Por Gabriela Andrade *
¿Sabías que alrededor del 52 por ciento de las mujeres en América Latina y el Caribe (ALC) no tiene una cuenta bancaria? ¡Es casi más de la mitad! En cambio, en los países miembros de la OCDE esta proporción solo alcanza el 6 por ciento.
Si estás interesado en el tema y deseas profundizar en los datos, tenemos malas noticias para ti, ya que son en gran parte inexistentes. La mayoría de los datos que hay hasta la fecha provienen de Global Findex, la base de datos más completa sobre inclusión financiera y que con solo 5 años de existencia cambió radicalmente el “status quo” al proporcionar por primera vez datos comparativos desglosados por género. Gracias a esto, ahora sabemos y podemos medir la forma en que las mujeres están menos incluidas en el sector financiero que los hombres en todo el mundo y en todos los tipos de productos.
Afortunadamente la brecha de género en la titularidad de cuentas en ALC está disminuyendo. Según Global Findex ésta ha pasado 9.3 a 5.5 puntos porcentuales entre 2011 y 2014, un logro notable considerando que la brecha global de género apenas mejoró.
Contar con más datos desglosados por género resulta fundamental para influir en las políticas públicas y los programas que promueven la inclusión financiera y, al mismo tiempo, proporcionar inteligencia de mercado que permita a los proveedores de servicios financieros prestar un mejor servicio a las mujeres. Piénsalo, ¿cómo puede alguien diseñar mejores intervenciones sin datos? O como dice el dicho, “lo que se mide se hace”.
En el BID creemos firmemente que los esfuerzos para capturar y analizar datos desde el lado tanto de la oferta como de la demanda, al ser complementarios, son esenciales para mejorar las acciones y políticas del sector público. A su vez, también son muy importantes para los proveedores de servicios financieros, ya que estos datos son cruciales para demostrar el caso empresarial de servir a las mujeres y elaborar propuestas de valor adecuadas para ellas.
Hoy, tenemos un programa regional de cooperación técnica que apunta a mejorar la generación de datos e inteligencia desagregados por género en ALC. Así, apoyamos esfuerzos para incorporar los aspectos de género tanto en iniciativas de oferta como de demanda dirigidas por el sector público. El trabajo hecho hasta ahora ha incluido un análisis y recomendaciones para un conjunto de indicadores clave desglosados por género que los reguladores financieros deben recopilar y monitorear. También apoyamos a México en términos de indicadores de oferta y datos relacionados con empresas que sean propiedad o estén dirigidas por mujeres, incluso desde el lado de la demanda.
Además, y para intensificar los esfuerzos para abordar la brecha de datos, el Grupo BID se asoció con la Alianza Mundial de Banca para la Mujer (GBA) y “Data2X” en 2014 para desarrollar un enfoque multinivel y de múltiples partes interesadas, que incluye a banqueros y a legisladores, para incentivar la recopilación y presentación de informes generalizados de datos desglosados por sexo. Como primer paso, y para mapear el estado actual de los datos desagregados en el sector financiero, tanto a nivel global como nacional, se produjo el informe “Midiendo la inclusión financiera de las mujeres: el valor de los datos desagregados por sexo“, además del estudio de caso “Catalizando sistemas financieros inclusivos: el comprometimiento de Chile con el estudio de caso de datos de las mujeres en Chile“, que destacó la historia del único país del mundo que, hasta ahora, ha seguido datos desglosados por sexo sobre su sistema financiero por más de 10 años.
Es importante destacar que esta iniciativa ha crecido significativamente y se ha convertido en el ” Consorcio de Datos para la Inclusión Financiera de las Mujeres (WFID)” que ahora también incluye a la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), la Corporación Financiera Internacional, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Alianza para la Inclusión Financiera. En este contexto, los socios están uniendo fuerzas para aumentar la conciencia sobre la importancia de los datos de servicios financieros desglosados por sexo y coordinar esfuerzos e intervenciones para maximizar su recopilación y uso. Como resultado, y con el objetivo de expandir el esfuerzo, se ha desarrollado una Estrategia Global de Datos de Género con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates y el compromiso de McKinsey & Co.
Como dijo Angela Merkel en la Cumbre de Mujeres20 en Berlín, necesitamos ser muy claros sobre qué datos exactos generarán el mayor cambio. La inclusión financiera solo puede alcanzarse si medimos, analizamos y abordamos la situación de las mujeres, la mitad de la población mundial.
Gabriela Andrade es especialista líder de mercados financieros de la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del BID. Su trabajo se enfoca en Fintech, inclusión financiera y temás de género en el sector financiero, entre otros. Gabriela se incorporó al BID en 2006, donde ha ocupado diferentes posiciones, incluyendo asesora finaciera para la Vicepresidencia de Países y economista de país. Posee estudios de pre y post grado en Economía de la Universidad McGrill, en Montreal, Canada.
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