¿Cuál es la perspectiva laboral de los jóvenes que están estudiando en los niveles medio y superior en México? Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México reportó que casi la mitad (43%) de todos los desempleados del país son profesionistas: gente con nivel medio superior y superior. La “élite” y minoría dado que más de la mitad de los niños que entran a la primaria no terminan la preparatoria (nivel medio superior). De los ocupados con ese nivel educativo, más de un tercio tienen un empleo informal, lo cual alimenta el círculo vicioso del empleo precario. ¿Cuáles son las soluciones para revertir la situación del empleo juvenil?
1) ¿Invertir más en las universidades?
Este punto es debatible, dado que un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) demuestra que el gasto promedio por alumno en educación superior es más alto en México (en % del PIB) que en otros países miembros de la organización. En cambio, los países de la OCDE invierten más en educación preescolar y básica.
Lo anterior demuestra que la alta tasa de desempleo de los profesionistas no tiene forzosamente que ver con la falta de gasto para el nivel educativo superior. Este déficit estaría, más bien, en la educación inicial y básica, dado que la evidencia internacional indica que las inversiones en edad temprana pueden tener mayores retornos que las inversiones en educación superior (Heckmann, 2006, La política del Capital Humano). Si se toma en cuenta que el nivel de desempleo incrementa con el nivel de estudios (OCDE, 2015), el panorama es poco alentador en México. Conclusión: aumentar el gasto tal como se hace ahora, no serviría para reducir la tasa de desempleo de los jóvenes en el país.
Entonces, ¿cuál puede ser la causa determinante del desempleo de los profesionistas? Seguramente el problema radica más bien en la falta de pertinencia de los estudios. Sobre todo cuando más de la mitad de los empleadores en México reportan que no encuentran al personal adecuado para cubrir sus vacantes (54%) (Manpower, 2015). Si los jóvenes egresan y no encuentran empleo, aunque haya ofertas de trabajo, parece claro que no tienen las competencias que requieren las empresas. Además, en los sectores que reclutan, no se ofertan suficientes matrículas en educación técnica para abastecer a la demanda, y quedan muchas vacantes de empleo sin cubrir. Esta falta de trabajadores formados obstaculiza el crecimiento de las industrias tecnológicamente complejas.
2) Invertir mejor para promover el empleo juvenil, ¿pero cómo?
·Apostar a carreras técnicas en sectores estratégicos. No es una receta mágica. Sin embargo, en países cuyos sistemas educativos han apostado por sectores estratégicos obtienen muy buenos resultados de inserción laboral.
·Fortalecer la orientación vocacional. Orientar los alumnos hacia las profesiones más demandadas en la industria y mejor pagadas. Evidentemente no se puede forzar a los alumnos a escoger una profesión, pero se les puede proporcionar elementos para que tomen decisiones mejor informadas.
·Permitir experiencias de aprendizaje en el lugar de trabajo para jóvenes y profesores. Estar expuesto a una primera experiencia laboral aporta un acercamiento y una comprensión temprana de las necesidades de las empresas, lo cual permite a los estudiantes prepararse mejor para el mercado laboral. Algo que, por ejemplo, sucede con los sistemas de aprendices. Por otro lado, las empresas pueden realizar un pre-reclutamiento y también se consigue implicarlas en la formación de los jóvenes.
·Involucrar a las empresas en la educación técnica. Tal como expliqué en este post anterior, esta estrategia pasa, entre otros puntos, por:
- Asociarse con asociaciones o cámaras empresariales e identificar empresas líderes
- Introducir más flexibilidad en los planes de estudio para poder responder rápidamente a las necesidades del sector privado
- Dar incentivos a las empresas para participar en la formación para el trabajo
A partir de herramientas simples y flexibles, se pueden ofrecer más oportunidades de trabajo para jóvenes con nivel de educación medio o superior.
Norma Añaños Castilla dice
Invertir, cómo? Me parece especialmente intersante los cuatro pasos sugeridos, los cuales hacen referencia directa a la necesidad de articular mejor la oferta con la demanda laboral.
Este tema es crucial.
Desiree dice
Interesante,es necesario apostar por la articulación entre la oferta formativa y la demanda, con un claro énfasis en la orientación vocacional, partiendo que la desarticulación no sólo se produce por la oferta formativa sino lo que demandan los futuros estudiantes que no conocen el funcionamiento del mercado; en ese sentido, es importante la inclusión de información de mercado de trabajo que ayude a los futuros estudiantes a una mejor toma de decisiones sobre su futuro laboral.
Myriam dice
Es importante que desde edades tempranas, primaria y secundaria, los estudiantes sepan lo que el mercado laboral ofrece, para que elijan qué les gustaría estudiar.
Debe haber por supuesto una coordinación favorecida por el Estado, para que no se ofrezcan carreras solo por asuntos de obtener ganancias, que luego no sirvan para encontrar un empleo.