Muchas veces oímos hablar de la migración laboral internacional como un problema. En algunos medios de comunicación sólo se presenta la cara más trágica de la inmigración, mientras políticos de todas las ideologías utilizan este tema como un arma arrojadiza para provocar confrontación o llamar la atención pública. Es cierto que, si no se gestiona correctamente, la migración laboral puede convertirse en una fuente de explotación de trabajadores, desigualdad y pobreza. En cambio, si la migración viene acompañada por medidas de apoyo a los migrantes enfocadas en sus perspectivas en términos de empleo y desarrollo de habilidades, puede convertirse en una fuente de generación de riqueza para los países de destino, los países de origen y para los propios trabajadores y sus familias.
¿Cómo garantizar la migración laboral con un enfoque ganar-ganar-ganar?
La movilidad laboral internacional es un importante motor de la economía en muchos países avanzados, no sólo para los migrantes y sus familias, sino también para el desarrollo. Varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya utilizan la migración laboral internacional como un factor clave para el crecimiento económico sostenido. En Canadá, uno de cada cinco (22%) trabajadores altamente calificados son migrantes, según datos del Foro Económico Mundial. En Estados Unidos representan el 12% y en Alemania, el 9%. Según la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la inmigración seguirá desempeñando un papel vital para las economías de la OCDE debido a la necesidad de trabajadores adicionales para mantener el crecimiento y la prosperidad a largo plazo.
En este sentido es muy importante que la discusión sobre la gestión del movimiento de trabajadores entre países o regiones del mundo no se limite a la prevención de la migración irregular. La discusión debe ir más allá, con el objetivo de lograr la llamada “triple victoria”, es decir, maximizar los beneficios de los países de destino, de los países de origen, y de los propios migrantes. Esta “triple victoria” implica, en primer lugar, que los migrantes desarrollan su capital humano (habilidades, competencias, actitudes y comportamientos) gracias a la experiencia adquirida, y pueden construir mejores trayectorias laborales. Para los países de destino significa que pueden atraer el talento y reciben mano de obra con las habilidades y competencias que no existen en el mercado local. Para los países de origen, supone beneficiarse de las remesas financieras que envían los migrantes mientras están fuera, y de un capital humano con más experiencias cuando los migrantes regresan. (Ver el siguiente video, con dos expertos que nos cuentan con más detalle este enfoque de triple victoria).
Para garantizar esta “triple victoria”, la gestión del movimiento de los trabajadores debe estar guiada por un entendimiento de la migración como un proceso integral en la cual es fundamental contar con medidas de apoyo a los migrantes enfocadas en sus perspectivas en términos de empleo y desarrollo de habilidades. Estas medidas deben entregarse de forma continua y sostenida: antes de que el migrante deje su país de origen, durante el tiempo que están en los países de destino y después de su regreso a casa.
¿Qué rol tienen los servicios públicos de empleo?
En muchos países avanzados los servicios públicos de empleo (SPE) tienen un rol importante como gestores de la movilidad internacional de trabajadores. Los SPE apoyan a los migrantes y a los empleadores a la hora de poner en práctica los acuerdos bilaterales o multilaterales que están orientados a facilitar la circulación de los trabajadores. Los SPE han desarrollado una serie de instrumentos no solo para para ayudar a los migrantes y a los empleadores antes, durante y después del proceso de movilidad. Así, los SPE son un socio importante para promover un flujo adecuado, legal y seguro de trabajadores entre países dentro y entre las diferentes regiones del mundo. Esto ha conducido tanto al sector público como privado de los países desarrollados a participar activamente en el desarrollo y funcionamiento de los SPE en lo que respecta a la gestión de la movilidad internacional de trabajadores.
¿Qué sabemos sobre el rol de la gestión de la movilidad externa de trabajadores por SPE en los países de la región?
Desafortunadamente existe poca información sobre las medidas de apoyo a los migrantes en los SPE de la región. Datos recientes del libro El Mundo de los Servicios Públicios de Empleo permiten saber si los SPE de los países ofrecen medidas de apoyo al migrante, como el registro de ofertas de empleo en el extranjero, servicios de información y asesoramiento para la búsqueda de trabajo en el extranjero, ayuda a empresas extranjeras que busquen trabajadores migrantes, etcétera. La encuesta muestra una gran variabilidad en términos de servicios de apoyo a migrantes. En general la mayoría de ellos todavía cuentan con un limitado conjunto de medidas (ver gráfico). Solamente los SPE de México y Barbados ofrecen todas las medidas consideradas en la encuesta, mientras que seis países no ofrecen ninguna. Por lo anterior, es importante desarrollar y fortalecer los SPE de los países de la región de modo que permita sacar mayor provecho de las oportunidades que la movilidad internacional de trabajadores puede traer tanto para los países de origen, como para los países de destino y los propios migrantes.
En una próxima entrada explicaremos cuáles son las dimensiones de éxito que en los países desarrollados han identificado para que los SPE gestionen de manera efectiva la movilidad externa de trabajadores.
Saul J. Escalera, Ph.D. dice
Con las nuevas políticas “antimigratorias de paises latinos” que el presidente Trump está imponiendo en USA, cómo encaja este artículo en la realidad actual en el continente americano en general?.