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Soy mexicano, por eso no te extrañará mucho que confiese ser un fanático del fútbol. Y creo que precisamente por eso quedé completamente sorprendido cuando, en medio de la locura del Mundial en Brasil, leí un artículo sobre cómo la violencia doméstica había aumentado un 25% en Inglaterra durante el Mundial de 2010, cuando su selección fue eliminada por Alemania en octavos de final.
Este es uno de los resultados principales de un estudio realizado por un criminólogo de la Universidad de Lancaster, Inglaterra, pero no el único. El análisis recogía además aumentos similares de la violencia contra las mujeres en este país después de los juegos la selección inglesa durante las copas del mundo de 2002, 2006 y 2010. De ahí que durante el Mundial de este año se haya lanzado una campaña de sensibilización sobre este tema con el lema #standupworldcup.
Lo cierto es que esta estrecha vinculación entre las derrotas deportivas y la violencia contra las mujeres no es nueva, y este estudio centrado en el Mundial de fútbol está en línea con otros que se han hecho sobre, por ejemplo, el incrementos en violencia domestica cuando los que pierden son equipos de fútbol americano en Estados Unidos.
Por si fuera poco, esta evidencia es aún más llamativa cuando se contrasta con la que reflejan estudios centrados en medir la delincuencia común, para la que el fútbol sí tiene un efecto positivo: en Montevideo, Uruguay, los robos caen un 15% durante partidos del Mundial. Al parecer, ni los ladrones se quieren perder los partidos.
Con la pelota aún rodando en Brasil, obviamente es pronto para tener un estudio detallado del impacto que el Mundial de 2014 ha tenido en los índices de violencia contra la mujer, pero los datos que ya han trascendido no indican nada bueno y apuntan además a que, como el fútbol, este fenómeno es de carácter mundial.
Este es el caso de Ciudad de México, por ejemplo, pero también de Costa Rica, cuyas autoridades ya han reportado incrementos en la violencia contra la mujer durante el Mundial de Brasil. Según datos del Ministerio de Seguridad Publica y el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), el número de denuncias de violencia domestica aumentó un 200% cada vez que jugó la selección tica.
Este incremento toma lugar en un contexto nacional donde 3 de cada 5 mujeres costarricenses sufren alguna forma de violencia (física o sexual) en sus vidas y 1 de cada 10 ha sufrido una violación. Más aun, sólo un 16,6% de las mujeres que sufren violencia lo reportaron a las autoridades.
Lejos de ser un caso aislado, este fenómeno se refleja en toda Latinoamérica. Por eso, y a pesar de ser uno de sus detonantes, la violencia de género lamentablemente no acabará con el Mundial de Brasil. De ahí la importancia de seguir buscando nuevas formas de prevenir y reducir una lacra que se alimenta de excusas tan baratas como la derrota de un partido de fútbol.
Clara Dice
Excelente articulo Luis! Ojala las campanas de Brazil para prevenir la violencia contra la mujer durante el Mundial contribuyan en algo a no exacerbar este fenomeno. Pero la nimosidad que se vio entre algunos de los grupos hinchas entre si, no augura el mejor pronostico. Ojala me equivoque y veremos que dicen las estadisticas de prevalencia y denuncias cuando se las conozca.
Nathyeli Dice
En CR, “la sele” se unió a la campaña:
http://www.aldia.cr/futbol-costa-rica/seleccion/Seleccionados-unieron-campana-violencia-intrafamiliar_0_383361698.html
Isaura Gonzales Dice
Impresionante no sabia a que grado puede existir la violencia doméstica,gracias por la información.
Lucía Rios Bellagamba Dice
Hola Isaura,
¡Gracias por tu comentario! ¿Has visto el blog que se publicó este año sobre el mismo tema?
https://blogs.iadb.org/igualdad/es/en-el-mundial-de-futbol-si-pierde-la-seleccion-pierden-las-mujeres/