Si el futuro del trabajo va a ser tan arduo como lo dibujan, ¿qué será de los jóvenes? Si el tsunami tecnológico que amenaza al mundo, eso que se ha venido a denominar la Cuarta Revolución Industrial, va a ser una prueba durísima para los trabajadores de hoy, ¿cómo aseguramos un buen porvenir a la próxima generación? ¿Qué tan preparados están los millennials de América Latina y el Caribe? ¿Podrán superar el reto que les plantea la digitalización y la llegada masiva de los robots?
Con Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar y estudiar?, una publicación que verá la luz el próximo noviembre, queremos ofrecer un diagnóstico sobre los jóvenes de nuestra región, más allá de clichés, estigmas e imágenes preconcebidas, para repensar las políticas orientadas hacia este sector de la población. Para formularlo, nos acercamos a más de 15.000 jóvenes de entre 15 y 24 años en nueve países (Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay) con la intención de conocer mejor qué factores influyen cuando deben elegir entre la escuela y el trabajo (o ambos) y, también, con el objetivo de entender mejor cuáles son sus habilidades. En concreto, las cognitivas (comprensión lectora, capacidad de resolver problemas matemáticos), socioemocionales (como la autoeficacia, la perseverancia o la autoestima) y técnicas. El estudio también busca conocer sobre las expectativas y aspiraciones de los jóvenes.
Con Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar y estudiar?, una publicación que verá la luz el próximo noviembre, queremos ofrecer un diagnóstico sobre los jóvenes de nuestra región, más allá de clichés, estigmas e imágenes preconcebidas.
Resultados preocupantes
En nuestro análisis, encontramos carencias relevantes en las habilidades cognitivas de los jóvenes que participaron en el estudio. Así, menos de un 60% de los jóvenes mostró capacidad para realizar correctamente cálculos matemáticos sencillos, de utilidad para el día a día (por ejemplo, cómo repartir un monto de dinero en partes iguales para cinco personas). También observamos con preocupación otros aspectos, como la fluidez en el inglés.
Optimismo en las habilidades blandas
Con respecto a las conocidas como habilidades socioemocionales, justamente esas que se cree que serán más necesarias para enfrentar los desafíos de esta revolución tecnológica, los resultados son más positivos. Estas habilidades blandas, a las que los sistemas educativos han otorgado tradicionalmente un rol de menor importancia, son cada vez más valoradas por los empleadores. Así, los resultados de nuestro estudio también nos ofrecen razones para ser optimistas.
Otro aspecto destacable tiene que ver con los ninis, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan ni se capacitan, una categoría en la que se encuadra uno de cada cinco participantes en nuestro estudio. De ellos, un 40% está buscando un empleo (sobre todo los hombres) y un 57% se dedica a labores de cuidado (sobre todo las mujeres). Por tanto, nuestro estudio refleja que, frente a la imagen que habitualmente encontramos al referirnos a los ninis, la mayoría de ellos no son jóvenes ociosos, sino personas dedicadas en otras actividades productivas en su día a día.
Nuestro estudio refleja que, frente a la imagen que habitualmente encontramos al referirnos a los ninis, la mayoría de ellos no son jóvenes ociosos, sino personas dedicadas en otras actividades productivas en su día a día.
La imagen: una acuarela reivindicativa
La joven diseñadora colombiana Daniela Arango fue la ganadora de nuestro concurso para la imagen de portada de nuestra publicación (puedes ver la imagen ganadora ilustrando este mismo artículo). Su propuesta, titulada El origen de la innovación, es una acuarela reivindicativa: “Los millennials contamos con herramientas tecnológicas para crear redes, mover masas, compartir conocimiento, trabajar y estudiar al tiempo. No se trata de escoger uno sobre el otro, sino lograr los objetivos personales que además le otorguen equilibrio y bienestar al país. Así, la obra plantea una joven activa en su computador, con una camiseta que porta los parches de inconformidad, y su pelo sugiriendo las ideas que nacen del contexto y la llevan a la innovación”. Desde estas líneas, nuestro más sincero agradecimiento a los muchos jóvenes que participaron en el concurso, cuyas creaciones compartiremos el día del lanzamiento de nuestro libro.
Más sobre nuestra publicación
Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar y estudiar? es una investigación conjunta del BID, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá, la Fundación Espacio Público (Chile) y Young Lives, de la Universidad de Oxford. No olvides suscribirte a nuestro blog y asegúrate de ser el primero en recibir el enlace para descargar el libro completo.
*Este artículo cuenta con la coautoría de Rafael Novella y Graciana Rucci, del BID, y de las autoras invitadas Andrea Repetto y Carolina Robino.
Andrea Repetto es Ph.D. en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es directora de Espacio Público y académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde dirige el programa de Magíster en Economía. Su investigación académica se centra en la evaluación de impacto de políticas sociales y fiscales, con énfasis en educación y empleo, y en la interacción entre economía y psicología y sus aplicaciones a las finanzas personales y pensiones. |
*Carolina Robino es oficial principal de Programas en el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá. Se interesa en pobreza y desigualdad, mercados del trabajo e inclusión de mujeres y jóvenes. Fue investigadora y profesora en la Universidad Metropolitana Nelson Mandela en Sudáfrica y en la Universidad de la República (Uruguay). Licenciada en economía, maestría en Estudios Políticos y Sociales de América Latina de la Universidad Alberto Hurtado de Chile y Ph.D. en Estudios del Desarrollo por la Universidad Metropolitana Nelson Mandela.). |
Martha Moreno dice
El futuro de los jóvenes es promisorio, pues tienen facilidad de adaptación a nuevos medios, responden fácilmente a nuevas metodologías de aprendizaje, siempre que estás le permitan conectar y conducir sus talentos y capacidades individuales, a la resolución de necesidades de los colectivos sociales.
Enrique León dice
Interesante investigación. Sería bueno conocer cuales son esas actividades productivas en las que se agrupan los Millennials y que cambian la impresión de que son ninis. No se menciona en este avance informativo del estudio, cómo afecta el comportamiento y expectativas de los Millennials el estado y funcionalidad de las familias de las cuales proceden. Cuál es el porcentaje de familias no funcionales y/o descompuestas en los hogares de procedencia de los 15.000 encuestados. Se preguntó esto?
Liliana Gaitan dice
Sin duda que la investigación brindará información valiosa a quienes trabajamos por la promoción del empleo juvenil.
Una de los retos que con frecuencia encontramos es la alta rotación laboral de los jóvenes. Se les apoya en la consecución del empleo, los empresarios se sensibilizan a darles una plaza en sus empresas, pero la confianza se rompe rápidamente cuando frente a los primeros obstáculos los jóvenes renuncian (impactando de nuevo en forma negativa las cifras de empleo). Qué hacer y cómo reducir la rotación laboral juvenil es algo que quisiera saber si fue abordado en la investigación y que resultados obtuvieron. Gracias
Edwin dice
El futuro inmediato dela juventud actual es de un nivel creciente de incertidumbre, no basta que la juventud esté preparada o cultive las habilidades blandas cuando un cambio tecnológico disruptivo, los deje sin oportunidades. Tal es el caso del empleo de camiones autónomos en minería que prescindirán de operador@s. Saludos.