Apuesto a que recordarán aquel juego de las sillas musicales, en el que hay más jugadores que asientos y, cuando acaba cada una de las rondas, siempre queda alguien sin lugar para sentarse. Un estudio recientemente publicado por Crepón et al (2013) ilustra cómo las Políticas Activas del Mercado Laboral (PAML) pueden tener efectos similares: los beneficiarios de estas políticas pueden llenar las vacantes disponibles, a costa de que otros individuos queden sin tener en dónde emplearse.
Supongamos que una firma decide contratar a un beneficiario de una PAML pero, en vez de crear un nuevo puesto de trabajo, opta por mantener fijo el número de puestos y dar una de las vacantes ya existentes al beneficiario. En este escenario el efecto neto de la PAML sobre el empleo es nulo, porque la contratación del beneficiario se da a expensas de la contratación de otro individuo, no beneficiario, que hubiese llenado la vacante si la PAML no se hubiese implementado. Estaríamos entonces en presencia de lo que en la literatura especializada se conoce como el efecto desplazamiento de las PAML. En vez de añadir más sillas al juego, habríamos reemplazado a un jugador (no beneficiario) por otro (beneficiario de la PAML).
En teoría, los efectos desplazamiento se presentan principalmente cuando los salarios son inflexibles a la baja, pues en estos casos las firmas tienen menos margen de maniobra para crear nuevas vacantes. Precisamente éste es el tipo de situación que se da en los mercados laborales de los trabajadores que ganan el salario mínimo y hacia quienes van dirigidas muchas de las PAML en la región.
Medir los efectos desplazamiento no es nada fácil, por lo que no es sorprendente que, a pesar de su importancia, haya muy pocos estudios empíricos que aborden el tema (Kluve, 2006; Card y otros 2009). Sin embargo, en una ambiciosa investigación, Crepón y otros (2013) logran obtener evidencia bastante rigurosa. Los autores estiman los efectos desplazamiento de un programa que ofrece un año de asistencia intensiva en la búsqueda de empleo a jóvenes universitarios en Francia. Desde el punto de vista de los beneficiarios, los resultados son alentadores: el programa incrementa significativamente sus posibilidades de tener un empleo estable. Sin embargo, estas ganancias se dan a expensas de otros trabajadores elegibles que pierden la posibilidad de llenar las vacantes, dando como resultado efectos netos del programa bastante bajos.
Los efectos desplazamiento deberían tenerse en consideración no sólo en el momento de evaluar un programa sino también en el momento de diseñarlo. Si se diseñan programas que pueden beneficiar a unos a expensas de otros, las decisiones de focalización y selección de beneficiarios deben estar muy claramente justificadas. Así, las PAML deben orientarse a industrias que tengan exceso de demanda y focalizarse en individuos con evidentes desventajas en el mercado laboral en comparación con los no beneficiarios. De otra manera, las PAML simplemente pueden conducir a lo que Crepón y sus coautores describen como “el juego de las sillas musicales de los desempleados”.
*Carolina González-Velosa es consultora en la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID desde 2011. Cuenta con un doctorado en Economía de la Universidad de Maryland y un pregrado en economía de la Universidad de los Andes en Bogotá.
REFERENCIAS
- Card, David; Jochen Kluve; Andrea Weber (2009) Active Labor Market Policy Evaluations: A Meta-Analysis , IZA Discussion Paper Series No. 4002.
- Crépon, Bruno; Esther Duflo; Marc Gurgand; Roland Rathelot; Philippe Zamora (2013)“Do Labor Market Policies Have Displacement Effects? Evidence from a Clustered Randomized Experiment”. The Quarterly Journal of Economics 128, No.2, pp. 531-580
- Kluve, Jochen (2006) The Effectiveness of European Active Labor Market Policy IZA Discussion Paper Series No.2018
Interesante artículo!!!!