjero en Islandia, ya represento una faceta de esa interseccionalidad cuando hablo de mi misma. Y veo al país a través de ese lente. Quería escribir un libro motivador, una “carta de amor al país”, y parte de eso era hacer un retrato que fuera realista. No escribir un folleto de marketing que ignore los desafíos. Y es un desafío para nosotros recordar que la igualdad de género no es igualdad para solo un grupo exclusivo de personas. Eso es algo en lo que Islandia aún debe trabajar.
Cuando estaba escribiendo el libro, entrevisté a mujeres queer, a mujeres extranjeras, a una mujer con una discapacidad, a mujeres jóvenes y mayores, mujeres del campo…Pero no quería que esas identidades fueran sus características definitorias como sujetos en el libro. Tampoco quería hacer un libro que fuera prescriptivo, no creo que sea mi lugar hacerlo. Lo que sí quería hacer era contar historias de personas que pudieran inspirar a todos. Y una de las razones para tener más diversidad es que quería elegir personas que no fueran la elección más obvia. Muchas de nosotras no seremos presidentas de un país (Islandia tuvo a la primera presidenta elegida democráticamente del mundo en 1980). Sin embargo, quería escribir un libro que muestre como gente “común” puede vivir vidas que aporten a la equidad también.”
BID: “Eres una firme creyente de la importancia de motivar a las mujeres a que sean modelos a seguir. Tu misma te has convertido en un modelo, usando una posición de gran visibilidad para traer atención a esta problemática. Pero también destacas la importancia de que los hombres formen parte de este cambio social. ¿Crees que los hombres también pueden ser modelos a seguir? ¿Cómo?“
Eliza: “Claro, ¡y deberían serlo! Esto es igualdad de género. No se trata solo de los derechos de las mujeres, ni es solo un tema de mujeres, es un tema de derechos humanos. Y los hombres también son seres humanos. Creo que es uno de los desafíos más grandes. La gente cree que la igualdad de género es algo de las mujeres tienen responsabilidad de mejorar. Pero si queremos buscar áreas a donde necesitamos soluciones, tener a los hombres presentes también es parte de tener una perspectiva diversa.
Es importante que los hombres digan abiertamente “creo que soy mejor padre porque me tomé una licencia cuando mis hijos nacieron” o “porque paso más tiempo con mis hijos tengo una vida más feliz”. Necesitamos que los hombres den ese ejemplo.
Hemos mejorado mucho en decirle a las niñas que pueden ser lo que quieran ser, pero aún tenemos una definición muy acotada de qué significa ser un hombre. Trabajar hacia la igualdad debería ser visto como una oportunidad para que los hombres mejoren su vida también”.
BID: “En seguimiento a este tema, hemos oído como tú y tu esposo buscan ser buenos modelos a seguir para sus hijos, tres niños y una niña. ¿Tienes algún consejo para otros padres que buscan enseñar sobre igualdad de género y pasar estos valores a sus hijos, especialmente durante estos tiempos de cambios en la sociedad?“
Eliza: “Hay un ejemplo en el que pienso mucho referido a mis hijos, en el contexto de la igualdad de género. Espero estar criándolos para ser ciudadanos responsables y respetuosos. Pero se que inevitablemente en su vida, estarán en lugares donde yo no tendré acceso, y donde serán testigos de misoginia e intolerancia. Van a ver eso más que yo. Lo que no dejo de decirles es “debes tener el coraje de levantar la voz cuando eso pase y decir que no está bien”. Y es algo difícil de hacer, pero es tan importante para mover cambiar la conversación. No solo empujar estos comentarios hacia rincones más silenciosos, sino que todos entiendan que no es aceptable. No podemos lograrlo al menos que haya aliados diciendo “eso no fue gracioso” o “no la trates de esa forma”.
BID: “Eres madre, pero también eres una emprendedora, una oradora, y por supuesto, primera dama de Islandia, una posición que asumiste en 2016. Pero, más allá del rol que ocupas ahora, ¿cuáles son tus planes a futuro? ¿Qué buscas alcanzar, más allá de la posición en la que te encuentras actualmente?”
Eliza: “Es un privilegio tan grande, servir en este rol. Pero se que no ocuparé este lugar para siempre. A veces pienso en el hecho de que si eres un expresidente, estás en la posición de hacer lo que quieras hacer. Puedes ser un profesor, dar charlas…pero como ex primera dama, aunque hay muchas habilidades que se desarrollan, no es algo tan tangible. Debes salir y buscar tus objetivos de forma activa. Aún no sé bien que significa eso para mi, personalmente, porque aún no he llegado a ese punto, y quiero cumplir este rol lo mejor que mi habilidad me lo permita ahora mismo. Aún así, espero poder usar algunas de las herramientas, confianza y experiencia que he ganado haciendo esto con cualquier proyecto al que me dedique más adelante, como escribir otro libro o hacer más charlas públicas”
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