En 2020, la economía global sufrió su peor caída desde la Gran Depresión de 1929, y los impactos negativos de la pandemia del COVID-19 en el mercado laboral fueron impresionantes. Lo curioso es que, en 2021, apenas un año después del inicio de la pandemia, muchos analistas dejaron de hablar del desempleo y empezaron a hablar más bien de una escasez de trabajadores en los Estados Unidos de América. A finales de 2021, la revista The Economist afirmó que el 2022 sería el año del trabajador, ya que hace mucho tiempo que los trabajadores no tienen el poder de negociación que tienen ahora. ¿Es esto cierto? ¿Hay evidencias de que los trabajadores tienen mayor poder de negociación? Este fenómeno, ¿se produce solo en Estados Unidos y países de la OCDE? ¿O también ocurre en países de América Latina y el Caribe? En esta nota analizamos cifras que pueden aportar a la respuesta de estas interrogantes.
¿Por qué 2022 podría ser el año del trabajador en los Estados Unidos?
Revisando ciertos indicadores, es posible argumentar que ahora los trabajadores en EUA gozan de mayor poder de negociación del que han gozado en años previos. La tasa de desempleo hasta finales del 2021 se encuentra prácticamente recuperada a niveles prepandémicos. Además, cuando analizamos otro indicador más exhaustivo de la subutilización de la fuerza de trabajo llamado brecha laboral, que incluye a las personas desempleadas; aquellas que se encuentran disponibles para trabajar, pero no buscan un empleo; y aquellas empleadas que quisieran trabajar más horas, pero no pueden hacerlo, es evidente la recuperación de los mercados laborales estadounidenses en ese aspecto también. Pero el fenómeno verdaderamente histórico, denominado la Gran Dimisión o Gran Renuncia, se refiere al uso inédito que han hecho los trabajadores de su poder de negociación al presentar renuncias en una cifra récord en este siglo.
¿Está sucediendo lo mismo en todas partes del mundo?
Analicemos las cifras y el caso particular de México. A pesar de la recuperación económica, y de que la tasa de desempleo y la tasa de participación laboral se encuentran ya casi recuperadas a niveles previos a la pandemia, otros indicadores sugieren que el poder de negociación de los trabajadores mexicanos no se ha recuperado. En particular, la brecha laboral aún se encuentra en niveles altos en comparación con el periodo previo a la pandemia en México. El mercado laboral mexicano aún no se recupera.
Comparando cifras del “desempleo voluntario”
Desafortunadamente en el caso de México no es posible conocer el número total de renuncias que se dan año a año, como en el caso de los Estados Unidos. Sin embargo, sí es posible realizar una comparación de otro indicador relacionado con las renuncias, tanto de México como de EUA. Es posible calcular un indicador del “desempleo voluntario”, que es el porcentaje de desempleados que llegaron a esta situación a raíz de una renuncia dentro del número total de desempleados.
Dado que siempre hay diferencias importantes entre estos dos mercados laborales—el desempleo voluntario tiende a ser mayor en México que en EUA—es útil ajustar los datos para detectar los cambios desde la crisis del COVID-19 en cada país de forma separada. En este caso, ajustamos el indicador de cada país para que un valor mayor de 100 signifique “mayor que el promedio de 2005-2019”, y un valor menor a 100 signifique “menor al promedio de 2005-2019″.
A la hora de comparar las cifras, podemos observar que el desempleo voluntario en EUA supera claramente el promedio de 2005 a 2019 en ese país y tiene una tendencia hacia el alta; pero en el caso de México las cifras apenas parecen tender a alcanzar el promedio de 2005 a 2019, a pesar de haber habido una mejoría reciente desde el inicio de la crisis. Estos resultados sugieren que, a diferencia de los trabajadores estadounidenses, los trabajadores mexicanos ahora tienen menor confianza en sus posibilidades de encontrar nuevos y mejores empleos que antes de la crisis.
El poder de la renuncia y la negociación individual
Un mercado laboral que crea oportunidades laborales de calidad para las personas que quieren generar ingresos empodera a los trabajadores. Una manera que tienen los trabajadores de demostrar su empoderamiento es a través de su libertad de renunciar a empleos que ya no les satisfacen para buscar mejores oportunidades con su confianza elevada. En términos generales hay buenas razones para pensar que el 2022 será el año del trabajador en Estados Unidos, pues existe evidencia de que los trabajadores estadounidenses tienen—y están ejerciendo—un mayor poder de negociación. En el caso de México, al encontrarse más lejano el mercado laboral de una recuperación económica, los trabajadores tienen menos confianza en sus posibilidades laborales y por tanto no se sienten con valentía para renunciar y cotizar sus habilidades en el mercado laboral.
Todavía queda un camino por recorrer en la recuperación y puesta en valor de los mercados laborales en América Latina y el Caribe, y desde el BID estamos impulsando proyectos que buscan la generación de empleos de calidad y la masificación de la capacitación y adquisición de habilidades, para asegurar que todas las personas pueden beneficiarse de las oportunidades que también trajo la pandemia, y que están surgiendo de la transformación digital.
Para más gráficos y detalles sobre las tasas de desempleo, participación y brecha laboral en México, te invitamos a mirar esta nota de México, ¿Cómo Vamos?
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