En las Olimpiadas de Rio 2016, Fu Yuanhui, una de las ganadoras de una medalla de bronce en natación, logró poner en boca de todos un tema tabú: la menstruación. En una entrevista, ella declaró que una de las razones por la cual no pudo desempeñarse al 100% en la competencia de natación de relevo fue porque el día anterior le vino el periodo y tuvo mucho dolor. Si bien esta declaración ayudó a poner el tema en primera plana, las problemáticas relacionadas a la menstruación son todavía desafíos importantes que limitan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas.
La deficiencia de infraestructura básica, el acceso a agua potable y baños en escuelas, trabajos o espacios públicos, el costo de los productos sanitarios y la falta de información y educación son algunos de los problemas que millones de mujeres y niñas enfrentan durante su menstruación. Para ellas es sumamente difícil participar en actividades generadoras de ingreso, educativas, sociales o de esparcimiento ya que su salud, seguridad y bienestar físico, mental y económico se ven impactados negativamente. En otras palabras, si la menstruación no es gestionada apropiadamente puede conllevar a incrementar las brechas entre hombres y mujeres.
Hoy, en el Día de la Higiene Menstrual, es importante que reflexionemos sobre qué acciones podemos tomar para asegurar que las mujeres y niñas mantengan una higiene menstrual apropiada y puedan desempeñarse al 100% de su potencial. A continuación, comparto algunas iniciativas orientadas a cerrar esta brecha:
Recolección de datos. Si bien sabemos que una higiene menstrual inapropiada tiene efectos negativos sobre la salud, educación y trabajo de las mujeres, no existen suficientes datos en la región para medir y dimensionar el problema y así diseñar e implementar políticas y proyectos que ayuden a sobrellevarlos. Recolectar datos es entonces prioritario. Las instituciones y las organizaciones de los sectores tales como los de agua y saneamiento, salud y educación, entre otros, pueden aportar mucha información si empiezan a incluir sistemáticamente preguntas sobre la menstruación en encuestas de líneas de base para proyectos. Por ejemplo, un estudio reciente en Haití de la División de Agua y Saneamiento del BID indagó sobre los materiales higiénicos usados por las mujeres durante su periodo, lo cual permitió definir una intervención que ayudará a mejorar su situación.
Capacitación y sensibilización. Al ser todavía un tema tabú, los especialistas sectoriales tantos de los organismos internacionales como gubernamentales saben muy poco sobre la menstruación y sus implicancias en el desarrollo. Sensibilizar a estos especialistas y capacitarlos sobre cómo atender este tema es clave para poder enfrentar los desafíos descritos anteriormente. Existen recursos que pueden ayudar a poner en marcha esta acción, tales como guías y reportes.
Transversalización del tema. Las problemáticas relacionadas a la menstruación no podrán ser resultas desde un solo sector. Es necesario que tanto los sectores que tradicionalmente están vinculados al tema (como salud y agua y saneamiento), así como sectores “menos obvios” (como energía, trabajo o hasta tecnología) empiecen a incluir y transversalizar el tema en sus proyectos y políticas. Esto permitirá atacar las problemáticas desde diversos frentes y ayudará a cerrar las brechas más rápido.
Si quieres saber más sobre higiene menstrual visita la página de Menstrual Hygiene Day. Además, ayuda a crear consciencia sobre la importancia de este tema hablando de él y sigue la conversación en las redes sociales a través de #HigieneMenstrual.
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