El uso masivo de la tecnología provocará que, al final de esta década, el volumen de datos almacenados electrónicamente sea de 44 trillones de GB (diez veces más que en el año 2013). Este universo digital en expansión, lo que conocemos como Big Data o datos masivos, está revolucionando nuestro conocimiento sobre los fenómenos sociales, ya que ahora contamos con información (como la geolocalización o el historial de navegación) que antes no era medible con fuentes tradicionales. ¿Qué se puede hacer con estos datos? ¿Es posible emplearlos para mejorar las políticas laborales?
Internet ya ha demostrado ser una herramienta valiosa en la búsqueda de empleo o candidatos: redes sociales, plataformas de intermediación, portales de empleo… Además de su potencial para conectar trabajadores y empresas a un menor costo, internet representa una oportunidad para recolectar nuevos datos sobre el mercado de trabajo que no siempre encontramos en las encuestas tradicionales. Burning Glass, por ejemplo, extrae información sobre la ocupación, habilidades requeridas, certificaciones necesarias, requisitos educacionales, nivel de experiencia del puesto, información sobre el empleador, industria y el salario ofrecido, entre otras variables.
Datos útiles frente a la brecha de habilidades
La experiencia de los países desarrollados nos demuestra que el Big Data tiene gran potencial para guiar las decisiones de política en temas de formación profesional e intentar resolver la brecha de habilidades (que también padecemos en América Latina y el Caribe). El Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) está llevando adelante un proyecto para producir información en tiempo real sobre el mercado de trabajo a partir de las vacantes online. Nueva Zelanda, por su parte, comenzó a publicar en 2009 Jobs Online, un reporte mensual que monitorea la evolución de las vacantes publicadas en internet. Con este instrumento, se pone de manifiesto cómo la publicación de vacantes en medios impresos está perdiendo terreno frente a las opciones en línea. Jobs Online reporta los cambios en el número de vacantes por ocupación (con alto nivel de desagregación), industria y región. Esta información se utiliza después para gestionar las políticas migratorias.
Desafíos para la región
El cambio tecnológico asociado a los datos masivos representa una oportunidad para que los gobiernos de América Latina y el Caribe mejoren sus políticas laborales. Ahora bien, este es un camino en el que también hay desafíos importantes.
El cambio tecnológico asociado a los datos masivos representa una oportunidad para que los gobiernos de América Latina y el Caribe mejoren sus políticas laborales.
Uno de los mayores retos que plantea el Big Data tiene que ver con la generación de acuerdos y el diseño de mecanismos para la colaboración público-privada, ya que el sector privado no solo suele ser dueño de los datos, sino que también en muchos casos tiene el liderazgo en la innovación tecnológica y en el desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial. Por otro lado, las cuestiones legales y éticas vinculadas con la privacidad también son un aspecto a considerar cuando se trata de datos de esta naturaleza. Finalmente, dadas las limitaciones de Big Data (por ejemplo, el hecho de que no se trata de datos representativos de todo el mercado de trabajo sino que están sesgados hacia determinadas industrias, ocupaciones y regiones), es necesario considerar a esta estrategia como complementaria y no sustituta de los enfoques más convencionales.
Leave a Reply