El estigma y la discriminación que enfrentan las personas con discapacidad las excluye, muchas veces, de educarse en igualdad de oportunidades, desenvolverse en el ámbito del trabajo o participar de forma plena en la vida social y comunitaria. Aunque Panamá ha tenido avances importantes hacia la educación inclusiva, las barreras físicas, actitudinales y de políticas que se presentan en el entorno escolar pueden generar condiciones de exclusión. De hecho, las personas con discapacidad tienen un nivel de instrucción inferior al resto de la población, lo que limita el desarrollo de su máximo potencial y disminuye su autonomía. El 12,6% de las personas con discapacidad entre 25 y 64 años no saben ni leer ni escribir, comparado con un 4,3% de la población sin discapacidad. Sólo el 42% de las personas con discapacidad han completado la secundaria o algún nivel superior de escolaridad comparado con el 53,1% de las personas sin discapacidad.
El deporte, sin embargo, puede ser un instrumento potente para favorecer la inclusión en el entorno escolar. Así lo está demostrando el proyecto “Escuelas Unificadas,” implementado por Olimpiadas Especiales Latinoamérica y el Ministerio de Educación de Panamá, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El modelo de “Escuelas Unificadas” en Estados Unidos ha probado mejorar el auto estima e inclusión de los estudiantes con discapacidad intelectual, y crear un ambiente de mayor inclusión en las escuelas con mayores interacciones entre estudiantes.
En Panamá, “Escuelas Unificadas” se aplica en 63 escuelas públicas de 7 provincias del país como piloto para la región latinoamericana. Incluye a niños y jóvenes con discapacidad intelectual en equipos deportivos y clases regulares de educación física conjuntamente con sus compañeros sin discapacidad. “Atletas Jóvenes” desarrolla habilidades deportivas básicas como correr, patear y lanzar entre niños con discapacidad intelectual y sus compañeros entre 4 y 7 años, mientras que “Deporte Unificado” apoya la inclusión entre niños con discapacidad intelectual y sus compañeros de 8 años en adelante con deportes específicos como baloncesto o fútbol.
Ambas modalidades tienen como base el empoderamiento y formación a los docentes de educación física, quienes ponen en práctica la inclusión de manera rutinaria, a la vez que dan visibilidad a los estudiantes con discapacidad como seres de valor y con las mismas capacidades deportivas de una persona sin discapacidad. Desde que inició su implementación en 2017, el proyecto ha involucrado a 2,893 estudiantes con discapacidad, 19,663 estudiantes sin discapacidad y 252 profesores.
Gracias a una evaluación cuasi experimental de la experiencia panameña se ha podido medir el efecto del modelo “Escuelas Unificadas” por primera vez en América Latina. Los resultados preliminares de la evaluación, diseñada con el apoyo técnico de la Universidad de Massachusetts e implementada por la Universidad de Granada con apoyo de la Universidad Tecnológica de Panamá, son alentadores. La implementación durante 2 años de la modalidad de “Atletas Jóvenes” demuestra que aumentaron las actitudes inclusivas de los estudiantes sin discapacidad expuestos al proyecto. Específicamente aumentó la proporción de niños que expresó haber ayudado a alguien con discapacidad. Con la mayor significación estadística, aumentó la proporción de niños que expresaron el deseo de tener entre sus amigos a niños con discapacidad y a jugar con ellos. Respecto de la discapacidad en el aula, aumentó en 15 puntos porcentuales la proporción de niños que piensa que las personas con discapacidad deben estar en el salón y en 20 puntos porcentuales la proporción de niños que se sentiría cómodo decir que tiene un hermano con discapacidad, dos de las actitudes más rezagadas respecto de las personas con discapacidad al inicio del estudio.
En la evaluación final, los docentes de Educación Especial y Educación Física de Atletas Jóvenes, principales actores en la implementación, demostraron una valoración positiva del proyecto, manifestando un aumento en la participación, oportunidades, confianza y conciencia sobre la discapacidad entre sus estudiantes, lo que consideran que ha contribuido a generar un ambiente de mayor inclusión en la comunidad escolar.
La experiencia de “Escuelas Unificadas” en Panamá ofrece lecciones valiosas para su réplica en los países de América Latina que avanzan en la senda de la inclusión. En primer lugar, demuestra que las iniciativas inclusivas, que integran e incorporan a las personas con discapacidad en el entorno escolar, sí contribuyen a aumentar la visibilidad de las personas con discapacidad y a cambiar paradigmas desde una temprana edad. En segundo lugar, al generar mayores interacciones entre estudiantes con y sin discapacidad, contribuyen a fomentar entornos de aprendizaje inclusivos de respeto, solidaridad y cooperación. Finalmente, demuestra que el deporte puede ser utilizado por el sistema educativo como una herramienta a lo largo del ciclo educativo, no solo para la construcción de confianza entre las personas con discapacidad sino como instrumento para la equidad.
Liliana Dice
Buenas tardes,
Me encantaría saber mas del tema, ya que me interesaría implementar en nuestro Deportivo Cañon de la Sierra (Monterrey N.L.) clases y academias deportivas incluyentes .
Ahorita mi problema es saber como y que necesito saber, capacitar e informar a maestros , alumnos y padres.
Gracias