La pandemia del coronavirus llevó a las empresas, a los trabajadores y a los consumidores a adoptar rápidamente nuevos comportamientos que probablemente se mantengan, cambiando la trayectoria y velocidad de tendencias que hace un par de años pensábamos lejanas. El debate sobre el teletrabajo como una modalidad de trabajo instalada es amplio y cuenta algunos consensos, entre otros, que llegó para quedarse.
Aunque esta modalidad de trabajo existe desde hace décadas, el avance de la digitalización y las nuevas tecnologías, y la crisis sanitaria del coronavirus, amplió y consolidó su uso. En el contexto del distanciamiento social, el teletrabajo se transformó en una solución viable para sostener puestos de empleo y actividades económicas.
En América Latina y el Caribe se estima que mientras que en 2019 solamente un 3 % de los trabajadores practicaban esa modalidad de teletrabajo, ese número aumentó a entre 10% y 35% durante la pandemia. Y en la medida en la que las empresas del mundo recorren, experimentan y evalúan diferentes caminos en la construcción de nuevas normalidades con esquemas híbridos, se vaticina que prácticas como el trabajo remoto y las reuniones virtuales van a continuar, aunque con menos intensidad que en el pico de la pandemia.
Las ofertas laborales y la demanda de habilidades para el trabajo también están cambiando. Un estudio del sitio de empleo Indeed muestra que la cantidad de ofertas de trabajo globales que mencionan el “trabajo remoto” casi se ha triplicado desde el inicio de la pandemia, de un promedio de sólo el 2,5 % en enero de 2020 a casi el 7,5 % en septiembre de 2021, con países como Irlanda, España y el Reino Unido registrando los mayores aumentos. Mientras tanto, el sitio de carreras profesionales Ladders, predice que el 25% de todos los trabajos profesionales en América del Norte serán remotos para fines de 2022.
Pero, ¿qué es el teletrabajo?, ¿qué modalidades de teletrabajo existen?, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?, ¿qué oportunidades presenta esta tendencia para los mercados laborales de América Latina y el Caribe?, y sobre todo ¿qué necesitamos para aprovechar esas oportunidades? Acá te contamos.
¿Qué es el teletrabajo?
El teletrabajo es una actividad laboral que se desarrolla de manera remota. La Organización Internacional del Trabajo ha señalado que el teletrabajo es una subcategoría del concepto más amplio de “trabajo a distancia”. Desde el BID entendemos por teletrabajo a la realización de tareas desde otro lugar que no sea la oficina del empleador, utilizando las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), y la telecomunicación.
El teletrabajo tiene dos características principales: primero, el trabajo se realiza plena o parcialmente en una ubicación diferente del lugar de trabajo predeterminado. Segundo, para la realización del teletrabajo se utilizan la telecomunicación y las TICs – tecnologías de la Información y la comunicación, con internet y dispositivos electrónicos como computadoras, tabletas o teléfonos.
¿Qué modalidades o tipos de teletrabajo existen?
Las modalidades o tipos de teletrabajo se definen de acuerdo al lugar donde se desempeñan las tareas. Estas son algunas modalidades de teletrabajo:
Teletrabajo desde casa
El trabajo en el domicilio del trabajador utilizando la tecnología implica diferentes formas de desempeño. Puede ser con control de parte del empleador a través de sistemas de logueo, es decir, con un horario fijo en el que el trabajador debe estar conectado trabajando; o también el trabajo por proyectos u objetivos, que ofrece mayor flexibilidad horaria al trabajador.
Teletrabajo híbrido
Se trata de los trabajadores que ejercen el teletrabajo de manera ocasional, con movilidad y desempeñándose fuera de las oficinas del empleador para tareas puntuales, o en determinados días de la semana. El trabajo remoto lo hacen desde su domicilio, o desde otra ubicación. Al modelo híbrido también se lo conoce como ocasional o suplementario.
Teletrabajo de elevada movilidad
En esta forma de trabajo remoto los empleados son itinerantes y prestan sus servicios en diferentes lugares por la naturaleza de sus tareas. Un ejemplo de este tipo de ocupación son los representantes comerciales y de ventas.
Telecentros, centros comunitarios y centros de trabajo
Los centros de teletrabajo ofrecen espacios y recursos compartidos que son rentados por empresas para colocar allí a sus teletrabajadores.
Teletrabajo nómada
Los trabajadores no tienen un lugar fijo ni una oficina central para prestar sus servicios, y casi nunca van a la empresa. Los trabajadores nómadas trabajan desde diferentes espacios como cibercafés, hoteles o coworking y también se les conoce como nómadas digitales.
Teletrabajo en hotelling
Los teletrabajadores desempeñan su tarea en espacios reservados en oficinas de otras empresas. Esta modalidad es común en empresas que ofrecen servicios externos como auditorías o asesoramientos.
Teletrabajo offshore
Se trata del trabajo que surge cuando las empresas tercerizan tareas y la prestación de ciertos servicios en fuerzas laborales de otros países, simultáneamente generando empleos, aprovechando el talento humano disponible en otros husos horarios más convenientes, y a costos competitivos.
Un ejemplo de teletrabajo offshore son los servicios de atención al cliente que se prestan vía telefónica o chat. Otra forma de teletrabajo offshore pueden ser algunos servicios prestados bajo la modalidad de trabajo freelance denominada e-lancing, que es la que se ejerce de manera remota y con la intermediación de plataformas digitales que conectan a trabajadores con clientes.
¿Cuáles son las ventajas del teletrabajo?
El teletrabajar implica una serie de dinámicas organizacionales y de desempeño de tareas que conlleva varias ventajas.
Para el trabajador
- Ahorro en transporte y movilidad.
- Mejor organización del tiempo.
- Mejores posibilidades de balancear el trabajo con la vida familiar.
- Posibilidad de autoempleo.
- Flexibilidad de horario laboral.
- La posibilidad de trabajar y generar ingresos para quienes tienen dificultades para permanecer en el mercado laboral como mujeres con personas a su cuidado, personas con discapacidad, o personas que viven en comunidades aisladas, como explicamos en la entrega de nuestra serie El Futuro del Trabajo en América Latina y el Caribe, sobre la tecnología y cómo puede facilitar la recuperación del empleo tras el COVID-19.
Para las empresas
- Ahorros en infraestructura, servicios y energía.
- En muchos casos el teletrabajo representa mayor productividad y menor ausentismo.
- Menos accidentes laborales.
¿Cuáles son las desventajas del teletrabajo?
El teletrabajar también puede tener algunos aspectos negativos que deben considerarse.
Para el trabajador
- Problemas para teletrabajar cuando no se cuenta con la conectividad adecuada. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, solo el 13 % de la población de la región tiene acceso a banda ancha fija, y el 70 % solo a banda ancha móvil.
- No todos los trabajadores tienen las habilidades digitales necesarias o los equipos para teletrabajar.
- Mayor aislamiento social.
- Dificultad para gozar de los mismos derechos que los trabajadores presenciales.
- Sesgo de visibilidad, es decir, percepción de que los trabajadores que están presencialmente en la oficina trabajan más o mejor que los que están de manera remota.
- Posibilidad de deterioro de la vida familiar.
- Riesgo de agotamiento, burnout y estrés laboral crónico.
Para las empresas
- Pérdida de identidad y pertenencia de los trabajadores al ámbito laboral.
- Menor control sobre la productividad y del cumplimiento de la jornada laboral.
- Cambios en la cultura y la forma de organización laboral.
- Aumento del gasto en equipamiento y servicios para los teletrabajadores.
- Problemas con la seguridad de los datos.
Este video relata cómo se ha vivido el teletrabajo en América Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia, explicando estas ventajas y desventajas desde las experiencias y voces de los trabajadores de la región. En su balance final, los trabajadores destacan más las ventajas de teletrabajar y esto coincide con estudios que reflejan que 87 % de los trabajadores de Chile quieren continuar teletrabajando al menos un día a la semana, incluso cuando el COVID-19 ya no sea una amenaza. Otros países de la región presentan cifras similares.
Por otro lado, muchas de las desventajas de teletrabajar se pueden mitigar con inversiones y regulaciones adecuadas. Por ejemplo, invirtiendo en conectividad y en construcción de habilidades digitales para la fuerza laboral desde el sector público; teniendo buenos equipos de ciberseguridad y políticas adecuadas para la protección de la información; brindando y garantizando el derecho a la desconexión digital y el descanso de los trabajadores, y ofreciendo algunas actividades presenciales de integración y esquemas híbridos que combinen al teletrabajo con trabajo presencial.
¿Qué oportunidades brinda el teletrabajo para América Latina y el Caribe?
Dado que una de las principales características del teletrabajo es que elimina las fronteras físicas y territoriales, las oportunidades que brinda para los trabajadores y las economías de América Latina y el Caribe son de escala mundial.
Asimismo, gobiernos en la región se están apalancando en la modalidad de teletrabajo para hacer frente a diferentes desafíos y resolver otros problemas. Por ejemplo, con el propósito de reducir el consumo de combustibles, que alcanzó cifras titánicas en mayo 2022 en Honduras, el gobierno de ese país instrumentó el teletrabajo en dependencias del Estado como plan para ahorrar combustible.
El teletrabajo como oportunidad para acceder a más y mejores empleos
El teletrabajo expande las fronteras de la búsqueda de empleo y ofrece oportunidades a personas con distintos niveles educativos y distintas habilidades. Las oportunidades para teletrabajar son mayores para quienes tienen habilidades digitales y acceso a computadoras y equipos. Si además se cuenta con la habilidad de saber comunicarse y trabajar utilizando otros idiomas, especialmente el inglés, las posibilidades de encontrar oportunidades out there y bajo la modalidad offshore que explicamos más arriba, se multiplican.
Las plataformas digitales permiten el contacto con empleadores remotos y la realización de tareas a la distancia a través de herramientas colaborativas como Slack, Microsoft Teams o Zoom. La clave para iniciarse en el mundo del teletrabajo, y desarrollar una actividad e-lancing, está en la capacitación en herramientas digitales, en la adquisición de conocimientos específicos y en el desarrollo de habilidades blandas, una combinación ideal para expandir las búsquedas laborales más allá de las fronteras, aplicar desde la comodidad del hogar y cumplir las tareas sin necesidad de abandonar la comunidad en la que se vive.
El teletrabajo también es una oportunidad para reactivar el turismo
Los nómadas digitales representan una oportunidad para impulsar el turismo y reactivar la economía. Por ello varios países de América Latina y el Caribe están apostando por atraer a este tipo de trabajadores, ajustando sus normativas y regulaciones, e invirtiendo en la infraestructura para proveer internet de alta conectividad.
Por ejemplo, Costa Rica recientemente aprobó una Ley para atraer trabajadores, prestadores remotos de servicios de carácter internacional, y nómadas digitales, y así reforzar su competitividad turística garantizándoles seguridad jurídica a los trabajadores remotos que escojan a este país como su sede de labores.
Otro ejemplo es el nuevo programa de trabajo remoto de Barbados que establece una visa para permitir que las personas puedan trabajar en Barbados por un máximo de 12 meses.
Esto trae consigo también un impacto local. Por ejemplo, el impacto de la llegada de “extranjeros COVID” en Ciudad de México en México es bien tangible y visible. En algunas calles de los históricos barrios de Ciudad de México, la gente avanza esquivando sillas y mesas de las múltiples terrazas de restaurantes y cafés en donde se escucha una mezcla de español e inglés muy llamativa, y se ven las pantallas activas de teletrabajadores en acción. El antes discreto mercado Medellín ahora tiene guía de turistas, muchos de ellos nómadas digitales, y algunas de las antiguas vecindades o condominios de la ciudad ahora se identifican como coliving.
Aprovechar plenamente las oportunidades de esta tendencia que hoy impacta los mercados laborales de América Latina y el Caribe contribuirá con la recuperación económica y del empleo en la región. Para esto se requiere invertir en el capital humano para que cuente con las habilidades técnicas, digitales y socioemocionales que se necesitan para desempeñarse en la rama emergente de los servicios locales.
En América Latina y el Caribe, el principal desafío para las personas interesadas en el teletrabajo es contar con la conectividad adecuada, con acceso a herramientas y equipos de tecnología, y con las habilidades digitales que se requieren, muchas de las cuales se adquieren por medio de opciones educativas y de formación distintas a las tradicionales, ¿cuáles son? Conócelas en nuestra nota Desarrollo de habilidades en la era digital: tres grandes tendencias y dos brechas por revertir.
Jobiti dice
Es necesario legislar para que haya una transición hacia el teletrabajo en todos aquellos sectores que lo permitan. Reduce costos a la empresa, a los trabajadores, es beneficioso para el medio ambiente porque se reducirían las emisiones contaminantes derivadas del transporte hacia y desde el trabajo, y también sería beneficioso para conciliar la vida laboral con la familiar.
Ibercenter dice
El teletrabajo es una modalidad que cada vez se está viendo más dentro de las empresas, y es que supone un gran ahorro económico y una mejora del progreso de las tareas. Este se puede combinar con otras modalidades, para que los trabajadores puedan reunirse en espacios habilitados en momentos oportunos, ya sea en una oficina propia o en un centro de negocios.
Dietmar Rojas dice
El teletrabajo es una modalidad laboral en la cual los empleados realizan sus tareas desde su hogar u otro lugar fuera de la oficina tradicional. Este modelo de trabajo ha ido ganando popularidad en los últimos años gracias a los avances tecnológicos que permiten la comunicación y colaboración a distancia de manera eficiente.
Una de las principales ventajas del teletrabajo es la flexibilidad que brinda a los empleados, quienes pueden organizar su tiempo de trabajo de acuerdo a sus necesidades y responsabilidades personales. Esto contribuye a una mejor conciliación entre la vida laboral y personal, reduciendo el estrés y aumentando la productividad.