La pérdida creciente de los idiomas indígenas del mundo en general y de América Latina en particular no sólo es un tema de incumbencia de los pueblos indígenas. También debería ser incorporado en las acciones del sector público, academia, sociedad civil e, incluso, del sector privado.
Un idioma no sólo es la principal forma de comunicación humana. El idioma constituye también la manera en que se transmite la cosmovisión y el conocimiento de un pueblo. Por ello, es el elemento fundamental sobre el cual descansa la cultura de un pueblo. El conocimiento que cada pueblo ha desarrollado no sólo sirve para entender la realidad o resolver algún problema específico, también es una contribución para el acervo de la humanidad. Por ejemplo, el conocimiento sobre áreas como conservación de la biodiversidad y salud está codificado de una manera particular en las lenguas indígenas.
Lenguas, en peligro de extinción
Según la UNESCO, en 2020 se estimaba que el 43% de las 6,000 lenguas que se hablan en el mundo estaban en peligro de extinción. Más aún, según este organismo unos pocos centenares de idiomas se han podido incorporar a los sistemas educativos formales y menos de cien son los que predominan en los medios digitales.
La pérdida y eventual extinción de un idioma sucede cuando cada vez hay menos personas que la hablan, cuando se deja de enseñar a jóvenes y niños y cuando se utiliza en ámbitos reducidos de comunicación. En esto confluyen factores internos como externos.
Los factores externos pueden ser políticas públicas que no reconocen o no favorecen a un idioma o la existencia de prácticas discriminatorias hacia sus hablantes. Un factor interno puede ser la disminución en el número de hablantes o la desvalorización del idioma (muchas veces provocado por los factores externos) por parte de los mismos hablantes. Tanto los factores internos como los externos contribuyen a que un idioma pierda fuerza y vitalidad y detienen sobre todo su transmisión intergeneracional.
Situación de los idiomas indígenas en América Latina
América Latina es una zona de alta diversidad cultural pero varios idiomas indígenas se están perdiendo. En la región habitan aproximadamente poco más de 800 pueblos indígenas. Sin embargo, sólo se hablan 560 idiomas indígenas. Muchos pueblos indígenas ya sólo hablan los idiomas de origen europeo (sobre todo, español o portugués). El Banco Mundial estima que cerca del 26% de los idiomas indígenas se encuentran en peligro de extinción.
Un estudio sobre idiomas indígenas en Guatemala
Si bien se carece de datos recientes que permitan entender el grado de vitalidad o de pérdida de los idiomas en los distintos países, un estudio publicado recientemente por el BID analiza la situación de los idiomas indígenas en Guatemala.
Los datos disponibles en los censos de población que fueron analizados permitieron hacer un análisis de tres factores de la vitalidad de un idioma. Estos factores son:
- la transmisión intergeneracional de la lengua
- el número absoluto de hablantes
- la proporción de hablantes con respecto a la población total.
Según dicho análisis, de los 22 idiomas indígenas que se hablan en Guatemala, hay 6 idiomas que muestran un alto grado de riesgo de perderse. Estos idiomas son el Popti’, el Kaqchikel, el Mopan, el Poqomam, el Sakapulteko y el Sipakapense.
Estos idiomas mostraron bajo nivel de transmisión intergeneracional, reducción importante en el número absoluto de hablantes y baja proporción de hablantes respecto del total de habitantes de cada pueblo indígena. La siguiente gráfica muestra, a manera de ejemplo, como entre el censo de 2002 y 2018 la proporción de personas entre 5 y 9 años que aprendieron a hablar en su idioma indígena disminuyó para la mayoría de los pueblos indígenas. El estudio citado encontró que en varios idiomas indígenas los niños y las niñas están aprendiendo el español como único idioma, comparado con las generaciones anteriores.
Idioma en que aprendió a hablar, por comunidad lingüística, 5 a 9 años (2002 y 2018)
¿Qué acciones se pueden tomar para revertir la pérdida de las lenguas indígenas?
Si bien el caso de Guatemala es el único que se ha podido analizar con mayor nivel de detalle, es altamente probable que esta situación se repita en varios de los países de la región. Es notoria la pérdida acelerada de varios idiomas y que en una década o menos es posible que se pierda un buen número de ellos si no se toman acciones inmediatas. Estas acciones dependerán de la situación particular del grado de vitalidad de los idiomas.
Algunos ejemplos de estas son:
- Aquellos idiomas con nivel moderado o alto de vitalidad pueden fortalecerse ampliando los ámbitos en que se usan, tanto desde los servicios públicos como desde la iniciativa privada (p.e. en Guatemala hay bancos comerciales y call centers que atienden en idiomas mayas).
- Asimismo, son idiomas en los cuales se puede fortalecer aún la educación bilingüe intercultural (EBI) desde el nivel primario y primario, tanto en ampliación de cobertura, pero sobre todo en otros aspectos como la mejora de la formación docente, elaboración de material didáctico entre otros. Sin embargo, debido a la situación apremiante que enfrenten, los esfuerzos desde la educación formal no serán suficientes.
- Es importante además que los idiomas indígenas se fortalezcan desde los ámbitos de la sociedad civil y con fuerte empuje de los mismos propios indígenas, utilizando entre otros medios, las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). En ese sentido, la generación y difusión de contenidos digitales en los idiomas indígenas es clave. Por ejemplo, hay un esfuerzo importante en Guatemala de crear contenidos en el idioma Maya-Kaqchikel para Wikipedia.
- Por otro lado, aquellos idiomas con un alto riesgo de perderse ameritan esfuerzos orientados a documentarlos y preservarlos. Como señala UNESCO, aún aquellos idiomas que están en peligro inminente de extinción necesitan la documentación más completa posible, ya sea por medios escritos, pero sobre todo audiovisuales y ponerlos a disposición del público de las diversas maneras posibles.
Preservar una lengua es preservar un futuro diverso
Con la pérdida de una lengua no sólo se pierde un código de comunicación, también se pierde un importante conocimiento de un pueblo y una parte insustituible del ADN de la humanidad. En el BID sabemos que cualquier esfuerzo que asegure la preservación de la identidad de comunidades diversas de nuestra región nos permitirá construir una región más inclusiva. Para lograr un desarrollo sostenible, de los pueblos indígenas y de toda la región, debemos hacerlo de forma intercultural. La invitación para actuar está abierta.
Elizabeth Dice
A quién le importa que desaparezcan las lenguas indígenas mientras los anglicismos proliferen a diestra y siniestra…