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Los problemas de exclusión y sesgos en la ciencia tienen ya algún tiempo ocupando los debates sobre la publicación científica. Sin embargo, los más recientes enfoques sobre ciencia abierta coinciden en que la diversidad debería estar al frente de las políticas para producir, diseminar y utilizar el conocimiento científico. El predominio de los países del Norte Global en la publicación de artículos ha derivado en la homogenización de prácticas para la circulación del conocimiento científico que diluyen (y jerarquizan) la compleja variedad de formas de producir y comunicar el conocimiento. Por ejemplo, la adopción del inglés como lingua franca en la comunicación académica ha traído como consecuencia que la publicación en idiomas locales de diversos países, sobre todo en el Sur Global, se minimice o se desincentive.
Para atender estas problemáticas, el Directorio de Revistas de Acceso Abierto, mejor conocido como DOAJ por sus siglas en inglés, ha puesto en marcha varias iniciativas de colaboración internacional con organizaciones regionales, bibliotecas, universidades y numerosos equipos editoriales de revistas en todo el mundo. De manera similar y en el marco de los 20 años de operaciones del Directorio, compartimos en este artículo las siguientes recomendaciones para fomentar la diversidad de voces en las revistas académicas; estas recomendaciones también integran algunas conclusiones derivadas de la más reciente escuela de verano “Abriendo la diversidad”, una iniciativa para discutir cómo se relacionan los conceptos de diversidad con la injusticia estructural y epistémica en la investigación.
Lograr diversidad en las revistas académicas
1. Fomentar el multilingüismo en la publicación
De acuerdo con los datos del DOAJ, en 2022 alrededor del 35% de las revistas registradas publican artículos en dos o más idiomas. De hecho, el Directorio registra 80 idiomas de publicación. Esto habla de que a pesar de tener una lingua franca en la ciencia, ésta no es la lingua unica en la comunicación entre pares y con la sociedad, especialmente en regiones como Latinoamérica donde hay varios idiomas con amplia presencia en la publicación académica. El DOAJ reconoce que es fundamental mantener y apoyar revistas multilingües, ya que esto permite a las audiencias locales, inclusive más allá de la academia, beneficiarse de los productos de la investigación.
- Para fomentar la diversidad lingüística es importante que las revistas tengan su sitio web en más de un idioma, cuidando que la información disponible sea la misma en todas las versiones. Por ejemplo, es primordial que las instrucciones para autores sean homogéneas en todas las lenguas de publicación. También es recomendable que los títulos, resúmenes y palabras clave estén disponibles en todos los idiomas en formatos abiertos que puedan permitir su descubrimiento por diferentes sistemas informáticos de búsqueda.
- Publicar en más de un idioma implica tener equipos editoriales multilingües. Algunas revistas cuentan con el apoyo de editores y editoras por idioma, localizados en diferentes países. Por ello, una recomendación es que las revistas multilingües desarrollen y mantengan redes de colaboración regional e internacional.
- Hay que apoyar la traducción de los contenidos. Para ello, una estrategia clave es que estos cuenten con licencias que permitan transformar y crear a partir del material original. El uso de licencias abiertas como las Creative Commons se ha popularizado en las revistas, aunque no todas esas licencias permiten crear y difundir obras derivadas como traducciones.
2. Impulsar la diversidad en los equipos editoriales
La conformación de equipos editoriales es un tema complejo dada la variedad de revistas que existen y sus diversos flujos de trabajo editorial. Hay estudios que han demostrado que las disparidades en los comités editoriales (ej. género, etnicidad o localización geográfica) pueden profundizar los sesgos en la publicación a diferentes niveles. Por ejemplo, las disparidades de etnicidad en los comités podrían afectar el abordaje de temas que afectan a poblaciones minoritarias, o que son considerados “periféricos” o “de interés local” en los circuitos mainstream de publicación. Si bien el DOAJ no establece explícitamente estándares para fomentar la diversidad en los comités editoriales, sí invita a las revistas a reducir la endogeneidad al mínimo.
- Se recomienda que la proporción de artículos publicados en los que al menos uno de los autores/as sea editor/a, miembro del consejo editorial o revisor no debe superar el 25% del contenido en los dos últimos números
- Otra recomendación es reclutar activamente a candidatas/os que pertenecen a grupos minoritarios en las comunidades académicas, como investigadores de carrera temprana, y ofrecer mentoría para el avance de sus carreras editoriales.
- Las revistas también pueden distribuir el poder de decisión en un conjunto de coeditores, fomentando así varias rutas de diversidad.
- Hay que evitar lo más posible el uso de métricas reduccionistas como la distribución de género en los comités editoriales, como ya lo están haciendo muchas revistas en distintas disciplinas. Con estas medidas se corre el riesgo de caer en lo que Gustavo E. Fischman ha llamado la “simplimetrificación” de la investigación, es decir, confundir el aumento de elementos contables (ej., más mujeres en puestos de liderazgo) con la mejora significativa de los procesos de participación en la investigación.
3. Proveer de recursos de apoyo para autores y revisores
Las desigualdades globales en los sistemas de educación superior e investigación impiden que la comunicación sea un proceso inclusivo y efectivamente global. La falta de formación en la investigación y escritura académica es un impedimento para avanzar las carreras enfocadas en la publicación académica:
- Es importante que las revistas brinden recursos de apoyo a la escritura académica a través de sus propias páginas y medios de comunicación. Hay casos de revistas que cuentan con sitios dedicados a la formación de los autores donde abordan temas sobre integridad académica, redacción de artículos, derechos de autor, reproducibilidad, gestión de datos de investigación, entre otros.
- Como se ha planteado con anterioridad, las revistas y las escuelas tienen muchas similitudes. Si las revistas atienden su función pedagógica, pueden contribuir a lograr que los autores (especialmente aquellos con más desafíos en su carrera), escriban contribuciones sólidas y socialmente significativas.
- Hay que fomentar una función pedagógica basada tanto en la rigurosidad científica como en la ética del cuidado y la transparencia. En este sentido, las revistas pueden considerar colaborar con iniciativas que fomentan la colaboración en la revisión por pares, como los clubes de revisión de preprints.
Más sobre el DOAJ
Este año el DOAJ cumple 20 años de operaciones, tiempo en el que ha trabajado para proporcionar garantía de calidad, apoyo y visibilidad a las revistas de acceso abierto de cualquier parte del mundo. El DOAJ ofrece todos sus servicios y metadatos para ser utilizados gratuitamente por todas las personas que lo deseen y hoy en día cuenta con más de 19,000 revistas indizadas, mismas que son seleccionadas por un equipo internacional de especialistas en publicación académica, embajadoras y embajadores, así como personas voluntarias que trabajan en bibliotecas y universidades en todo el mundo. La heterogeneidad de este equipo refleja uno de los principales propósitos del DOAJ: promover un sistema de publicación académica diverso e inclusivo.
Celebramos estas dos décadas de acceso abierto, así como la reputación y confianza que la comunidad académica internacional ha puesto en el Directorio de Revistas de Acceso Abierto, el DOAJ.
Por Ivonne Lujano Vilchis, embajadora del DOAJ para América Latina.
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