Aunque a diferentes ritmos, los países caribeños han visto envejecer gradualmente a sus poblaciones con el tiempo. Esto es el resultado de varios factores, incluyendo la disminución de las tasas de fertilidad, la emigración de su población activa y el aumento de la esperanza de vida.
El envejecimiento de la población es el resultado de importantes logros sociales, como el aumento de la esperanza de vida, pero también trae consigo importantes desafíos para los sistemas de protección y seguridad social. En la última edición del Informe Económico Trimestral del Caribe del BID (disponible en inglés), nos centramos en cómo este fenómeno está ejerciendo presión sobre las finanzas de los esquemas nacionales de seguros existentes en el Caribe. También analizamos cómo los gobiernos pueden responder a estas presiones y sus implicaciones a mediano y largo plazo.
Se espera que las naciones caribeñas, al igual que sus pares en América Latina, vean aumentar la proporción de su población de personas mayores en relación con su población activa hasta al menos el año 2050. Estas tendencias demográficas están respaldadas por una confluencia de varios factores, incluyendo:
- Disminución de las tasas de fertilidad. Las tasas de fertilidad en el Caribe han estado en una trayectoria descendente durante varios años, impulsadas tanto por el aumento de los ingresos como por una mayor planificación familiar. Las Bahamas, Barbados y Jamaica tienen tasas de fertilidad por debajo de la tasa de reemplazo recomendada (2.1 nacimientos vivos por mujer). Por otro lado, Surinam y Guyana tienen tasas de fertilidad por encima de la tasa de reemplazo, pero se espera que también caigan por debajo de la tasa de reemplazo con el tiempo.
- Aumento de la esperanza de vida. El aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas se debe a varias tendencias, incluyendo el aumento de los ingresos y el acceso creciente a la atención médica. A pesar de una caída notable entre 2020 y 2022, debido a la pandemia de COVID-19, se espera que la esperanza de vida de los nacionales caribeños continúe aumentando. A medida que la población de personas mayores vive más tiempo, estarán cobrando beneficios de los esquemas de pensiones por un período más largo, lo que coloca una presión adicional a los fondos de pensiones.
- Alta migración neta. Varios países caribeños tienen tasas de migración neta más altas en comparación con América Latina y otros países del Caribe. Hasta 2019, Jamaica, Trinidad y Tobago y Guyana tenían tasas negativas de migración neta (es decir, emigración), compuesta en su mayoría por personas jóvenes y con educación. Una excepción notable a esta tendencia es Las Bahamas, que ha visto niveles consistentemente positivos de migración neta (es decir, inmigración) al menos desde el cambio de siglo.
Como resultado, la relación entre los beneficios de pensión y la base contributiva ha cambiado: los derechos de pensión en los esquemas nacionales de seguros están creciendo y siendo financiados por una base de trabajadores que disminuye gradualmente. Los beneficios pagados por los esquemas nacionales de pensiones superan las contribuciones en la mayoría de los países caribeños. Estos déficits, que han persistido durante años en algunas islas, a menudo se pagan con subsidios de los presupuestos nacionales (por ejemplo, Surinam) o con activos existentes en fondos (por ejemplo, Guyana).
Desafortunadamente, varios esquemas nacionales de seguros han estado operando con déficits durante años, y algunos se espera que agoten sus activos o reservas de pensiones dentro de esta década (Tabla 1). Jamaica está notablemente ausente ya que su esquema nacional de seguridad social, desde la implementación de varias reformas a mediados de la década de 2010, ha estado generando superávits debido a las contribuciones recibidas que superan los beneficios pagados y a ingresos de inversión relativamente altos. Esto, sin embargo, se explica en gran medida por su baja cobertura y tasas de reemplazo.
País | Año estimado cuando el gasto en beneficios supera por primera vez los ingresos por contribuciones | Activos o reservas de pensiones agotadas |
---|---|---|
Las Bahamas | 2016 | 2028 |
Barbados | 2017 | Entre 2034 y 2041 |
Guyana | 2007 | Reservas de pensiones agotadas desde finales de 2016 |
Trinidad y Tobago | FY2013 | Mediados de la década de 2030 |
Sin embargo, no existe una receta única para mitigar o revertir el agotamiento de los esquemas nacionales de seguros.
Los gobiernos pueden seleccionar una combinación de diferentes enfoques, incluyendo:
- Mejorar la eficiencia administrativa. Debido a su pequeño tamaño poblacional, los esquemas nacionales de seguros del Caribe, en general, no pueden capitalizar los ahorros de costos debido a las economías de escala. No obstante, existe potencial para optimizar los gastos administrativos y operativos. Por ejemplo, a pesar de su tamaño comparable, el gasto administrativo, como proporción de los ingresos por contribuciones, fue aproximadamente cinco veces mayor en Las Bahamas que en Barbados.
- Ajustar los parámetros para reflejar mejor el contexto demográfico y fiscal. Los ajustes para igualar mejor los ingresos por contribuciones y los beneficios son una recomendación común en los informes actuariales, como aumentar la edad de jubilación o el número mínimo de contribuciones necesarias para calificar. En el caso de Barbados, la edad de jubilación legal se elevó de 65 a 67 años en 2018 y se elevará a 68 años para 2034.
- Alinear las carteras de inversión con los objetivos de pensión. Dadas las tendencias demográficas actuales, a medida que los sistemas maduran, las inversiones de contribuciones se vuelven insuficientes. Los ingresos por inversiones pueden jugar un papel más importante. Se podrían obtener mejores resultados mediante políticas de inversión que reconozcan los objetivos a largo plazo de los ingresos de jubilación y reduzcan los riesgos de concentración. En línea con esta visión, los informes actuariales más recientes en Las Bahamas y Barbados han sugerido aumentar la proporción de activos de propiedad extranjera como una posible vía para la diversificación y mejores perfiles de riesgo-retorno.
- Mejorar el diseño y la capacidad institucional. Fortalecer la capacidad de los esquemas nacionales de seguros, particularmente de sus empleados, también es clave para mitigar las consecuencias de estos cambios demográficos inminentes y la tensión financiera de los fondos de pensiones nacionales. Estos esquemas también pueden beneficiarse de la transformación digital y de herramientas adicionales para monitorear y hacer cumplir las obligaciones de los empleadores de contribuir. Frente a este complejo desafío, el BID está llevando a cabo un proyecto de investigación regional titulado “Seguro Social en el Caribe: Ha Llegado el Momento”. El proyecto ofrecerá información adicional sobre los tipos de reformas que los países podrían considerar en el futuro.
Las pensiones del esquema nacional de seguros no solo juegan un papel crucial en proporcionar seguridad financiera durante la jubilación. Además, las pensiones de los esquemas nacionales de seguros sustentan el contrato social entre los trabajadores y sus naciones y, por lo tanto, también son pasivos contingentes para los presupuestos nacionales. Es por esto que los gobiernos caribeños deben abordar estas preocupaciones e implementar reformas para reforzar sus esquemas nacionales de seguros.
Para un análisis más profundo, incluyendo cálculos de cobertura y adecuación, te invitamos a explorar la última edición del Informe Económico Trimestral del Caribe (disponible en inglés).
Consulta la versión en inglés de esta nota en nuestro blog del Caribe, Caribbean Dev Trends.
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