En general, las instituciones administradoras de pensiones no se consideran entre las agencias públicas más innovadoras. A menudo, estas entidades son vistas como burocracias donde el cambio administrativo no se mide en años, sino más bien en décadas. Sin embargo, un creciente número de Gobiernos en América Latina y el Caribe está considerando la digitalización de la información y los procesos como un componente clave de reformas de seguridad social más integrales, reconociendo el potencial y la importancia de la transformación tecnológica para aumentar la eficiencia y la eficacia de sus instituciones. En este artículo discutimos tres áreas en las que la tecnología digital puede mejorar el funcionamiento de las administradoras públicas de pensiones.
Simplificación de los trámites
Los estudios muestran que, al momento de hacer un trámite, el tiempo es el atributo más importante para los ciudadanos. Proporcionar canales de transacción convenientes y eficientes para los afiliados es una responsabilidad particularmente importante en el caso de las administradoras de pensiones, ya que muchos de ellos tienen movilidad limitada o requieren otro tipo de asistencia focalizada. Las transacciones gubernamentales más rápidas y fluidas también conducen a una mayor satisfacción de los ciudadanos, un aspecto importante en un momento en que los sistemas de pensiones se consideran cada vez más opacos y difíciles de entender. En este sentido, las tecnologías digitales brindan posibilidades sin precedentes para reducir el tiempo y la fricción de los trámites ante el sistema de pensiones, permitiendo a los afiliados realizar pasos administrativos clave en línea y facilitando la comunicación de las instituciones con el público.
Las tecnologías digitales brindan posibilidades sin precedentes para reducir el tiempo y la fricción de los trámites ante el sistema de pensiones.
Reducción del fraude
El fraude y la corrupción en los sistemas de pensiones le cuestan a la región cientos de millones de dólares cada año y se presentan de diversas formas: certificaciones falsas para reclamar beneficios por discapacidad, sobornos a funcionarios para modificar historiales laborales, fraude de identidad para cobrar una pensión de un amigo o familiar fallecido… Solo en Colombia, la Fiscalía General de la Nación estima que, en 420 casos identificados entre el 2016 y 2019, el fraude al sistema de pensiones ascendió a USD 385 millones. En Paraguay, por su parte, en 2018 se detectó que, ante la falta de información oportuna y automatizada, se estaba pagando pensiones no contributivas a un total de 11.507 titulares que ya habían fallecido, lo que equivale a USD 14,9 millones anuales en pagos indebidos.
La tecnología digital ayuda a mitigar el fraude pensional de varias maneras. Por ejemplo, digitalizar la información de los afiliados y garantizar la interoperabilidad entre diferentes bases de datos gubernamentales permite la automatización de los procesos y facilita la detección de comportamientos fraudulentos. Además, reemplazar las tarjetas de identificación en papel con tarjetas digitales ayuda a reducir la ocurrencia de robo de identidad, reclamos fraudulentos y duplicidades accidentales. Por otro lado, el análisis algorítmico de datos y las herramientas de inteligencia artificial, que permiten buscar anomalías en millones de puntos de datos, permiten a las administradoras identificar instancias de fraude pensional que son difíciles de detectar utilizando métodos convencionales.
Digitalizar la información de los afiliados y garantizar la interoperabilidad entre diferentes bases de datos gubernamentales permite la automatización de los procesos y facilita la detección de comportamientos fraudulentos.
Planificación financiera y actuarial
Una tercera área en la que las herramientas digitales pueden ayudar a las administraciones de pensiones es la planificación financiera y actuarial. Por ejemplo, establecer sistemas de nómina digital permite utilizar datos en tiempo real en los modelos de desempeño fiscal de los sistemas de pensiones. Además, los incrementos en el poder computacional y la explotación de datos novedosos y masivos permiten realizar análisis predictivos más precisos, lo que ayuda a mejorar la capacidad de las entidades para determinar la necesidad de realizar ajustes paramétricos o de implementar políticas proactivas para garantizar la sostenibilidad financiera. Finalmente, la digitalización y promoción de portales de datos abiertos sobre la situación fiscal del sistema de pensiones puede aumentar la confianza del público en los esquemas de seguridad social.
Establecer sistemas de nómina digital permite utilizar datos en tiempo real en los modelos de desempeño fiscal de los sistemas de pensiones.
Paraguay: la transformación digital en acción
Las promesas de la transformación digital ya están dando frutos en América Latina y el Caribe. Recientemente, el Gobierno de Paraguay decidió aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar el funcionamiento de dos sistemas de pensiones administrados por el Ministerio de Finanzas: el sistema de pensiones para los trabajadores del sector público, denominado Caja Fiscal, y el sistema de pensiones no contributivas, que paga beneficios a adultos mayores en condiciones de pobreza. Con el apoyo del BID, el país configurará sistemas de información biométrica, expandirá los canales digitales de comunicación con los afiliados, y fortalecerá la capacidad del Ministerio para mejorar el desempeño fiscal de ambos esquemas. El proyecto, que beneficiará a más de 500.000 personas, también permitirá reformar los modelos de gestión interna y proporcionar una mejor adecuación física a las entidades que administran los dos sistemas. De esta forma, Paraguay se convierte en un punto de referencia para otros países de la región que buscan aprovechar las oportunidades que presenta la cuarta revolución industrial para mejorar la eficiencia y la eficacia de sus administraciones de pensiones.
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