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¿Sabías que las mujeres tienen menos acceso a Internet y a redes sociales que los hombres? ¿O que, incluso cuando tienen acceso, no le sacan el mismo partido?
Recientemente tuve la oportunidad de conversar con Marne Levine, Vicepresidenta de Política Pública Global en Facebook, sobre las implicaciones sociales y económicas de esta brecha digital de género, especialmente para mujeres de países en desarrollo. El siguiente vídeo resume nuestra charla, que puede leerse completa en este post.
Marne, ¿hay una brecha entre hombres y mujeres respecto al uso de Internet en el mundo?
Hay dos tipos de brechas de género en el mundo digital. La primera es la brecha que existe entre hombres y mujeres en términos de acceso a Internet. He visto estudios que dicen que hay 200 millones de mujeres menos que hombres en la red a nivel mundial. Y en los países en vías de desarrollo, un 25% menos de mujeres y niñas están en línea. Los investigadores dicen que, de no intervenir, esos 200 millones se pueden convertir en 350.
Es un problema enorme, sobre todo para países en desarrollo. En África sub-sahariana, sólo 6 mujeres de cada 10 hombres están en línea. En India, que se está convirtiendo rápidamente en el segundo mercado de Internet en el mundo, sólo un tercio de las personas con conexión son mujeres. En América Latina y el Caribe, donde se ven señales más positivas, la diferencia entre hombres y mujeres es sólo del 10% y la brecha tiende a cerrarse. Pero aún hay mucho trabajo por hacer para cerrar esta brecha digital y dar acceso a las dos terceras partes de la población mundial que aún no están en la red.
En segundo lugar, también hay una brecha en términos de uso de Internet. Incluso en los países donde las mujeres pueden acceder a Internet en igual número que los hombres, simplemente no lo hacen. Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe mostró que este tipo de brecha digital afecta de manera desproporcionada a mujeres en el mundo en desarrollo. Hay todavía una brecha en términos de habilidades y familiaridad con Internet, áreas en las que deberíamos enfocarnos.
¿Qué implica esta brecha para las mujeres del mundo en desarrollo, especialmente para las latinoamericanas y caribeñas?
Como dijo la Presidenta chilena Michelle Bachelet cuando era Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, trabajar con mujeres y niñas es fundamental para enfrentar los desafíos de desarrollo, y desarrollo sostenible se traduce en derechos para las mujeres, igualdad de oportunidades y la plena participación de las mujeres. La conectividad ofrece enormes beneficios políticos, económicos y sociales que pueden transformar países. En 2013, la Comisión de Banda Ancha de la UIT presentó un estudio que decía que si 600 millones de mujeres se sumaran a la red en los próximos tres años, podrían incrementar entre 13 y 18 mil millones de dólares el PIB mundial.
Además, la conectividad puede acelerar la creación de un círculo virtuoso que puede sacar a las mujeres de la pobreza. Cuando las mujeres usan el Internet para crear un negocio, avanzan hacia la estabilidad financiera. Con acceso a la red se educan mejor ellas y a sus hijos. Y pueden participar en la gobernabilidad de sus países, ayudar a cambiar la cultura y forjar la innovación y el futuro. Por tanto, es crítico que trabajemos en dar acceso a más mujeres a la red y en ayudarlas a que usen las herramientas digitales que los hombres llevan ya usando un tiempo.
¿Qué está haciendo Facebook para cerrar esta brecha?
Primero, nos estamos enfocando en dar acceso a Internet a 5.000 millones de personas a través de la iniciativa Internet.org. Estamos haciendo más asequibles las opciones de acceso, creando eficiencia de los datos y ayudando a crear nuevos modelos de negocio que beneficiarán a hombres y mujeres.
En segundo lugar, hemos lanzado iniciativas para pequeños negocios en América Latina que ayudarán a mujeres y hombres a usar nuestra plataforma para conectarse a nuevos mercados y expandir sus negocios. Y estamos viendo nacer muchas historias positivas en América Latina, como la de una mujer de Sao Paulo, Brasil, con un negocio poco rentable de cartelería que buscaba una manera de amortizar la importante inversión que había realizado en un equipo de impresión. Decidió expandir su negocio a cotillones para fiestas y creó una página de Facebook. En dos años, su empresa creció tanto que contrató a 9 empleados y hoy tiene 500 clientes regulares.
¿Cómo empodera Facebook a las mujeres dentro de la organización?
En Facebook tenemos una situación privilegiada porque Sheryl Sandberg, nuestra Directora de Operaciones, no es sólo un fuerte modelo a seguir dentro de la organización, sino que es una reconocida lideresa en temas de empoderamiento femenino e igualdad de género. Y, junto a Mark Zuckerberg, ha trabajado duro para crear una cultura que empodere a la mujer en Facebook.
Por ejemplo, la organización fomenta que nos demos comentarios constructivos al momento, de tal forma que podamos ayudarnos los unos a los otros a ser más efectivos. Al finalizar una reunión un colega puede acercarse y decirte: “¿Sabes? Tu intervención habría sido mejor si te hubieras sentado más cerca y hubieras expuesto tu argumento de esta manera, en vez de la forma en la que lo hiciste”. Esto me ayuda a mí, como mujer, a ser más fuerte, más efectiva y a hablar de manera asertiva en las reuniones.
Y en línea con esta práctica, se fomenta que las mujeres se sienten literalmente a la mesa. A veces, cuando entras en una sala de reuniones, notas que las mujeres tienden a sentarse en la parte más apartada de la mesa, o en segunda línea. En Facebook se promueve que las mujeres estén en primera línea de las discusiones, y que sus voces sean parte del proceso de la toma de decisiones.
También tenemos grupos de mujeres que comparten consejos profesionales, que se motivan y apoyan mutuamente, ya sea sobre cómo negociar un aumento de salario a cómo identificar y enfrentar discriminación por ser mujer. Pueden reunirse para grandes eventos, como nuestra Conferencia de Mujeres, o para cosas tan sencillas como organizar una cena entre colegas sin agenda laboral. La suma de todas estas acciones ayuda a crear una cultura que apoya y empodera a las mujeres.
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