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Por Florencia López-Boo.
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Un desarrollo deficiente durante los primeros años no solo tiene importantes consecuencias para el bienestar de los niños sino también para la sociedad como un todo. Problemas socioeconómicos profundos, como la pobreza, la desigualdad y la exclusión social exacerban las circunstancias apremiantes en las que viven millones de niños en el mundo. En efecto, las sociedades pagan un alto precio, tanto en el presente como para el futuro, por no actuar en aras de los niños.
¿La buena noticia? Las políticas de intervención temprana pueden ayudar a aliviar estas consecuencias mediante la promoción de mejores servicios de salud, educación y de protección social y de la infancia.
¿Qué es el costo de no actuar y cuáles sus implicaciones?
La literatura existente ha establecido que los retornos económicos a ciertas inversiones en primera infancia son altos. Las intervenciones en la primera infancia incluyen un conjunto de acciones que abarcan distintos ámbitos del desarrollo infantil, entre otros: salud, nutrición, desarrollo cognitivo, lenguaje, socioemocional y desarrollo motor (grueso y fino). Las intervenciones en salud y estimulación infantil temprana son particularmente importantes (y asequibles).
Mientras muchos costos en recursos de los programas son inmediatos y fáciles de cuantificar, los beneficios son más difíciles de monetizar, en parte, porque se producen a lo largo del ciclo de vida. Un estudio reciente estima el costo que la sociedad paga por no emprender estas intervenciones basadas en evidencia. Nos referimos a este costo como Costo de no Actuar (Cost of Inaction (CoI), por sus siglas en inglés). El CoI es más alto cuando la relación beneficio-costo por niño afectado es más alta y el número de niños afectados es mayor. Por ejemplo, una intervención en particular puede tener una relación costo-beneficio más alta pero un CoI menor si son relativamente pocos los niños a los que afecta.
En el mencionado estudio, simulamos el CoI para dos intervenciones diferentes en primera infancia en regiones distintas. Primero, calculamos el CoI para reducir el retraso en el crecimiento a una tasa de prevalencia del 15% en los 11 países con mayor desnutrición del África subsahariana y el Sudeste asiático. Segundo, estimamos el CoI para eliminar retrasos en lenguaje receptivo en seis países de América Latina y el Caribe, que disponen de datos tanto respecto de los beneficios como de los costos de las intervenciones.
El CoI en el mundo
Para poner ejemplos específicos, la Figura 1 presenta el CoI expresado en porcentaje del Producto Bruto Interno (PIB), para reducir el retraso en el desarrollo en 11 países. Presentamos los resultados utilizando diferentes tasas de descuento (d) y periodos de tiempo (t) (véanse Richter et al. 2016, para detalles metodológicos). El CoI para reducir el retraso en el crecimiento es de más del 10% del PIB en Madagascar y Tanzania en la combinación más conservadora de t y d, mientras que permanece por debajo del 3% del PIB para la República Democrática del Congo y Nigeria. Esto significa que el CoI en Madagascar y Tanzania es casi el doble de lo que actualmente gastan esos países en salud (como proporción del PIB). Más aún, el CoI en India es dos veces lo que actualmente se gasta en salud por no emprender acciones para reducir el retraso en el crecimiento del 48% al 15%. Los costos son considerables: USD 176,8 mil millones por cohorte de nacimiento.
Figura 1: Costo de inacción para intervenciones en nutrición, % PIB
En el caso de las intervenciones dirigidas a enfrentar los retrasos en cobertura de prescolar y lenguaje receptivo, la Figura 2 presenta el CoI como porcentajes del PIB para (i) cobertura universal de educación preescolar y (ii) visitas domiciliarias para todos los niños con puntuaciones por debajo de dos desviaciones estándar de la media normalizada en la versión española del Peabody Picture Vocabulary Test (PPVT) (Test de Vocabulario en Imágenes). En los países donde el acceso a los servicios de educación preescolar es más bajo, el CoI aumenta. Como se muestra en la figura que aparece a continuación, el CoI en este caso es igual al 4% del PIB en Nicaragua y al 3,6% en Guatemala, utilizando una tasa de descuento del 3 %. En Chile, Ecuador y Perú es de <0,5% del PIB porque la cobertura inicial preescolar es más alta.
Figura 2: Costo de inacción por no alcanzar cobertura universal de preescolar o no enfrentar retrasos en lenguaje receptivo, % PIB
Combatir el costo de no actuar con… acción
Puesto que el desarrollo infantil temprano está considerado como uno de los pilares del desarrollo humano y del progreso hacia los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), el costo de no actuar tiene consecuencias importantes para el potencial que un individuo puede alcanzar en su tiempo de vida, financieramente y más allá. Por ejemplo, un niño que presenta retraso en el crecimiento como resultado de la pobreza extrema probablemente tendrá menos oportunidades en su tiempo de vida y perderá cerca de un cuarto del promedio del ingreso de los adultos por año.
Como lo indica la publicación mencionada de The Lancet, las siguientes son solo algunas formas de asegurar que se emprendan acciones:
- Ampliar la voluntad política y el financiamiento a través de la defensa de los ODS.
- Crear entornos de apoyo para las familias a fin de proporcionarles un cuidado apropiado a los niños pequeños.
- Construir capacidades para promover el desarrollo infantil temprano en salud, educación, protección social de la infancia.
- Fortalecer la coordinación multisectorial en apoyo a las iniciativas de desarrollo infantil temprano.
- Asegurar la rendición de cuentas de los servicios de desarrollo infantil temprano e impulsar el liderazgo y la acción.
¿Cuáles son algunas formas en las que el CoI está afectando a tu país? ¿Qué pasos se están dando para reducirlo? Compártelo en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Florencia López-Boo es Economista sénior en Protección Social en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.
Angel dice
Excelente artículo! Interesante el punto de vista expresado, el costo de no actuar en nuestros países, con referencia a lo aquí mostrado debe ser considerable.
VIVIANA ELIZABETH SUAREZ ALDAZ dice
La información que proporcionan es muy valiosa. soy ecuatoriana y en mi país se intenta atender a la niñez temprana con programas de desarollo infantil llamados Sí Bebés del sector público o Centros de Desarrollo Infantil en el privado. en cualquiera de los dos realizan actividades de estimulación para todas las áreas de desarrollo, es todo lo que puedo comentarles en relación al tema y mi país.