Esta es la semana del Acceso Abierto y tenemos una buena oportunidad para repensar y replantear la idea de abrir el conocimiento académico para todos. Se han hecho grandes avances en la última década gracias a este movimiento. En esta entrada de blog, quisiera compartir cinco avances potenciales así como también algunos cabos sueltos que necesitamos atar en el futuro.
“Abierto” debe también significar “utilizable”
Para que el conocimiento sea realmente “abierto”, debemos ir más allá de liberar una gran cantidad de documentos pdf gratis en internet. Debemos utilizar tecnologías de punta para conectar piezas dispersas de conocimiento entre sí, y crear así ecologías de conocimientos híbridos en donde datos, textos, y videos contribuyan a dar sentido a la realidad.
Las tecnologías de datos enlazados pueden contribuir a conectar datos e información luego de abrirlos. Los datos de un artículo académico pueden combinarse con fotos de un sitio web, y mapas de otra fuente digital -siempre y cuando dichos objetos han sido propiamente identificados-, sacando así provecho de un conocimiento que es libre pero está disperso.
La enciclopedia DBpedia es un ejemplo de las capacidades de estas tecnologías en acción. Otro ejemplo cotidiano: busca el nombre de tu artista favorito en Google y verás un mosaico de imágenes e información a la izquierda de la pantalla, gracias a los datos enlazados.
Diseminación y re-empaquetamiento deben ser ofrecidos para asegurar que el conocimiento abierto empodera audiencias amplias
Las licencias Creative Commons ofrecen un marco legal que permite re-utilizary re-crear obras derivadas de conocimiento existente, facilitando así el re-empaquetamiento del conocimiento.
Re-empaquetar facilita la diseminación del conocimiento en diferentes formatos y apuntar así a la más amplia variedad de audiencias: desde el conocimiento erudito y técnico hasta las entradas de blog -mas fáciles de leer-, pasando por información breve y rápida los de captar en los 140 caracteres de un tweet.
Si abrimos el conocimiento en los mismos lugares y formatos de siempre, corremos el riesgo de dar aún más conocimiento a aquellos que ya están empoderados por tenerlo.
Acceso abierto también debe incluir acceso amplificado
Cada vez más revistas académicas abren sus puertas a las audiencias infinitas de la web. Como nos cuenta Carleen Adams, por ejemplo, en América Latina y el Caribe uno de los pioneros del acceso abierto es ScIELO, lanzado en 1997como proyecto piloto. Hoy día, casi todas las revistas académicas publicadas en la región son de acceso abierto.
Cabe preguntar, sin embargo, si los artículos de dichas revistas son encontrados por sus respectivas audiencias. ¿Cómo organizamos el conocimiento para asegurarnos que llega a la audiencia adecuada? Al mismo tiempo: ¿tienen nuestros países la infraestructura tecnológica adecuada (como el ancho de banda necesario, por ejemplo) para que la gente pueda acceder objetos digitales fácil y rápidamente?
Cuanto más conocimiento abramos, más habilidades -y gente habilidosa- son necesarias para encontrar y dar sentido al mismo. La diseminación del conocimiento vía acceso abierto debe ser amplio y efectivo, o de lo contrario aquellos que ya se encuentran en situación privilegiada recibirán todavía mas privilegios. Y, ahora, gratis.
Abierto no es gratis
Cada vez más revistas académicas dan la bienvenida al acceso abierto y a las licencias Creative Commons. Sin embargo, el modelo de sostenibilidad propuesto, que consiste en cobrar los costos editoriales a los autores, está aun en vías de desarrollo.
Conforme dicho modelo, editoriales prestigiosas como Elsevier llegan a cobrar hasta $5.000 a los autores por cada artículo en la versión acceso abierto de sus revistas. Estas editoriales también ofrecen descuentos y exenciones, y aun en algunos casos como el de la editora Wiley, hasta tienen listas de precios especiales para autores residentes en países en desarrollo.
Sin embargo, el hecho de cobrar dichos costos en los autores crea ahora un nuevo tipo de obstáculo al acceso: antes, los costos caían en el lado de quien recibía el conocimiento, y ahora en quien lo genera. Debemos reconocer que el proceso que garantiza la calidad de contenido constituye un valor agregado que tiene un precio y alguien debe pagarlo. ¿Cómo establecemos un modelo de sostenibilidad libre de embudos? Ese es el desafío.
El acceso abierto puede crear nuevos modelos de autoría colectiva
La construcción colectiva del conocimiento tiene una larga historia, desde los talleres de pintores renacentistas, que contribuían anónimamente a una pieza de arte firmada por el “maestro”, hasta los emprendimientos comunales modernos en la web como Wikipedia. Aun así, las prácticas editoriales contemporáneas aun se apoyan fuertemente en la figura del autor personal como fuente de credibilidad.
En el futuro, el concepto de “autoría abierta” puede ser explorado para incentivar así contribuciones colectivas y construir más conocimiento socialmente. Un ejemplo de contribución colectiva de este tipo son los editores anónimos que colaboran corrigiendo textos en la biblioteca digital Proyecto Gutenberg, el primer proveedor de libros electrónicos fundada en 1971 por el inventor de eBooks Michael Hart.
Y tú, ¿cómo ves los principios del acceso abierto en el futuro?…
Nelly Durand Dice
Sólo para compartir esta importante iniciativa del CONICET
http://www.caicyt-conicet.gov.ar/wp-content/uploads/2014/07/CCSH_-RD-20140625-2249.pdf
Gerneth Hernandez Dice
como se hace para accesar y colaborar en blog abierto con propuestas, ideas, planteamientos.