En época de Halloween las brujas vuelven a volar en sus escobas. Más allá de los cuentos, ¿qué sabemos de ellas? Hablamos de mujeres independientes alejadas del modelo establecido, desde parteras y curanderas a esposas desobedientes. Mujeres que descubrieron la fuerza de formar redes con otras mujeres y que fueron duramente castigadas como ejemplo de lo que les esperaba a las que escapaban del rol sumiso y doméstico. ¿Fueron las brujas las primeras feministas?
Lo fueran o no, ambas, brujas y feministas, parecen ser percibidas como un mal milenario. Las personas que se autodenominan feministas son acusadas de no querer a los hombres, como si feminismo fuese el antónimo de machismo.
Últimamente me han llamado la atención en internet numerosos contenidos relacionados con el feminismo, algunos atinados (como este video de Joseph-Godon Levitt o éste de Ellen DeGeneres) y otros muchos muy mal enfocados y desinformados, que confunden al lector y presentan al feminismo como la fuente de todos los males.
Un ejemplo de esto último es el movimiento Yo no necesito el feminismo, que agrupa fotos de mujeres con carteles donde expresan opiniones como “yo no necesito el feminismo porque creo en la igualdad entre hombres y mujeres” o “yo no necesito del feminismo porque mi novio y yo nos amamos”.
Vamos a empezar por lo básico, la definición de la Real Academia Española (no precisamente sospechosa de ser feminista):
feminismo
1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.
2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.
Entonces, ¿de qué hablan esos carteles? Lo que ocurre es que en ocasiones el feminismo es confundido con la misandria o hembrismo, neologismos que hacen referencia al desprecio hacia los pares masculinos y a que las mujeres son mejores. Otra confusión muy común es con la misoginia ejercida por mujeres, que critican a otras por no comportarse según un imaginario de lo que ellas consideran ser una mujer fuerte.
Qué significa ser feminista
Lo cierto es que ser feminista no es tratar al mundo con ira por no encajar en una imagen preconcebida de lo que debería ser una mujer sino, por el contrario, trabajar en la construcción de una sociedad donde hombres y mujeres disfruten de igualdad de derechos y oportunidades.
Ser feminista es reconocer, por ejemplo, que hasta no hace mucho las mujeres no tenían acceso a puestos de poder o ciertas carreras profesionales y que, a pesar de que hay hombres y mujeres que trabajan por la igualdad de género, aún existen brechas que hacen que el feminismo siga siendo necesario. Algunos ejemplos de Latinoamérica:
- Mercado laboral: En promedio, las mujeres ganan un 17% menos que los hombres. Y aunque su participación laboral ha aumentado, su tasa de desempleo sigue siendo más alta: 9,3% frente al 6,5% de la masculina.
- Violencia: Entre el 17% y el 53% de las mujeres de la región ha sufrido violencia física, psicológica y/o sexual por parte de su pareja.
- Pobreza: El 70% de las personas que viven en la pobreza son mujeres y la mayor parte de los hogares que viven en la pobreza tienen jefas de familia.
- Puestos de decisión: Las mujeres únicamente ocupan el 25% de los escaños en nuestra región y el 5% de los Consejos de Dirección de las empresas a nivel mundial.
¿Somos feministas? Respondamos sí, si entendemos que es necesario trabajar por la igualdad entre hombres y mujeres. Respondamos sí, si queremos un futuro donde las oportunidades sean iguales sin importar nuestro género. Respondamos sí, si no queremos que nos sigan asustando con demonios inexistentes. Feliz noche de brujas.
Lindo artículo Nath!
Muchas gracias! 🙂 aprendí de las grandes.
Muy buen artículo, Nathyeli. Tener personalidad asertiva, saber lo que uno quiere y trabajar con energía y firmeza para lograrlo debería ser respetado tanto en los hombres como en las mujeres, sin rótulos de “brujo” o “bruja” para nadie.
Hola Florencia, muchísimas gracias por tu comentario. Precisamente, eso que decís es muy cierto: muchas veces hay un rechazo constante frente a personalidad que defienden lo que muchos creemos. Saludos!
Un artículo muy interesante. Sin embargo, hay algo una carencia que el feminismo tiene. ¿QUé hay acerca de sus responsabilidades? ¿En donde está la frontera entre feminismo y “hembrismo”? ¿Por qué no hacer un reconocimiento donde se registran “hembristas” que abusan de hombres que al mismo tiempo son maltratados por sus pares “machistas”? La cuestión es que debemos evitar las polarizaciones de género y trabajar juntos por una sociedad mas justa CON TODOS
hay que seguir construyendo la igualdad en el día a día, con ejemplos de vida en tu sociedad, con tu grano de arena sobre la igualdad lograremos un mañana mas justo para las mujeres en igualdad de oportunidades con los hombres
“en ocasiones el feminismo es confundido con la misandria o hembrismo, neologismos que hacen referencia al desprecio hacia los pares masculinos”, pues precisamente son sus miembros dentro del “feminismo” las que con su comportamiento la muestran mas como misandricas que como “igualitarista”. Pongan orden en casa y luego hablamos.
Y eso sin mencionar que varias de esas “feministas” dicen que feminismo no es luchar por la igualdad, sino por derechos de las mujeres.
En fin, lo que dije, pongan orden en casa.
“en ocasiones el feminismo es confundido con la misandria o hembrismo, neologismos que hacen referencia al desprecio hacia los pares masculinos”, pues precisamente son sus miembros dentro del “feminismo” las que con su comportamiento la muestran mas como misandricas que como “igualitaristas”. Y más cuando varias de esas “feministas” dicen que feminismo no es luchar por la igualdad, sino por derechos de las mujeres.
Pongan orden en casa primero y luego vemos.
Gracias por vuestro blog y los contenidos que aportáis. Enhorabuena!
Nadia.