Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se espera que la prevalencia de la discapacidad en América Latina y el Caribe aumente del 15% al 20%. Como organización multilateral enfocada en mejorar vidas a nivel regional, el BID trabaja con los países para eliminar las barreras que enfrentan más de 80 millones de personas con discapacidad en la región. Una publicación reciente, “Sembrar Inclusión: qué sabemos y qué nos falta por saber sobre la política de discapacidad”, examina la efectividad de las políticas de inclusión de discapacidad.
En este contexto, el BID participó en la Cumbre Global de Discapacidad (GDS, por sus siglas en inglés) en Berlín, junto a la sociedad civil, gobiernos y otras organizaciones. El evento convocó a actores de todo el mundo para promover el desarrollo inclusivo para las personas con discapacidad a través de la cooperación internacional. Cerca de cuatro mil personas se reunieron para avanzar en la agenda de discapacidad, aportando energía, experiencia y expectativas.
Compromisos para la inclusión
Antes del evento, el comité organizador alentó a los países, agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales a presentar compromisos concretos para avanzar en la inclusión de las personas con discapacidad. El BID se comprometió a que, al menos, el 25% de todos los préstamos públicos que apruebe en 2025 apoyen la inclusión de personas con discapacidad. Este compromiso fue destacado en el escenario de la Cumbre como uno de los más relevantes entre los más de 800 presentados por más de 80 países y organizaciones.
El marco de alineación estratégica del BID asegura que los proyectos aborden adecuadamente las barreras a la inclusión. Al enfocarse en brechas, acciones e indicadores, el BID integra la inclusión de personas con discapacidad en el núcleo de sus operaciones de préstamo, haciéndola una parte medible e intencional del desarrollo.
Lanzamiento del Hub de Ciudades Resilientes e Inclusivas (RICH)
El Hub de Ciudades Resilientes e Inclusivas (RICH, por sus siglas en inglés) es una nueva iniciativa financiada por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ) e implementada por el Fondo Global de Discapacidad. Su objetivo es promover soluciones innovadoras para avanzar en la inclusión de personas con discapacidad y la resiliencia ante riesgos en las ciudades.
En la primera ronda de financiamiento se seleccionaron seis propuestas, entre ellas una presentada por el BID para abordar la inclusión de personas con discapacidad y la resiliencia climática en el marco de la renovación del centro histórico de Lima, en el distrito de Rímac. El proyecto se centra en la gestión inclusiva de riesgos de desastres y en mejorar la accesibilidad de la infraestructura y los servicios para personas con discapacidad, tanto durante como después de los desastres.
Algunos de los obstáculos que las personas con y sin discapacidad comúnmente encuentran en este sitio del Patrimonio Mundial son:
- Pavimento desigual
- Iluminación deficiente
- Falta de señalización táctil o de alto contraste
- Escasez de información auditiva
Además, el distrito es propenso a inundaciones peligrosas del río Rímac, así como a terremotos. Esto coloca a las personas con discapacidad en un riesgo desproporcionado. Según estudios, la tasa de mortalidad entre las personas con discapacidad durante los desastres tiende a ser al menos el doble que la de aquellas sin discapacidad.
El proyecto beneficiará directamente a aproximadamente 184.000 residentes del centro histórico, de los cuales más de 35.000 son personas con discapacidad. También se espera que se beneficien indirectamente alrededor de 1.8 millones de personas que pasan por el centro histórico anualmente, incluyendo residentes, trabajadores y visitantes nacionales e internacionales.
El nuevo proyecto financiado por el RICH HUB complementa un préstamo de inversión existente financiado por el BID y el Fondo de Promoción del Desarrollo de España (FONPRODE) que busca renovar y poner en valor el patrimonio cultural en el distrito de Rímac. Esta iniciativa servirá como un ejemplo importante que puede ser replicado y escalado a otras ciudades y regiones.
Motores para la inclusión de personas con discapacidad
A través de alianzas estratégicas, el BID refuerza su enfoque en las ciudades como motores de inclusión y resiliencia. Las áreas urbanas concentran tanto oportunidades como barreras para las personas con discapacidad. Esto va desde el acceso al transporte y la vivienda hasta los servicios digitales y los espacios públicos. Construir ciudades inclusivas requiere esfuerzos intersectoriales y herramientas compartidas, y el RICH está diseñado para facilitar ese intercambio.
Además de estos esfuerzos, la Cumbre utilizó su poder de convocatoria para establecer objetivos conjuntos que sean ampliamente respaldados por los diferentes socios. El BID es una de la 92 organizaciones o países que apoyaron la declaración de la Cumbre, que orienta el financiamiento del desarrollo hacia la inclusión de personas con discapacidad. Es fundamental no perder de vista el “cómo” se logran estos compromisos. En ese sentido, es clave destacar que el BID continuará guiándose por el principio “nada sobre nosotros sin nosotros”.
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