Bajo la coyuntura actual, el Banco Interamericano de Desarrollo y muchas otras organizaciones han creado estrategias para lograr responder a la actual crisis de salud que se ha extendido a través de todo el mundo. Aunque las acciones de respuesta deben ser inmediatas, es importante detenerse y examinar los aprendizajes que se han documentado en el pasado con proyectos de temáticas similares y, a partir de esto, mitigar posibles riesgos que puedan surgir.
Para afrontar una emergencia dada por una epidemia como la causada por el virus Zika que enfrentó la región en 2016 o el brote de cólera en Haití entre los años 2010-2019; o por un desastre natural como la erupción de un volcán o un terremoto, es necesario identificar soluciones que hayan sido efectivas en cada contexto y que puedan ser re-utilizadas en la actualidad.
En esta entrada te contamos de forma resumida algunas de las principales lecciones aprendidas que han sido documentadas en proyectos de desarrollo en tiempos de emergencia y que pueden ser de utilidad a la hora de diseñar y ejecutar intervenciones como respuesta a la crisis actual dada por la COVID-19.
Recomendaciones derivadas de proyectos y experiencias pasadas en contextos de emergencia en América Latina y el Caribe
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Flexibilizar las intervenciones teniendo en cuenta las condiciones y temporalidad de la emergencia
Aunque se definan objetivos que definen ampliamente las acciones a desarrollar para contrarrestar la crisis, es necesario contar con un diseño de proyecto flexible en programas de Emergencia para la Contención de epidemias, como se evidencia en el caso de Haití con la contención del virus del Cólera. Esto, porque las condiciones de una epidemia cambian rápidamente y las actividades propuestas en los proyectos deben seguir siendo relevantes a pesar de dichos cambios, tal como se menciona a continuación:
[HA-L1062: Respuesta de Emergencia para la Contención de la Epidemia de Cólera, 2014 ]“Permitir que se incorporara cierta flexibilidad en el diseño del proyecto era importante para que las actividades pudieran ajustarse y seguir siendo relevantes ante una epidemia en evolución. Por lo tanto, el proyecto pudo ajustarse y se hicieron cambios en la cantidad y el tipo de centros de tratamiento apoyados, en la estrategia de focalización para abordar los brotes ocasionales y, eventualmente, para apoyar la integración de la atención del cólera en los servicios de rutina.”
En otro escenario, a partir de la emergencia dada por la erupción del Volcán se evidencia la necesidad de incorporar flexibilidad también en los tiempos de uso de los fondos, pues la temporalidad de la emergencia implica plazos de compromiso cambiantes:
“Los plazos para comprometer los fondos y finalizar el Programa responden a un esquema rígido y predefinido, el cual no toma en cuenta las características específicas y particulares de fenómenos como el de las cenizas, donde el tiempo de duración de la emergencia y de daños provocados se extendió por encima de lo previsto, lo cual muestra un fenómeno muy distinto al de un evento más limitado en el tiempo (eg., inundaciones). Sería recomendable que se consideré aprobar plazos para las operaciones de emergencia más flexibles, a la medida de cada situación, de acuerdo con criterios técnico-científicos y la estrategia de solución identificadas que se acuerden.”
[AR-L1134: Programa de Emergencia en Respuesta a la Erupción del Volcán Puyehue, 2014]
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Detallar claramente la planificación, coordinación y toma de decisiones
Es importante detallar desde las etapas tempranas de planeación y diseño de programas la responsabilidad de cada uno de los actores y su papel en los procesos de toma de decisiones cuando se habla de coordinar acciones de la intervención y otras complementarias. Sí la planeación considera la creación de nuevos grupos de trabajo con múltiples agencias ejecutoras es importante coordinar los tiempos de inicio de respuesta a la emergencia y establecer las prioridades en la ejecución de cada una.
[HA-G1021, HA-L1062: Respuesta de Emergencia para la Contención de la Epidemia de Cólera, 2014]Un proyecto de Respuesta de Emergencia para la Contención de la Epidemia de Cólera en Haití concluye que, si la sincronicidad total y la complementariedad de unas intervenciones son una prioridad, el contrato de préstamo debe detallar claramente la secuencia de la planificación y el proceso de toma de decisiones relacionado.
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Identificar oferta de talento local y fortalecer las capacidades
Identificar la oferta de consultores y técnicos a nivel provincial con capacidades y actitudes orientadas hacia un enfoque de emergencia. Según el Programa de Emergencia en Respuesta a la Erupción del Volcán en Argentina:
“(…) La emergencia demanda capacidades y actitudes orientadas hacia un enfoque de emergencia, no siempre presente en cuadros de probada eficiencia para la gestión pública regular. La lección aprendida fue incorporada durante la fase de ejecución, mediante la asignación de recursos para fortalecimiento, traducidos en la asignación de responsabilidades técnicas a consultores independientes para el progresivo crecimiento de las capacidades técnicas de equipos provinciales (contratación de Consultor Técnico para revisión de Proyectos y de Inspectores para seguimiento de obras).”
[AR-L1134: Programa de Emergencia en Respuesta a la Erupción del Volcán Puyehue, 2014]
[EC-L1218: Programa de Emergencia para Respuesta Inmediata por el terremoto en Ecuador, 2018]“(…) Son de gran relevancia las capacidades técnicas y administrativas de los actores del sector público que gestionan el desastre (preparación, priorización y ejecución de acciones). Si bien pueden evidenciar excelentes desempeños previas en la experiencia cotidiana, el conocimiento existente en los ejecutores subnacionales puede ser insuficiente debido al carácter extraordinario del fenómeno. Se sugiere preparar material de capacitación en áreas susceptibles de ser afectadas por desastres. En materia administrativa, difundir las metodologías o políticas BID de contratación por diversos canales (acceso web o talleres). Complementar los conocimientos técnicos disponibles a nivel local con el aporte de especialistas con experiencia específica en desastres. Si bien la emergencia determina un tratamiento urgente, existen condiciones mínimas que deben ser validadas por expertos.
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Prepararse para regresar a la rutina
Las situaciones de emergencia originadas por un desastre natural o una epidemia extendida pueden tener graves consecuencias a largo plazo. Al diseñar intervenciones como respuesta a la emergencia es importante asignar disposiciones para reiniciar los servicios de rutina, como la atención no prioritaria en los centros de salud o los servicios a beneficiarios de servicios gubernamentales, cuando las circunstancias lo permitan.
[HA-L1042: Mejoramiento de la Supervivencia Infantil y Apoyo a las Redes de Protección Social, 2014]“(…) los fondos de los donantes se programan poco después del inicio de un desastre, pero debido al retraso en el inicio de las intervenciones, el modo de emergencia en la entrega del proyecto puede continuar más de lo que se considera necesario, lo que retrasa aún más la reiniciación de los servicios de rutina. Debido a esto, incluso los proyectos diseñados como respuesta a una emergencia deben asignar disposiciones para reiniciar los servicios de rutina cuando las circunstancias circundantes lo permitan. De lo contrario, la ayuda externa provista para la emergencia tendrá posibilidades muy limitadas para fortalecer la capacidad institucional del gobierno.”
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Recurrir a recursos de colaboración para encontrar soluciones
Las metodologías de colaboración pueden ser aliadas importantes para los equipos de proyectos de atención de emergencias a la hora de crear soluciones innovadoras de forma eficiente y a bajo costo. En el año 2017, para ayudar a enfrentar la epidemia causada por el virus del Zika, se llevó a cabo una serie de encuentros virtuales en la región con el ánimo de crear soluciones factibles y accionables en el corto plazo para mitigar los contagios de enfermedades transmitidas por mosquitos.
A partir de esto se crearon soluciones y recomendaciones que integran el uso de tecnología y datos, estrategias de comunicación e incluso cambios en el comportamiento de la población para lograr reducir estas enfermedades. Por esto, es recomendable que los equipos puedan tener acceso a este tipo de metodologías de colaboración y recursos de experiencias pasadas para ayudar a enfrentar las emergencias como la causada actualmente por la COVID-19.
Aunque estos aprendizajes se han dado en situaciones de emergencia con contextos únicos, proveen un marco para reflexionar sobre posibles riesgos en la implementación de programas de respuesta a la pandemia actual. Cuéntanos qué opinas y si conoces otras experiencias con proyectos de desarrollo en respuesta a emergencias.
Por Bertha Briceño y Lorena Corso Figueroa del Sector de Conocimiento, Innovación y Communicación del BID.
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