Pese al importante crecimiento que ha experimentado Paraguay en la última década, existen varios retos en lo que se refiere al funcionamiento del sistema de pensiones, un elemento crucial de las políticas públicas que debe fortalecerse si el país quiere lograr la meta de crecer con más inclusión social. ¿Cuáles son estos desafíos? Te los contamos en este post.
1. El problema de la baja cobertura. Paraguay se caracteriza por un sistema previsional con bajo nivel de cobertura. Como se señala en ‘Mejores Pensiones, Mejores Trabajos’, la cantidad de trabajadores que cotizan al sistema de pensiones alcanza al 18%, una cifra sustancialmente menor a la del promedio latinoamericano ( 44%). Este mismo estudio subraya que sólo el 14% de los hombres y el 18% de las mujeres mayores de 65 años reciben una pensión.
2. Un sistema peligrosamente generoso. Un estudio publicado conjuntamente por el Banco Mundial, el BID y la OCDE muestra al sistema de pensiones paraguayo como uno de los esquemas más generosos, con tasas de reemplazo promedio que exceden el 100%, una cifra superior al que muestran los países de la región, que en promedio alcanzan el 62%. Esta situación compromete la sustentabilidad financiera del sistema y, en el caso de Paraguay, puede comprometer la gestión de las finanzas públicas, pues afecta negativamente la situación fiscal del país.
3. La inexistencia de una Superintendencia de pensiones. A diferencia de otros países de la región, Paraguay permanece aún sin una entidad gubernamental que centralice las labores de supervisión y regulación del sistema de pensiones. De la misma forma, no existe un marco regulatorio uniforme del sistema, no se consolidan las estadísticas de cotizantes y beneficiarios, y tampoco se cuenta con normativas uniformes para la inversión de las reservas. En el pasado, estas situaciones se han traducido en decisiones inadecuadas, que han generado pérdidas patrimoniales que han afectado la sostenibilidad financiera del sistema y eventualmente pueden constituirse en un pasivo para el Estado.
4. Alta fragmentación normativa. Como resultado de la ausencia de una entidad de supervisión y una norma única para todo el sistema, las regulaciones de las cajas previsionales muestran una gran heterogeneidad en cuanto a sus disposiciones normativas. Esta situación queda reflejada en los diferentes parámetros existentes, incluyendo la tasa de contribución y las condiciones de otorgamiento de los beneficios, así como también en el tratamiento de los diversos grupos de trabajadores.
La alta dispersión, la inexistencia de una supervisión centralizada y un marco regulatorio incompleto se constituyen en una barrera importante para avanzar en los desafíos que enfrenta el sistema de pensiones. En el corto plazo, una entidad de supervisión y un adecuado marco regulatorio contribuirían a sentar las bases para los cambios que el sistema de pensiones requiere. En el mediano plazo, la existencia de un marco normativo adecuado y de una fiscalización constructiva de parte de la Superintendencia permitiría aumentar la confianza de los usuarios en el sistema, lo cual favorecería un aumento de la base de contribuyentes, evaluar tempranamente los cambios paramétricos para resguardar la sustentabilidad del sistema y avanzar en la equidad de los beneficios.

Excelente artículo. De manera clara y precisa, puntualmente, se identifican los factores que amenazan la estabilidad y permanencia del régimen pensional en Paraguay. Situación, aun, peor, es la que se vive en Venezuela, sobre la materia jubilatoria y pensional. En nuestro país estamos construyendo, sobre el particular, una bomba de tiempo que puede estalla en cualquier momento.