Un análisis del panorama de herramientas digitales en respuesta a la pandemia
La pandemia ha desencadenado una proliferación de aplicaciones para comunicar, alertar, monitorear y recolectar datos en relación con la respuesta a la crisis. Sin embargo, las aplicaciones móviles (apps) por sí solas no representan una estrategia suficiente para respaldar una respuesta digital de salud pública. Además, es importante conocer el panorama global de estas herramientas para evitar la duplicación de esfuerzos, maximizar los recursos e integrar las lecciones aprendidas.
Con el ánimo de entender la respuesta de América Latina y el Caribe, el BID realizó un mapeo de las principales herramientas digitales creadas y los objetivos que han querido alcanzar con estas. En este artículo, exploramos una muestra de varias aplicaciones que existen en la región para comparar sus funcionalidades y exponer posibles oportunidades de incorporar su uso con estrategias más robustas de salud pública.
Comparando las apps a nivel mundial: ¿qué encontramos?
La tecnología sin duda se volvió la herramienta predilecta por la mayoría de los gobiernos del mundo para comunicar, alertar y en ocasiones, monitorear a los ciudadanos que han estado en aislamiento total o parcial en los últimos casi seis meses de emergencia global. No solo los gobiernos se han volcado hacia lo digital, el sector privado también ha aumentado su oferta, desde servicios de telemedicina hasta plataformas informativas. En un primer ejercicio de revisión de comunicados de prensa, noticias, redes sociales y diferentes medios de comunicación realizado durante los meses de abril y mayo, se identificaron más de 85 nuevos desarrollos entre plataformas web, apps y chatbots en los 26 países de la región, entre iniciativas públicas, privadas, nacionales y locales. Un segundo ejercicio se enfocó únicamente en las apps. A través de un programa que utiliza los métodos de búsqueda disponibles se encontraron las aplicaciones en los distintos App Stores, a partir del 1 de enero hasta el 4 de agosto. Este mapeo busca extraer la mayor información disponible sobre la evolución de estas nuevas herramientas y su alcance.
Se encontraron más de 530 apps en el mundo diseñadas exclusivamente para dar respuesta al COVID-19, de las cuales 85 son de la región. El análisis de las aplicaciones fue realizado con base en los tipos de intervenciones que define la OMS para la preparación y respuesta en la pandemia, y se encontraron que dichos desarrollos digitales se encuentran en las siguientes categorías:
- Comunicación: aplicaciones que buscan interactuar con el público, recoger información, y proveer información confiable al público.
- Auto-evaluación: herramientas de autodiagnóstico que buscan ayudar a reconocer síntomas relacionados para identificar potenciales casos de contagio y así evitar que estos saturen los sistemas de salud.
- Rastreo de contactos: los sistemas de rastreo de contactos o notificación por exposición sirven como apoyo, no como reemplazo, de métodos tradicionales basados en sistemas existentes de vigilancia y entrevistas para la identificación de personas que han estado en contacto con la población positiva en COVID-19, y así prevenir el contagio.
- Monitoreo de casos: aplicaciones que permiten hacer seguimiento a aquellos casos con sospecha de contagio y en cuarentena para monitorear la aparición de síntomas. Aunque se utilizan triangulación de antenas y GPS para el monitoreo, la tecnología de seguimiento puede ser simplemente llamadas telefónicas.
- Telemedicina: aplicaciones que ofrecen servicios de consulta médica remota, incluyendo la tele-consulta entre especialistas, para monitorear pacientes COVID-19 que no requieren hospitalización o para ofrecer servicios primarios. Busca disminuir el potencial de contagio de nuevos pacientes y optimizar la respuesta en la atención de primer nivel.
- Análisis de datos: herramientas como tableros de control y sistemas georreferenciados de información para, por ejemplo, identificar posibles focos de rebrotes.
- Recuperación: aplicaciones que faciliten la gestión para salir de la cuarentena, esto incluye apps para control de cuarentena, certificados de salud para volver al trabajo, entre otros.
Principales hallazgos: asimetrías y desbalances
Las visualizaciones reflejan diferentes fenómenos que vale la pena resaltar. Se observa la concentración de aplicaciones en dos de las principales categorías analizadas, comunicación y autoevaluación.
Sobreoferta en comunicación y autoevaluación
Parece existir una sobre oferta de estos servicios en contraste con la necesidad latente de otros que parece no estar cubierta. Se encontraron únicamente tres nuevas aplicaciones de telemedicina en la región, a pesar que la pandemia ha evidenciado la pertinencia de utilizar este modelo de atención médica.
Aunque en muchos países ya existe el marco normativo que favorece el uso de la telemedicina como es el caso de Chile, que tiene la mayor tasa de adopción en hospitales tanto públicos como privados, la situación varía a lo largo de la región. Brasil, por ejemplo, aprobó la Ley 13,989 hasta abril de 2020, la cual permite el uso de la telemedicina durante la crisis causada por el Covid-19 para descongestionar los hospitales y centros de salud con la atención de pacientes a distancia, lo que favorece la creación de más apps que ofrezcan este tipo de servicios. Otro ejemplo son las pocas aplicaciones que faciliten la gestión de pruebas de laboratorio y recursos hospitalarios, en momentos donde tanto el personal médico como administrativo en los centros de salud no dan abasto. Por ejemplo, el gobierno de Corea del Sur a través de un API abierto y con ayuda de las pequeñas y medianas empresas, proporcionó datos actualizados del inventario de máscaras disponibles y como resultado, más de 10 desarrolladores han utilizado los datos hasta ahora para lanzar aplicaciones.
Cambio en la tendencia en la creación de apps
Por otro lado, la evolución y tendencia en la creación de aplicaciones que inició con una explosión diaria durante los primeros meses de la pandemia, ahora cambió su dirección. La dinámica de las últimas semanas revela que desde el 30 de junio solo se agregaron ocho apps a toda la región y 38 a nivel mundial.
Uno de los factores que está afectando este cambio en la tendencia, es el aumento en las restricciones que las app stores están imponiendo a los desarrolladores al momento de registrar nuevas aplicaciones. Como consecuencia del boom de apps, tanto Google como Apple están buscando garantizar que la fuente de los datos así como los desarrolladores sean confiables y provengan de entidades reconocidas como organizaciones gubernamentales, ONGs en salud, instituciones médicas o educativas, entre otras. De esta manera buscan generar mayor confianza en el público ya que reconocen que la salud de los usuarios puede depender de la información que consumen a través de las apps.
Por ejemplo, para aplicaciones de rastreo de contactos que buscan usar el API desarrollado por Google y Apple, las regulaciones de las App Stores ahora exigen que estén respaldadas por una autoridad de salud. Uruguay es el primer país de la región que incluyó en su app nacional este API que notifica de posibles exposiciones al coronavirus. En caso que una app utilice dicha tecnología de notificación por exposición sin validación de una autoridad nacional o regional, Google y Apple podrán desactivarla inmediatamente. El aumento de dichas restricciones sin duda favorece a las iniciativas de los gobiernos por encima de herramientas innovadoras que puedan ser desarrolladas por iniciativa del sector privado.
La mayoría de las aplicaciones de la región son de iniciativa pública y de alcance nacional
Los resultados muestran no solamente una mezcla de iniciativas públicas y privadas, sino también de apps nacionales y locales. Particularmente, en Argentina, Brasil y México, que por su naturaleza federalista los gobiernos estatales y locales han liderado la creación de apps, lo cual puede generar una duplicación de herramientas y una redundancia en algunas de las funcionalidades y canales de interacción con el público. Esto genera un traslape de información que puede crear confusión y saturación en la ciudadanía, cuestionando la efectividad de dichas aplicaciones. Un ejemplo claro son las aplicaciones de cuatro estados de México (Colima, Guanajuato, Sonora e Hidalgo), que ofrecen las mismas funcionalidades que COVID-19MX, la aplicación oficial del gobierno nacional. Si los gobiernos buscan utilizar estas apps como herramientas de control y seguimiento del virus, es necesario considerar una coordinación a nivel federal y estatal ya que hay personas que utilizarán el app local en lugar del app nacional (o viceversa), por ejemplo, para hacer el autodiagnóstico y reportar síntomas asociados, lo cual podría limitar la utilidad de los datos recolectados.
¿Qué podemos aprender de este análisis?
Justamente, una de las dificultades al momento de revisar las apps es la ambigüedad de la información sobre las funcionalidades y el alcance de estas. La imprecisión y heterogeneidad en el lenguaje utilizado en la descripción de las aplicaciones, así como los comunicados de los gobiernos algunas veces incompletos, generan confusión al momento de analizar las especificidades de cada una. En particular para identificar si las aplicaciones incluían monitoreo de casos y análisis de datos, el ejercicio de categorización se basó no solamente en las descripciones de las apps, sino también en la revisión de los elementos visuales disponibles de cada aplicación. Esto podría limitar los resultados del presente análisis, ya que se hacen supuestos y clasificaciones a partir de la información pública disponible.
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Aunque con limitaciones, este análisis arroja algunos mensajes válidos que vale la pena que tanto los desarrolladores como los gobiernos y autoridades de salud tengan en cuenta:
- No duplicación y coordinación: La importancia de no duplicar esfuerzos por parte de gobiernos nacionales y locales para generar información consistente, garantizar mayor impacto y ofrecer canales más eficientes de interacción con la ciudadanía. Aunque en ocasiones la insuficiencia en la respuesta de los gobiernos centrales sea lo que incentiva a los gobiernos locales a tomar acción, estas deberían estar coordinadas.
- Comunicación transparente: La claridad en los mensajes de los gobiernos y autoridades de salud respecto al alcance y las funcionalidades de las nuevas herramientas que están al servicio del público, son vitales para generar confianza, promover el uso y por ende, aumentar el impacto de las aplicaciones. Por ejemplo, las aplicaciones de rastreo de contactos que registran datos personales e información sensible de los pacientes, deben ser claras y explícitas al momento de explicar cómo será el tratamiento de los datos y las políticas de privacidad.
- Priorizar necesidades: el análisis evidencia que hay un vacío en funcionalidades que parecer ser relevantes en la situación actual tales como aplicaciones pensadas para facilitar la transición a la normalidad y volver al trabajo, o los servicios de telemedicina, teniendo en cuenta las precisiones que se resaltaron anteriormente.
A partir de este análisis se evidencia un esfuerzo sustancial de los gobiernos por crear apps como herramientas de comunicación e interacción con la ciudadanía, en el afán de respuesta generado por el COVID-19. Sin embargo, esta urgencia parece haber limitado el impacto de las aplicaciones por la falta de coordinación entre gobiernos, priorización de necesidades y, en ocasiones, claridad en la comunicación.
Estrategias de política pública donde las apps son solamente una pieza del rompecabezas
La tecnología no debe ser un fin en sí misma, es una herramienta que puede fortalecer soluciones y respuestas a problemáticas de política pública. Las aplicaciones móviles son sin duda instrumentos útiles para dar respuesta a crisis como la presente pandemia, sin embargo para que sean efectivas tienen que estar alineadas con una estrategia integral y robusta de salud pública lo cual permitirá proveer respuestas coordinadas y sistémicas atendiendo las necesidades tanto de los usuarios como de los trabajadores de salud pública.
Los invitamos a leer, una serie de documentos que analizan cómo el uso de tecnologías y herramientas digitales ayudan a dar respuesta a crisis de salud pública como el COVID-19:
- Detección, prevención, respuesta y recuperación con tecnología digital: Hablando el mismo idioma para soluciones digitales en emergencias de salud pública
- Detección, prevención, respuesta y recuperación con tecnología digital: Uso efectivo de herramientas digitales para interactuar con la población sobre emergencias de salud pública en América Latina y el Caribe
- Detección, prevención, respuesta y recuperación con tecnología digital: Hablando el mismo idioma para soluciones digitales en emergencias de salud pública
David Dice
Hola me parece que no se trata de cantidad sino de calidad, si se fijan en las estadisticas provistas por google play, muy pocas apps tienen la mayoria de los usuarios, por que ofrecen algo único y de valor, los demas estan haciendo apps que son copias de otras o que no sirven de mucho