Los niños representan menos del 2% de los infectados por el nuevo coronavirus a nivel mundial. Esta es una prueba más de que el COVID-19 los ha afectado en menor medida que a otras poblaciones. Sin embargo, el impacto negativo de la crisis podría darse con consecuencias igual de importantes como el aumento de la mortalidad infantil global por primera vez en más de 60 años. El culpable no será el coronavirus per se, sino los efectos indirectos en el estado nutricional y la falta de acceso a servicios básicos de salud. Por ello, debemos estar preparados para enfrentar los retos que se avecinan. Te presentamos una herramienta para beneficiar a los niños.
Las consecuencias del COVID-19 en los niños
El aumento estimado de la mortalidad infantil poscoronavirus sería considerable, de entre un 10% a un 50% y las causas conocidas son el aumento de la desnutrición aguda (bajo peso para la talla), la disminución de la disponibilidad de ciertos antibióticos y el incumplimiento de los calendarios de vacunación.
Si bien esas causas tienen como base datos existentes, las consecuencias de la disrupción de los servicios de primera infancia a nivel masivo, no tiene precedentes. Es aun incierto el efecto que esto puede tener en el desarrollo y la estimulación. No sabemos a ciencia cierta cómo pueda incidir en su educación posterior y en sus relaciones interpersonales. Lo cierto es que se espera un impacto negativo en el desarrollo infantil y en la salud física y mental.
En la situación actual de confinamiento y mientras se reabren gradualmente algunos servicios de cuidado, millones de madres y padres deben asumir el rol de cuidadores y promotores únicos del desarrollo de sus hijos, muchos de ellos, por primera vez sin apoyo. Así, las interacciones en el hogar se vuelven incluso más importantes que antes. A este contexto de incertidumbre se suma la capacidad de estos nuevos cuidadores de tiempo completo a atender las necesidades de los niños y responder a sus intereses e inquietudes de forma cálida y oportuna.
Lo que sí podemos hacer por los niños hasta que termine la pandemia
Una de las recomendaciones más importantes de nuestra reciente nota de política para la transición poscoronavirus es el diseño de contenidos pedagógicos y plataformas virtuales para la formación y cualificación de los actores involucrados en el desarrollo infantil. Esta formación debe cubrir no sólo contenidos y materiales innovadores, sino también diferentes ángulos para la prestación telemática y el desarrollo de habilidades digitales y socioemocionales, como la empatía o la escucha activa.
Por eso te invito a tomar este curso sobre “Políticas efectivas de desarrollo infantil”. En el contenido, podrás encontrar una amplia variedad de temas que son más actuales que nunca dado el contexto actual de la pandemia. El programa tiene un total de seis módulos que pueden ser desarrollados a tu propio ritmo en un periodo de diez semanas.
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Los temas que cubre este curso incluyen las bases del desarrollo infantil temprano, el papel de las familias y las comunidades para el desarrollo de los niños, los sistemas y políticas que promueven el desarrollo infantil, el diseño de políticas y programas y cómo evaluarlos.
¿Quiénes deben estar preparados luego de la pandemia?
El curso esta pensado para toda persona que esté interesada en el desarrollo infantil, sin embargo, el contenido es especialmente pertinente para:
- Los médicos, enfermeras y trabajadores comunitarios a cargo de la salud de las madres durante el embarazo, el parto, y de la nutrición y vacunación de los niños durante sus primeros años.
- El personal que acompañará a las familias en la reinserción de los diferentes programas para mejorar las prácticas de crianza y la estimulación infantil en el hogar.
- Los educadores y educadoras parvularios y cuidadores de jardines de infancia que volverán a sus centros luego de un periodo de cuarentena.
- Personas que atienden ludotecas y bibliotecas infantiles y quienes están a cargo de los servicios de alimentación en escuelas, sala-cuna o comedores comunitarios.
- Los padres y las madres de familia.
- Los líderes comunitarios involucrados en la crianza activa.
Esta es solo una de las herramientas que ofrecemos desde el equipo de desarrollo infantil del Banco Interamericano de Desarrollo para preparar a los adultos a enfrentar los grandes retos pos-COVID-19. Si conoces otras iniciativas en tu comunidad o ciudad, cuéntanos en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Carlos Pastor dice
Ojalá veamos más apertura y disponibilidad de tecnología en nuestros pueblos. En Guatemala por ejemplo, son muy pocas las familias que tienen acceso a internet, inclusive en algunos pueblos tienen acceso limitado a la energía eléctrica. Gracias por compartir, esperamos que cuando termine esta crisis Covid-19 salgamos mejor preparados para una educación integral.
Gabriela Ruth Zhiñin Zhinin dice
La importancia de los gobiernos enfocándose en los pueblos y la tecnología