Un premio al estudio de las brechas de género en el mercado laboral
Claudia Goldin, profesora en la Universidad de Harvard, fue galardonada con el premio a las ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel. Lo anterior se debe a sus contribuciones en la agenda de investigación sobre brechas de género.
En este blog, repaso tres cosas que aprendimos con su agenda para avanzar el entendimiento sobre los resultados de las mujeres en el mercado laboral. Además, exploro la pregunta de, ¿cómo pueden estas claves informar nuestro trabajo sobre género en la región?
1. La curva en forma de U de la participación laboral femenina en el largo plazo
Goldin mostró que la tasa de participación laboral femenina en Estados Unidos durante los últimos 250 años no ha tenido siempre una tendencia al alza. Esta, más bien, sigue una forma de U. Esto se explica porque la participación de la mujer casada disminuyó con la transición de una economía agraria a una industrial a principios del siglo XIX. Pero, a principios del siglo XX, empezó a crecer impulsada por el crecimiento del sector de servicios. Goldin explicó este patrón como resultado de cambios estructurales de la economía y también de normas sociales que evolucionaron con respecto a las responsabilidades de la mujer en el hogar, la familia y sus carreras.
2. La importancia de las expectativas
El trabajo de Goldin sugiere que las expectativas jugaron un importante rol. Lo anterior, explicando la lenta convergencia de los ingresos del trabajo entre hombres y mujeres durante el siglo XX. A pesar de la modernización, el crecimiento económico y la creciente participación de las mujeres en la fuerza laboral, las decisiones educacionales de las mujeres se vieron impactadas por la experiencia de previas generaciones. Decisiones que suelen tomarse durante la juventud. En otras palabras, hubo mujeres (por ejemplo, las que se hicieron adultas en los 1950s y 1960s) que probablemente invirtieron en educación menos de lo que lo habían hecho si hubiesen sabido que en su trayectoria vital iban a aumentar tan considerablemente su participación en el mercado laboral (a diferencia de sus madres). Además, esto muestra que los cambios agregados son lentos. En parte, porque muchos factores afectan a la población de diferentes maneras dependiendo de su ciclo de vida y de cuando nacieron.
3. El efecto de la maternidad
Una parte importante de la brecha de género en ingresos del trabajo puede ser explicada por diferencias en las elecciones de educación y ocupación. Sin embargo, Goldin muestra que este factor ha perdido importancia. ¿Por qué?
Porque la mayor parte de las diferencias actuales están entre hombres y mujeres dentro de la misma ocupación, y al mismo tiempo, estas emergen principalmente con el nacimiento del primer hijo.
La evidencia empírica de su trabajo sugiere que la falta de flexibilidad laboral contribuye a este efecto de la maternidad. Esto debido a que en la mayoría de los trabajos existe una penalidad en salarios asociada con la flexibilidad necesaria para permitir a las mujeres ser el cuidador disponible en caso de emergencia.
Implicancias para nuestra región y qué hacemos para expandir su agenda
Tal como reconoce la nota científica de antecedentes del premio, la mayor parte del trabajo de Goldin se ha enfocado en entender las brechas de género en el mercado laboral estadounidense. El mismo es de tipo positivo más que normativo, por lo que no aborda necesariamente el diseño de política pública. Sin embargo, esta agenda de investigación es de todas formas muy informativa sobre las causas de los fenómenos sociales en que la política busca incidir. Además, entrega un marco de referencia para estudiar los resultados de la mujer en el mercado laboral.
Por ejemplo, una potencial implicancia de la investigación de Goldin es que las causas de las brechas de género varían en diferentes etapas del desarrollo. Ello sugiere que, en una región tan heterogénea como América Latina y el Caribe, el set de políticas también debería variar de acuerdo a esto.
Al mismo tiempo, se podría inferir que a medida que los países transitan hacia un mayor desarrollo irremediablemente verán su participación laboral femenina variar en forma de U. Esto es análogo a la manera en que la curva de Kuznets (quien también ganó el Nobel en 1971) predice que la desigualdad sube y luego cae con el desarrollo. Sin embargo, esta predicción no tiene por qué concretarse. Como muestra la investigación de Goldin, los agregados son el resultado de la interacción de múltiples factores simultáneamente. Por ejemplo: cambios estructurales, normas sociales, entre otros.
De la investigación a la práctica
Como sea, desde la división de género y diversidad del Banco Interamericano del Desarrollo nos unimos a las felicitaciones. A la vez, seguimos tomando su trabajo y el de muchas otras investigadoras como inspiración para avanzar en el estudio y cierre de brechas de género y diversidad en América Latina y el Caribe. Como institución buscamos contribuir a cerrarlas a través de la incorporación de actividades que apunten a cerrar brechas de género en el contexto de todas las operaciones de desarrollo económico. También de muchas otras, como el apoyo a las Iniciativas de Paridad de Genero (IPGs), el financiamiento de investigación rigurosa que busque llenar lagunas de conocimiento, o el trabajo analítico realizado por el staff en pos de tomar mejores decisiones de política pública basada en evidencia.
Juan Delgado Dice
Estimado Señor Muñoz
Saludos desde Caracas.
Muy interesante lo escrito sobre la colega Claudia Golding.
Ojala pudiera recibir informaciòn adicional de ella.
Gracias.
Juan Delgado