Cada año en estas fechas las Naciones Unidas lleva a cabo el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, un espacio importante para examinar asuntos indígenas relativos al desarrollo económico y social, la cultura, el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos. En 2015, el BID invitó a los participantes del mencionado foro a una sesión de consulta previa como antesala al Diálogo Regional de Políticas sobre Pueblos Indígenas y Biodiversidad. Dada la temática, inicialmente pensé que al evento asistirían principalmente jóvenes ecologistas, ambientalistas, amantes de la naturaleza y la ciencia y, en su mayoría, hombres. Muy al contrario de ese estereotipo, y para mi satisfacción, a la sesión llegó un amplio grupo de mujeres, algunas de avanzada edad, representando a diversas poblaciones indígenas de la región.
Durante nuestra sesión ellas subrayaron el rol crucial de la mujer indígena en la conservación del conocimiento tradicional de sus pueblos y del medio ambiente. También destacaron la contribución del trabajo cotidiano de la mujer para la comunidad en grande -ya sea tratando temas de salud, educando a las futuras generaciones o atendiendo los cultivos. De manera inherente estas mujeres sabían que su contribución a la sociedad es de gran importancia. Es parte de su cosmovisión. Igualmente, manifestaron con mucha claridad otro propósito crucial: ser parte activa de la construcción de políticas públicas en la región para la preservación de sus comunidades.
Las intersecciones entre el rol de la mujer indígena, el balance en la naturaleza y el bienestar colectivo se destacan hoy una vez más en la labor de Belkis Izquierdo, la primera mujer indígena en llegar a una alta corte judicial en Colombia. Belkis, del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, enfatiza que la participación de los pueblos indígenas -y en especial de la mujer indígena- en el desarrollo de políticas públicas es esencial para crear sociedades más justas e inclusivas. Para Belkis, al igual que para las mujeres que participaron en nuestra sesión, el respeto a las tradiciones, a la sabiduría y a la relación de los pueblos indígenas con la naturaleza es tarea de todos, por igual.
En la cultura Arhuaco, los grandes maestros espirituales, considerados los padres (mamos) y madres (sagas) del conocimiento tradicional, pasan por procesos sagrados de entrenamiento desde niños para profundizar su entendimiento del ambiente natural. Parte de este proceso incluye que los hombres conecten con lo femenino para balancear su entendimiento de la madre naturaleza, y que las mujeres aprendan a acceder también a lo masculino. La importancia de una visión balanceada en la relación con la naturaleza y la sociedad, así como la equidad de género es una constante para muchas culturas indígenas.
Del mismo modo en el que yo asumí que nuestro diálogo sobre diversidad atraería a un tipo de líderes en particular, he notado en numerosas ocasiones que los responsables de las políticas públicas asumen que la exclusión de género es algo inherente en las culturas tradicionales. Considero crucial que todos los actores involucrados en promover el desarrollo con identidad y en fortalecer a los pueblos indígenas revisemos las percepciones existentes en cuanto a liderazgo. ¿Quién es líder en sus culturas? ¿Cómo es expresado el liderazgo? ¿Qué valor estamos dando a esas expresiones de liderazgo? y ¿En qué otros tópicos de la temática indígena existen prejuicios similares?
La manera en la que, como sociedad, aplicamos nuestros principios y valores en el mundo real es decisivo para el desarrollo sostenible y con identidad de nuestros países. El entendimiento real de la cosmovisión de las culturas tradicionales y el diálogo sobre género, naturaleza y liderazgo debe ser una prioridad. Los principios tradicionales presentes en los entrenamientos de los líderes espirituales del pueblo Arhuaco, y su forma de valorar el balance, sin duda nos pueden ser de gran utilidad.
Elizabeth Sandra Gutierrez Dice
creo importante en esta temantica que no solo se reconozcan estas culturas y se realicen foros para discutir del como mantener vivas toda esa cultura ancestral, sino que también deben plasmar en leyes de cada país para poder reconocer no solo legítimamente sino legalmente sus culturas como por ejemplo en nuestro país Bolivia en las leyes ya están reconocidas en el tema de justicia, solo un ejemplo sin embargo también se trabajo en la paridad y alternacia que deben existir, es decir a la mujer se la reconoce con los mismos derechos y obligaciones que al hombre, situación que en las culturas ancestrales no estaba reconocido