En Belice, algunos responsables económicos del gobierno se han referido al reto de financiamiento de las pensiones como un ‘tsunami’. En efecto, pocos ámbitos de política van a representar un desafío tan importante para las cuentas públicas de este país. Su sistema de pensiones, fragmentado en cinco instituciones distintas, afronta tres grandes retos.
Por una parte, su financiamiento. El Sistema General de Seguridad Social, que incorpora a la mayoría de los trabajadores del país, muestra una falta de financiamiento del 7% del PIB en valor presente en las próximas cuatro décadas. A ello hay que unir un 28% del PIB del sistema de pensiones para empleados públicos. Es decir, de aquí a cuarenta años, el desequilibro es casi de un punto del PIB cada ejercicio.
En segundo lugar, hay un gran desafío institucional ante las grandes inequidades que genera un sistema de pensiones fragmentado. Sobre el pilar de protección básica – el mencionado Sistema General de Seguridad Social, existe un Plan de Pensiones para los Empleados Públicos, otro para maestros de escuela, otro para representantes de la Asamblea Nacional y otro para los empleados del Banco Central, cada uno con diferentes reglas.
Y, finalmente, también es preocupante el bajo ahorro previsional y la baja cobertura. El 61% de los mayores de 65 años no recibe ningún tipo de beneficio pensional, y apenas un 14% recibe una pensión de vejez. Esta baja cobertura refleja, también, la elevada informalidad de la economía, donde apenas están afiliados el 60% de los trabajadores. Ello supondrá una presión adicional sobre las finanzas públicas, en especial sobre las pensiones no contributivas.
La población de Belice todavía es joven, por lo que éste es un buen momento para realizar reformas. Además de las soluciones a corto plazo, como modificaciones en el sistema general y el sistema de empleados públicos, a largo plazo, Belice debe aspirar a contar con un sistema único e integrado de pensiones, y complementar este nuevo modelo con reformas laborales y financieras. De esta forma, Belice puede aprovechar esa gran ola para aumentar la formalidad laboral y el crecimiento potencial, así como para reducir la desigualdad y la pobreza en el país.

Leave a Reply