En el post anterior, intenté ilustrar la importancia de cerrar la brecha de habilidades en Brasil con un símil futbolístico. Pero el Mundial de fútbol también nos sirve para reflexionar sobre la importancia de las colaboraciones público-privadas. No en vano, esta es una de las PPP (Public-Private Partnership) más populares que existen. Y aun cuando esta PPP tenga sus imperfecciones (como recoge el reciente artículo de ‘The Economist’), es sin duda una colaboración que requiere que los socios conversen, mantengan un contacto permanente, hagan una gran inversión de tiempo y dinero, y se unan como un solo equipo frente a un mismo objetivo. Es uno de esos proyectos que sólo prosperan cuando se implica a todo un país, cuando un sueño colectivo se consigue realizar con el esfuerzo de todos.
De la misma manera, para cerrar la brecha de habilidades que explicábamos la semana pasada se requiere unir esfuerzos y lograr que el sector público y el privado remen en la misma dirección. Esta brecha solo se podrá cerrar si las instituciones formativas (desde los ministerios hasta las escuelas que dan capacitación profesional) trabajan en buena sintonía con las necesidades que demandan los empresarios. Volviendo al ejemplo de la semana pasada, si detectamos que debemos reforzar nuestra defensa, necesitamos un entrenador que nos prepare un buen plantel de defensas, no una “fábrica de goleadores” (por más que ésa fuese nuestra necesidad durante la temporada pasada).
La buena noticia es que en Brasil ya se ha empezado a trabajar con PPPs para cerrar esta brecha. En el foro internacional ‘TransFormación: habilidades para la productividad’ pudimos conocer iniciativas que ya se están desarrollando en el país y también experiencias útiles de distintas partes del mundo, como Australia, Corea o Suiza. Y lo que seguramente es más importante, quedó patente que existe la voluntad política de promover esta TransFormacion del Sistema de Formación para el Trabajo. El secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, Ricardo Paes de Barros, urgió a aprovechar mucho mejor el bono demográfico que este país va a tener en la próxima década con alianzas público-privadas para mejorar la formación para el trabajo. En estas alianzas, cada socio debe tener un rol tan importante como diferenciado en temas como el financiamiento, la selección de beneficiarios y de cursos, o la ampliación y provisión de oferta de formación, etcétera.
Parece, pues, que la primera piedra ya se ha edificado. El árbitro ya ha dado la señal de comienzo de juego y ahora Brasil tiene todas las condiciones para ganar.
Francisco Javier rodriguez dice
Excelente artículo, educativo e informativo